lunes, 16 de diciembre de 2019

Lo comido por lo servido...

Los ovetenses reciclan el doble que hace quince años pero generan más residuos

Un vertedero ilegal en una parcela de los terrenos del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). / FOTOS: ALEX PIÑA
Un vertedero ilegal en una parcela de los terrenos del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). / FOTOS: ALEX PIÑA

El servicio de Basuras recogió 80.006 toneladas de desperdicios en 2018 y 67.016 se depositaron en los cubos negros

ROSALÍA AGUDÍNOVIEDO.

El objetivo está aún muy lejos de alcanzarse, a pesar de que el tiempo apremia. El Congreso de los Diputados aprobó hace siete años una nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados para adaptarse a una directiva europea que obligaba a las autoridades competentes a tomar medidas para que antes de 2020 la mitad de los desperdicios urbanos sean separados para su reciclaje, sin embargo, la cifras en Oviedo están muy lejos de lograrse.
El servicio de Basuras recogió el año pasado 80.006 toneladas, de las que 5.932 se depositaron en el cubo azul (papel y cartón), 3.259 en el amarillo (envases) y 3.797 en el verde (vidrio). Las 67.016 toneladas restantes fueron a parar al negro. Si bien es cierto que los ovetenses reciclaron el año pasado más. Se introdujeron más bolsas en los recipientes más coloridos, pero los números ni sequiera se acercan a lo exigido por la Unión Europea.


Es más, a pesar de que Oviedo pierde población a pasos agigantados -el número de habitantes disminuyó en 3.653 habitantes en una década-, los desperdicios recogidos aumentan cada año. En 2017, y según se especifica en las memorias del servicio, se generaron 76.938 toneladas de basura. Un año antes, la cifra fue de 75 toneledas, y en 2015 fue de 67.
Las intenciones del gobierno local, al principio, eran buenas. Oviedo fue la primera ciudad española en poner en marcha el método de selección de desechos y, desde entonces, los camiones tienen un doble compartimento: uno para la fracción reciclaje y otro para el resto. Ahora se cumplen quince años desde que Gabino de Lorenzo pusiese en marcha esta medida y los resultados no han sido malos, pero tampoco han ido al ritmo deseado.
Se recicla el doble que hace quince años y el número de envases separados casi se ha triplicado, mientras que el papel y cartón no ha llegado a duplicarse y el vidrio reciclado también se ha multiplicado. Eso sí, el número de basura introducida en el cubo marrón ha decrecido estos quince años: en 2003 se depositaron 79.700 toneladas y en 2018 fue de 67.016. Estos datos contrastan con la evolución de la tasa de reciclaje. Más del 90% de las comunidades de vecinos recibieron en 2018 un ahorro en la tasa de recogida de basuras.

Un nuevo cubo

Los datos de cara al próximo año variarán. Desde abril se ha colocado un cubo más a las puertas de los portales de la ciudad: el marrón. Pero las comunidades no están por el momento obligadas a contratar este servicio. El anterior equipo de gobierno, formado por el PSOE, Somos e Izquierda Unida, dejó un periodo de siete meses de adaptación hasta 2020. Serán entonces cuando se obligue a todas los vecinos a separar la materia orgánica. Se recogerá en la ciudad cada dos días, y en la zona rural se han instalarán recipientes fijos. Trubia, por ejemplo, ya cuenta con él.

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