«El plan de Olloniego es un ejemplo perfecto para la fábrica de La Vega»
José Ramón Fernández Molina explica el proyecto de recuperación del conjunto histórico, que hoy aprueba el Ayuntamiento
«La virtud de planificar: Olloniego es un caso práctico que puede servir a escala teórica para otros elementos como La Vega». Así explica el responsable del plan de recuperación del conjunto histórico de la localidad minera, José Ramón Fernández Molina, las entrañas de un documento que defiende como «flexible» y «ágil» para poder intervenir en el patrimonio y el territorio con «pragmatismo». Tras el visto bueno de la comisión de Urbanismo luego de seis años de trámites, el Pleno del Ayuntamiento lo aprobará hoy de forma definitiva.
«Los planes no pueden quedar se en el mero documento, no pueden ser artefactos teóricos cerrados sobre sí mismos, tienen que implementarse de manera ágil», explica. De ahí que en Olloniego proponga un programa de actuaciones orientadas no solo a la recuperación de la torre, el palacio y el puente, sino que plantea el conjunto como el revulsivo necesario para la recuperación económica y social de la parroquia.
«Acaba la minería y se abandona a su suerte», recuerda Fernández Molina que evidencia que Olloniego, pese a estar ubicado junto a una vía de alta capacidad no disfruta de ninguna de sus ventajas y padece los inconvenientes en forma de contaminación y ruidos.
El paralelismo con La Vega y Santullano, la presencia de una autopista, ser las dos puertas de entrada a la ciudad por el sur y el norte, y el notorio valor patrimonial de ambos conjuntos es evidente para establecer en la segunda un cronograma similar al planteado en Olloniego cuya inversión definitiva está planteada en diez millones de euros.
La reflexión de fondo del plan de recuperación de Olloniego es la de convertir el conjunto monumental en un punto con potencial turístico. Una de las ideas en las que trabaja Fernández Molina es la de crear una suerte de «red de postas» de las ciudades que forman la ruta de La Plata. Olloniego sería la obligada parada para los peregrinos antes de adentrarse en la ciudad, restableciendo así la funcionalidad que en la Edad Media tuvo el conjunto como acceso a Oviedo.
«La metodología sería clara en ambas actuaciones. Un inventario, definición de usos y refuncionalización de los espacios estableciendo sinergias entre los elementos (ocio, museo...), un plan empresarial para justificar la inversión y que pueda funcionar con autonomía y diseño de una marca operativa y comenzar a venderla», prospecta el arquitecto que reniega de algunas de las propuestas que se han lanzado para la fábrica mirando más cerca. «Un buen ejemplo es el Matadero en Madrid. Una dotación urbana, de escala local y metropolitana en la que conviven artes escénicas, espacios expositivos, 'coworking'... La idea del alcalde del recinto ferial puede pasar por ahí perfectamente», indica.
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