La economía de la eurozona se enfrenta a otro año de ralentización
Según los economistas la desaceleración se deriva de la inestabilidad política, las tensiones comerciales y los cambios que sufre la industria del automóvil.
La economía de la eurozona se ralentizará en 2020 por tercer año consecutivo, según el sondeo a un grupo de economistas que publica anualmente Financial Times. En su opinión, la ralentización se deriva de la inestabilidad política, las tensiones comerciales y los cambios que sufre la industria del automóvil.
El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la economía de la eurozona crezca un 1,1% en 2020, frente al 1,2% de 2019, el 1,8% de 2018 y el 2,4% de 2017. Los 34 economistas que participaron en la encuesta se mostraron más pesimistas, llegando a prever que el crecimiento caerá por debajo del 1% este año, el índice más bajo de la eurozona en siete años. Sus previsiones oscilan entre un crecimiento cero, en el caso de los más pesimistas, y del 1,5%, en el de los más optimistas.
Medidas
Una mayor ralentización de la eurozona podría llevar a Christine Lagarde, la nueva presidenta del BCE, a plantearse una mayor relajación de la política monetaria. También podría haber un llamamiento a los gobiernos con posiciones financieras más sólidas -como Alemania y Holanda- para que emprendan estímulos fiscales.
En septiembre el BCE inyectó dinero a la economía cuando colocó los tipos de interés en territorio negativo y reinició su programa de compra de deuda de 2,6 billones de euros como respuesta a las señales de retroceso del crecimiento y de inflación. No obstante, ante el aumento de la preocupación por los efectos negativos de las políticas monetarias extraordinarias, algunos economistas temen que el banco central se quede sin munición para combatir otra ralentización de la economía.
A pesar del débil rendimiento económico, la mayoría de los economistas encuestados creen que el BCE no aplicará más medidas de relajación de política monetaria. De los 34 economistas que participaron en el sondeo, sólo nueve creen que habrá más recortes en los tipos de interés este año, mientras 24 consideran que no habrá cambios y uno pronosticó un aumento de los tipos. La mitad cree que el BCE mantendrá su programa de compra de 20.000 millones de euros de deuda al mes durante todo el año, mientras diez prevén que el programa se reducirá y sólo seis piensan que se ampliará.
Lucrezia Reichlin, profesora de Economía de la London Business School, cree que "los mayores riesgos para la economía de la eurozona son la guerra comercial entre EEUU y China y el Brexit".
Aunque la mayor parte de los economistas cree que sería lo más conveniente, un 60% de los encuestados duda de la efectividad del llamamiento de Lagarde para que Alemania y Holanda lancen estímulos fiscales. En opinión de Philippe Legrain, profesor visitante de la London School of Economics, "la tasa de crecimiento de la eurozona es muy baja por la escasa productividad. Además, la política monetaria no tiene mucho margen de maniobra, y no parece que vaya a haber suficientes estímulos fiscales".
El BCE calcula que la inflación de la eurozona cayó el año pasado al 1,2% frente al 1,8% de 2018.
Objetivo de inflación
Los economistas encuestados creen que la inflación volverá a caer este año, muy por debajo del objetivo del 2% del BCE. El año pasado la producción industrial de la eurozona sufrió una fuerte contracción, aunque el sector servicios se mantuvo sólido. Paul Diggle, economista de la gestora de fondos británica Aberdeen Standard Investments, cree que esta tendencia se podría invertir en 2020. Hace un año, en este misma encuesta, los economistas apuntaron a una ralentización del crecimiento en 2019, y aun así fueron demasiado optimistas. Destacaban la incertidumbre política y las tensiones de la guerra comercial entre China y EEUU de entonces. De media, apuntaron a un crecimiento del PIB por encima del 1,4%, pero el BCE calculó en diciembre que sólo había alcanzado el 1,2%.
Los economistas acertaron en sus previsiones al apuntar que las tensiones comerciales lastrarían la economía alemana en particular.
En cuanto a la cuestión de quién reemplazaría a Mario Draghi como presidente del BCE, casi todos apostaron por Benoît Couré, miembro del Comité Ejecutivo, y solo uno mencionó como posible ganadora a Christine Lagarde. El 60% de los encuestados apuntaron a que el BCE aumentaría los tipos el año pasado. Se equivocaron en sus previsiones, ya que el banco central ha recortado los tipos hasta situarlos en territorio negativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario