«Oviedo quiere 20.000 metros de La Vega y el resto que lo rentabilice Defensa»
ALFREDO CANTELI. ALCALDE DE OVIEDO
El regidor repasa su primer año de mandato, marcado por la crisis sanitaria, y sostiene que «no se ha parado ninguno» de los proyectos en cartera
Alfredo Canteli no se quita la mascarilla durante la sesión de fotos en el Campo de San Francisco, quiere dar ejemplo. «El gel se lleva bien, está en todos los sitios, pero haría la mascarilla obligatoria siempre. Los jóvenes no os dais cuenta, pero podéis coger el virus, llevarlo a casa y contagiar a vuestros padres y abuelos», se preocupa el alcalde, que ni en sus peores pesadillas hubiera imaginado estos tres meses. «Te hablan de pandemias y parece el siglo pasado. Pero no, era real, está aquí y no nos podemos permitir un paso atrás; sería criminal para la economía de la ciudad. Por eso pido responsabilidad a todos, a los vecinos, a los hoteleros...», recalca varias veces en la entrevista con la que este diario repasa el primer año de mandato. «Si llegamos a hacer el 60% o el 70% de lo que habíamos planeado antes de la crisis será un éxito», confía.
-¿Se hubiera imaginado todo lo que ha ocurrido?
-Ni yo ni nadie. Te hablan de pandemias y piensas que no existen, que no existían, pero el problema es que no se fue. Pido responsabilidad. Oviedo es una ciudad privilegiada en este momento, no demos un paso atrás, sería criminal para la hostelería, el comercio... la derrota definitiva. Y lo digo porque creo que estamos funcionando bien, la gente va con bolsas por la calle. El otro día en una mercería me decían que estaban vendiendo más que el año pasado por estas fechas. Quizás sea una excepción pero quiere decir algo. Y vamos a trabajar para que siga así, como con las terrazas, que estuvimos hasta última hora del domingo para sacarlo adelante.
-Les molestó que muchos locales tardaran en abrir.
-No, la gente estaba sin preparar, pero creo que nosotros fuimos ágiles. Y le digo: si hubiéramos consensuado con asociaciones y vecinos no lo hubiéramos hecho. No se podía retrasar y se hizo bien. Que hay molestias, seguro, pero todos tenemos que aportar.
-Por cierto, ¿cómo vivió las primeras horas del estado de alarma?
-Mal, de verdad. Pensaba en la gente en casa y me preocupaba. Fueron momentos muy difíciles. No sabíamos qué iba a ser ni cuánto iba a durar. Con el paso de los días comenzamos con las videoconferencias, activamos de inmediato el plan Oviedo Contigo y empezamos a ver que de esta se podía salir. Y sobre todo me preocupaban las personas mayores.
-¿Y lo que más le impactó?
-Las cifras de muertes cada día y que haya afectado tan de lleno a las residencias. No los sanitarios, que fueron extraordinarios, pero está claro que las residencias no estuvieron a la altura.
-¿Ahora qué le preocupa?
-La noche, los sitios de copas... Creo que no estamos siendo todo los responsables, puede ser un foco de infección tremendo.
-Aparte de las terrazas, tomaron la decisión de peatonalizar, ¿improvisaron?
-Nos empujó a liberar espacios para la gente. Estamos con ello y parece que se acepta bien. Vamos poco a poco. Consolidarlas con obras lleva coste y hay que hacerlo bien. Tendremos que ver la avenida de Galicia, por ejemplo, donde una peatonalización total es difícil pero algo haremos. Animo a los vecinos a que nos den ideas para cada barrio y lo miraremos.
-¿No es contradictorio con lo que decían en campaña acerca de no penalizar al transporte privado?
-Le pongo como ejemplo un hombre casado, con dos hijos, con todo lo que llevan ahora los coches para los críos. Si no tiene dónde aparcar, ¿vendría a Oviedo? No. Y eso que Oviedo tiene una red de aparcamientos consolidada. No podemos limitar eso con el ganar espacios peatonales. Mire, se acaba de inaugurar el aparcamiento de El Vasco con ochocientas plazas.
-Ahora, en fase de reactivación y mirando atrás, fue muy crítico con el Gobierno central y el uso del remanente por parte de los ayuntamientos.
-Lo primero que no me gustó fue la tardanza en decretar el estado de alarma. Quince o doce días antes, y teniendo la experiencia de Italia, lo hubiéramos manejado mejor. Esos días hubo carnavales, fútbol, congresos... el 8-M hubo manifestaciones en toda España. Tengo esa impresión.
-¿Y del remanente?
-La reactivación económica puede hacerse de muchas maneras pero un pilar fundamental es la inversión pública y es muy triste que los ayuntamientos tengamos dinero de los impuestos de los vecinos y no lo podamos invertir. Usted sabe que tenemos proyectos muy importantes que en el transcurso de este año y el próximo podrían tener las obras empezadas.
-¿Incorporaría sin dudarlo los 50 millones?
-No, esto no es tirarse a la piscina ni hacer burradas. En este país se han hecho muchas burradas. Es saber que lo tienes ahí y según desarrollas proyectos lo puedes usar.
-Hable de esos proyectos entonces...
-Es repetitivo pero no hemos cambiado nada que no estuviera en el presupuesto. El Palacio de los Deportes, por ejemplo, queremos convertirlo en lo que fue, un recinto referente en el norte de España. Luego está la entrada, que son tres proyectos, tres tramos. La rotonda de distribución, que si no está el proyecto le faltará poco ya.
-De hecho acaban de aprobar la cuarta versión de los fondos europeos Edusi.
-Estamos con ello, sí. Luego la glorieta de la Cruz Roja y el tramo intermedio que afecta o puede afectar a la fábrica de armas. Estamos esperando a ver si picamos o no picamos la fábrica. Podemos hacerlo sin tocarla, están los dos proyectos que enlazan sin ningún problema. Yo digo que la fábrica valdría el doble si tiene un vial intermedio. A mí lo de tocar la nave personalmente nunca me llenó. Respeto a los técnicos pero me imagino una calle central, en paralelo con la nave...
-Una calle urbana.
-Sí, y automáticamente generas un polígono abierto. Es lo que le plantearemos al Ministerio de Defensa. Si Oviedo se hace con 20.000, 30.000 metros cuadrados, para el recinto ferial, el resto que lo rentabilicen ellos. Eso no es un pelotazo. Si hay una nave que la vendan y que a nosotros nos dejen lo que necesitamos para un espacio cubierto libre. Eso es, Oviedo no lo tiene y es una ubicación preciosa para que las fiestas convivan con la industria y una zona residencial. No es nada más.
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