La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha citado el próximo viernes en Madrid a sindicatos y organizaciones agrarias de Andalucía y Extremadura a una reunión con el fin de analizar el malestar en el campo, especialmente inflamado en estas comunidades. Una de las intenciones es tratar una rebaja de las peonadas necesarias para acceder al Programa de Fomento del Empleo Agrario, el antiguo PER. Las asociaciones de agricultores esperan a ver la propuesta pero temen que, si se reducen como proponía Unidas Podemos, eso aumente la dificultad para contratar y termine de incendiar a los agricultores tras la subida del salario mínimo (SMI).
El pasado 4 de febrero, con las primeras protestas en el campo tras la subida del SMI, el Gobierno afirmó que había tomado nota. "Lo que está pasando en este momento, en España, es lo mismo que habrán tenido ocasión de contemplar que está ocurriendo las últimas semanas y en los últimos meses en Países Bajos, en Francia y en Alemania", afirmó Luis Planas, ministro de Agricultura, tras el Consejo de Ministros.
La cita es para "abordar aspectos varios de la realidad laboral de las empresas, trabajadores y trabajadoras del sector agrario"
Dentro de esa ronda, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, ha citado entre martes y miércoles a los sindicatos de Andalucía y Extremadura a una reunión el viernes en el ministerio. La agenda es abierta -habla de "abordar aspectos varios de la realidad laboral de las empresas, trabajadores y trabajadoras del sector agrario"- y uno de los aspectos es el número de peonadas para cobrar el subsidio, que se percibe principalmente en Andalucía y Extremadura.
Están citados UGT y CCOO de Andalucía además de COAG y Asaja en esas comunidades, donde más beneficiados hay de este subsidio agrario. El Programa de Fomento del Empleo Agrario tenía presupuestados 161,3 millones de euros en 2019 solo en Andalucía.
Actualmente, para cobrar el subsidio hace falta un mínimo de 35 peonadas al año. Con eso, y cumpliendo algunos requisitos, el jornalero tiene derecho a un subsidio durante seis meses. A finales de 2018, el Gobierno de Sánchez las bajó a 20 días en la campaña anterior por una sequía en Andalucía. Un año antes, Fátima Báñez (PP) las había bajado a 30 por otro estiaje. En octubre de 2019, en la campaña electoral, Sánchez anunció en Jaén una rebaja de las peonadas. Lo hizo como una respuesta a los aranceles de Donald Trump.
Las organizaciones agrarias van con recelo a la reunión. Temen que una nueva rebaja suponga más dificultad para contratar y se una a la subida del salario mínimo interprofesional. "Cuando el campo sale a la calle es que ya no tiene más. Clama al cielo ya. El salario mínimo ha sido la gota que ha venido a colmar el vaso. El campo no lo puede asumir", explica Felipe Galloso, de Asaja Andalucía.
"Es echar más gasolina al fuego. Nadie va a querer trabajar", señalan fuentes de las patronales agrarias. El sector teme la interlocución con Yolanda Díaz. Especialmente porque en 2017, Podemos presentó en el Congreso una propuesta para eliminar el número mínimo de peonadas para acceder al subsidio. Lo hizo el hoy vicepresidente, Pablo Iglesias, junto al entonces diputado de Podemos Diego Cañamero, histórico líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
Ese día, Iglesias insistió en que la "dignidad de los trabajadores y trabajadoras agrarias es una cuestión pendiente" y en que la Proposición no de ley que presentaban trataba de acabar "con una estructura económica y política de tipo caciquil que regula el subsidio agrario".
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