"El homenaje es un insulto a las víctimas"
Familiares de los represaliados del franquismo consideran un ultraje la exposición en honor al regimiento responsable de la matanza de Valdediós
Miércoles14 de mayo de 2014
Marcelino Álvarez fue fusilado el 2 de abril de 1938. Su único pecado fue haber sido alcalde pedáneo de la Foz de Casu. Sus restos están enterrados, junto a otros 1.315 represaliados del franquismo, en la fosa común de Oviedo. Su nieto Marcelo Álvarez asiste estos días horrorizado al homenaje impulsado por el Ministerio de Defensa, en colaboración con el Ayuntamiento de Pamplona, a la unidad militar responsable de la matanza de 17 personas en Valdediós. Marcelo Álvarez es portavoz de la asociación vasca Ahaztuak 1936-1967. El nombre del colectivo, en euskera, es de por sí esclarecedor. Ahaztuak, empeñada en la recuperación de la memoria, significa olvidados, olvidadas. "El homenaje es un insulto a las víctimas", comenta. "Es, además, doloroso y preocupante". "Doloroso porque, lejos de reconocer a los represaliados del franquismo, elogia sus verdugos", señala. "Y preocupante porque banaliza unos hechos tremendamente graves", añade.
"Nos machacan sobre lo ya machacado", comenta Marcelo Álvarez. Ahaztuak tiene previsto convocar una movilización de denuncia pública el día 23 en Pamplona. Al mismo tiempo, la asociación quiere invitar al historiador y profesor de la Universidad de Oviedo, Rubén Vega, para que explique el papel desempeñado por el Regimiento América durante la represión en Asturias.
El hoy llamado Regimiento América 66, antiguo América 23, fue la unidad militar en la que se encuadraron las Brigadas Navarras y el Batallón Arapiles, autor de la masacre de Valdediós. La matanza tuvo lugar el octubre de 1937. Los trabajadores del Psiquiátrico de La Cadellada y los enfermos se habían instalado previamente en Valdediós huyendo de las tropas franquistas. El 26 de octubre el batallón navarro exigió al personal que organizara una fiesta con baile incluido. Los soldados violaron a las enfermeras y les obligaron a cavar su propia fosa junto a sus compañeros de infortunio antes de la matanza. Los restos mortales de los 17 asesinados fueron exhumados en julio de 2003 por un equipo dirigido por el forense Francisco Exteberría.
Ahora, el Ministerio de Defensa, con el apoyo de UPN y el PP navarro, tiene previsto homenajear a los verdugos. La exposición 1764-2014. Historia de 250 años de servicio a España se inaugurará en la Ciudadela de Pamplona el 23 de mayo si la creciente presión social no lo impide. La plataforma change.org lleva recogidas 23.000 firmas en señal de protesta.
MEMORIA Y REPÚBLICA
Rafael Velasco preside la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR). Define este homenaje como un "escándalo" que "hiere los sentimientos de todas las víctimas del franquismo". Velasco recurre a una analogía y señala que, si se aplicasen los mismos criterios que se usan en el terrorismo, estaríamos ante un "enaltecimiento de la violencia". El presidente de FAMYR subraya que las autoridades deberían reconsiderar su actitud, pedir disculpas y suspender la exposición. "Es inaudito. Nadie homenajearía hoy a una brigada fascista en Italia o nazi en Alemania", destaca.
Memoria y República estudia estos días la posibilidad de encontrar algún resquicio legal que permita paralizar la exposición. Es complicado. La propia ley de memoria histórica, como denuncia Velasco, es tan timorata que resulta muy difícil acogerse a ella para tratar de suspender este tipo de actos. "Asistimos todos los años impotentes a homenajes franquistas en el Valle de los Caídos", señala.
Como presidente de la federación, Velasco siente que el homenaje es una ofensa para las víctimas. Recuerda que, más allá de los asesinatos impunes, las familias de los represaliados tuvieron que soportar 40 años de marginación política, de penurias económicas y de humillaciones constantes por situarse en el bando de los vencidos, de los no afectos al régimen. "La impunidad sigue existiendo", comenta. Rafael Velasco saca a colación la imposibilidad de juzgar en España a Billy, el Niño y a El Muñecas. "La ultraderecha se extiende hoy por Europa y exposiciones como las de Pamplona contribuyen a ayudar a que el fenómeno se repita en España", concluye.
Su compañero de la federación Juan Cigarría pone el acento sobre los organizadores del homenaje. Cigarría califica de "asombroso" que sea el Ministerio de Defensa --un "acto de Estado"-- quien promueva la exposición. El miembro de FAMYR carga, como su colega, las tintas sobre la ley de memoria histórica que se quedó, a su juicio, en una "carta de intenciones" y que no ha evitado que Oviedo siga acogiendo anualmente homenajes a Franco, que los golpistas del 23F celebren con una paella el alzamiento o que los campos de fútbol exhiban pancartas fascistas. Cigarría sostiene que solo la presión social puede evitar el homenaje. "Los ciudadanos tenemos que hacer llegar a la Administración que no lo consentiremos".
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