El Banco de España ve indicios de «estabilización» con un crecimiento del 2% en 2019
El organismo, que calcula que el PIB avance un 0,4% en el último trimestre del año, pide un gobierno «estable» cuya prioridad sea la reducción del déficit
El ritmo de crecimiento de la economía será más estable de lo previsto. El Banco de España calcula que en el cuatro trimestre el PIB crecerá un 0,4%, lo mismo que en el tercero, pero con una composición del crecimiento «más equilibrada». Así, la economía prolongaría su trayectoria expansiva gracias a que la contribución del sector exterior volvería a ser positiva por la recuperación de las exportaciones, a pesar de que la demanda nacional se reduce a tasas «más moderadas». Esto se deriva del agotamiento del consumo de bienes duraderos que quedó postergado durante la crisis y de la incertidumbre, que afecta sobre todo a la inversión empresarial.
Un punto negativo a destacar es que aunque España mantendrá un diferencial de crecimiento «positivo» con el área del euro, se espera que «tienda a reducirse gradualmente» a lo largo de los próximos años, según explica el supervisor en su informe trimestral de la economía española publicado este viernes. Pero la cara positiva es que que después de un año de desaceleración, sobre todo a nivel internacional, ya se aprecian signos de «estabilización» económica por la reducción de las incertidumbres ligadas a la guerra comercial entre China y EE UU y las perspectivas de resolución del 'brexit'.
Así, además del crecimiento del 0,4% en el último trimestre, el Banco de España calcula un 2% de avance del PIB en el conjunto del año, lo que supone la reducción de cuatro décimas respecto al crecimiento de 2018 y una décima por debajo de lo previsto por el Gobierno para este año.
La reducción del déficit, la máxima prioridad
Eso sí, para reducir la vulnerabilidad de la economía española ante futuras perturbaciones, el supervisor advierte de que se requiere un «impulso decidido» a las medidas de consolidación presupuestaria y a las reformas estructurales. Por ello, pide al nuevo gobierno que se forme en las próximas semanas que su prioridad sea la reducción del déficit con políticas orientadas a retomar la consolidación fiscal y aumentar el crecimiento a largo plazo.
Afirma que durante la recuperación, la reducción del déficit se ha apoyado sobre todo en los «efectos favorables del ciclo económico» y en la disminución de los gastos por intereses gracias a la política del Banco Central Europeo (BCE) de tipos en mínimos. Sin embargo, el Banco de España lamenta que «apenas se han producido avances en la corrección del déficit estructural», lo que «limita» la capacidad de la política fiscal para afrontar un eventual cambio en el ciclo económico.
Así, estima que el déficit cerrará prácticamente este año en el mismo nivel que el ejercicio pasado (2,5% del PIB), mientras que el crecimiento del PIB se ha estabilizado en el tramo final del año y terminará 2019 con un avance del 2%. Conforme a la última información relativa, constata que el déficit público se habría mantenido en 2019 en el mismo nivel del año anterior, lo que sería «insuficiente» en términos de requerimientos de sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo.
El empleo crece en cotas «más reducidas»
A su vez, también ve preciso retomar la agenda pospuesta en los últimos años de adopción de las reformas necesarias para «aumentar la productividad de la economía y su capacidad de creación de empleo». En este sentido, el informe subraya que en los últimos meses se ha mantenido un ritmo de creación de puestos de trabajo «similar» al que viene observándose desde la primavera, más moderado que con anterioridad.
En concreto, la evolución del empleo hasta noviembre sugiere que en el último trimestre del año podría ser, como en el tercero, del 0,4%, lo que supone una «estabilización» del ritmo de creación neta de puestos de trabajo «en cotas más reducidas» que las de 2018, cuando los crecimientos intertrimestrales se situaron entre el 0,7% y el 0,8%.
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