jueves, 18 de mayo de 2023

Queremos un Bosque para esa Ciudad querida...MÁLAGA.

URBANISMO Málaga vende su última oportunidad para un gran parque urbano El ayuntamiento del PP se desprende del último terreno con potencial verde en el distrito Carretera de Cádiz, una de las zonas más pobladas. Los vecinos luchan desde hace años contra la construcción de tres torres de pisos de lujo Juanele Villanueva Málaga , 14/05/2023

Vista aérea de Málaga en la que se aprecia la magnitud de la zona verde de 17,7 hectáreas que propone realizar BUM.

Vista aérea de Málaga en la que se aprecia la magnitud de la zona verde de 17,7 hectáreas que propone realizar BUM. CEDIDA A diferencia de otros medios, en CTXT mantenemos todos nuestros artículos en abierto. Nuestra apuesta es recuperar el espíritu de la prensa independiente: ser un servicio público. Si puedes permitirte pagar 4 euros al mes, apoya a CTXT. ¡Suscríbete! Cuando se pasea por la zona de Carretera de Cádiz en las mismas entrañas de Málaga, entre ríos de asfalto y bloques de viviendas de más de 15 plantas, se llega a un gran terreno vacío; a un descampao, en su definición más exacta. Sin embargo, en el imaginario colectivo del barrio allí se encuentra un gran parque que los movimientos vecinales, con ayuda de alguna infografía, han elevado a la categoría de bosque urbano. El área Carretera de Cádiz es heredera del boom inmobiliario desbocado de los sesenta. Es una de las zonas más densamente pobladas en la capital de la Costa del Sol y aunque en su momento solucionó un problema de vivienda, en el proyecto original se ignoró algo que hoy se considera tan importante como las zonas verdes. El actual gobierno de la ciudad, del Partido Popular, que lleva más de 25 años en el consistorio, ha vendido el último terreno municipal que tenía potencial para ser un gran parque urbano para la ciudad. Muchos destacan la intención del alcalde, Francisco de la Torres, de dejar un legado de grandes edificios. El proyecto de las torres en los llamados terrenos de Repsol está un poco más cerca y la idea del bosque se marchita. En estos terrenos se encontraban antiguamente unos grandes bidones de la petrolera para almacenar el crudo que luego se mandaba en tren a refinar. El Ayuntamiento los compró y el plan de ordenación urbana de 1983 prometía un gran parque que sirviese de filtro natural contra la contaminación del suelo y el aire y diera un respiro a los vecinos de la zona, aunque a principios de los noventa ya se reservó parte de la parcela para viviendas. En 2006 el equipo de gobierno del Ayuntamiento decidió recalificar los terrenos y acordó construir con la empresa granadina Comarex. Vista aérea antigua de los terrenos con los bidones empleados por Repsol para almacenar crudo. Fuente: BUM. Vista aérea antigua de los terrenos con los bidones empleados por Repsol para almacenar crudo. Fuente: BUM. La crisis de 2008 lo paró todo y Comarex cedió el terreno a Caixa Galicia, que había puesto 12 de los 82,3 millones de euros necesarios para financiar el proyecto. En 2011 se aprobó un nuevo plan de ordenación que permitía la construcción de cuatro torres en esos terrenos, pero al año siguiente Caixa Galicia declaraba que no tenía los fondos para completar los 70,3 millones de euros que faltaban. Así que la ciudad se quedó los derechos urbanísticos de tres de las cuatro torres destinadas a viviendas, los cuatro bloques de VPO y dos zonas de uso terciario. La otra parte quedó en manos de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocida como Banco Malo. Desde entonces, los planes han ido cambiando en los detalles, aunque no en el fondo. El Bosque de Málaga Con este parque se pretendía aliviar uno de los barrios más poblados de la ciudad y con menos zonas verdes La plataforma Bosque Urbano de Málaga (BUM) nació en 2016 para pedir que se volviera al plan del 83, que proyectaba un gran parque en el terreno, de unas 17 hectáreas. Pedro Sánchez, portavoz del BUM, admite que para conseguir una zona arbolada es necesario cambiar el PGOU: “Esta modificación no ha sido posible a través del diálogo con el equipo de gobierno del PP ni con el alcalde Paco de la Torre, que nunca ha escuchado nuestros argumentos y propuestas, cerrándose en banda a estudiar la demanda vecinal”. Con este parque se pretendía aliviar uno de los barrios más poblados de la ciudad y con menos zonas verdes. El Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) de la ciudad, en su informe de 2021, señalaba que el barrio tiene 3,22 m2 de zona verde por habitante. La media de Málaga es 9,22m2 y la UE recomienda 20 m2. También, la Organización Mundial de la Salud aconseja un parque de al menos 500 m2 a menos de 300 metros de cualquier vivienda urbana. Sánchez ha estado en la lucha desde el principio. Para él, lo que el barrio necesita es un pulmón, un gran parque verde: “Nuestro objetivo, la modificación del PGOU, sigue estando plenamente vigente. Para nosotros, la venta de la parcela no tiene mayor importancia, ya que entendemos que el actual PGOU no cumple con los parámetros ambientales y que por tanto debe ser modificado. Actualmente hay abierto un contencioso administrativo donde nosotros pedimos a la justicia que se pronuncie sobre esta falta de adecuación del PGOU a los parámetros ambientales. Estamos esperando”. Desde que empezaron la campaña, el BUM ha plantado más de 300 árboles autóctonos como encinas, robles o algarrobos y un sinfín de especies arbustivas. El bosque del futuro ha servido para reunir a muchas personas del barrio que han hecho piña de voluntarios para plantar, limpiar, donar y hacer campaña en las redes sociales. En los últimos años, sus voces han sido las más escuchadas en las manifestaciones por el clima en Málaga. Aunque los terrenos están vendidos en la práctica, aún faltan los permisos medioambientales y de construcción. Ecologistas en Acción Málaga Ciudad, que también forma parte del BUM, recuerda que aún no se han hecho los trabajos de descontaminación, por lo que a día de hoy sería ilegal trabajar en ellos. Para Ana María Sala, portavoz del grupo ecologista, otro de los beneficios de plantar árboles es que descontaminan: “Estamos perdiendo la última oportunidad de tener un gran parque en la ciudad, como otras ciudades como Madrid, Sevilla, Zaragoza que lo tienen. Málaga, con la proyección que tiene, debería tener uno, y nos estamos quedando sin espacio”. Grupos de vecinos plantando árboles en el área. Fuente: BUM. Grupos de vecinos plantando árboles en el área. Fuente: BUM. Sánchez, por su parte, explica que el Ayuntamiento ha acelerado la venta “porque estaba perdiendo el debate público. Paco de la Torre quiere decir que los terrenos ya están vendidos, que ya no son públicos y el Ayuntamiento no puede hacer el Bosque Urbano. Por eso el interés de venderlo incluso por debajo del precio por el que el Ayuntamiento lo adquirió, y a pesar de la falta de algunos trámites”. La constructora Urbania pagará 66,4 millones de euros por el terreno. Una cifra por debajo de los 70 millones por los que lo había tasado el Consistorio El Ayuntamiento va a dar luz verde a la única oferta que quedaba de las diecisiete que hubo en su momento para edificar la zona. La constructora Urbania pagará 66,4 millones de euros por el terreno. Una cifra por debajo de los 70 millones por los que lo había tasado el Consistorio. La situación administrativa es compleja porque faltan procedimientos fundamentales. Por ejemplo, el expediente de aprobación del proyecto de urbanización está parado ante más de 600 alegaciones que presentaron los vecinos. “También está sin aprobar el proyecto el proceso de descontaminación (del crudo que había allí anteriormente) y la autorización ambiental unificada, y para colmo el proyecto de movilidad de todo el sector no cumple con la normativa vigente de carreteras”, recuerda Sánchez. Pisos de lujo Málaga Tree (6,5 hectáreas), el proyecto que ha ganado el concurso público, no es el más grande de la constructora Urbania, que tiene otros planes como el Distrito Z (10,8 hectáreas) también en Málaga, Les Roques en Barcelona (11,4 hectáreas) o la masiva Novo Pacajus en Brasil (198 hectáreas). El proyecto para los terrenos de Repsol contempla tres torres de villas residenciales de 32, 30 y 28 plantas, más un zócalo comercial de cuatro plantas, todo ello sobre un jardín verde que estará abierto al público. Los proyectos los lideran reconocidos estudios de arquitectura, que quieren fusionar lo macizo del hormigón con lo orgánico de la vegetación. También hay un espacio reservado a VPO. El estudio danés Bjarke Ingels Group, al cargo de la torre más alta, busca el concepto de villas superpuestas con terrazas a doble altura con grandes árboles. El socio fundador dice: “La idea básica es una torre que minimiza su huella en el suelo para dar espacio al parque, y se amplíe conforme subimos en altura para crear la máxima superficie posible de jardines para los residentes de las villas verticales”. El proyecto para los terrenos de Repsol contempla tres torres de villas residenciales de 32, 30 y 28 plantas El Japonés Toyo Ito, premio Pritzker en 2013, junto al español Fermín Vázquez, estarán al cargo de la torre de 28 plantas, y propone tres volúmenes de forma regular en altura recorridos por grietas de vegetación. El despacho Morph, César Frías al frente, se encargará de la torre de 30 plantas y de la edificación comercial, que se llamará Hedera, comúnmente llamada hiedra. Ico Montesino, arquitecto malagueño con base en Berlín, se pregunta cuánto hormigón y acero extra supone este diseño: “Hay que hacer un análisis holístico, desde su construcción pasando por su uso y pasando por un posible desmantelamiento futuro para saber si es realmente beneficioso. Los árboles necesitan tierra y agua y eso pesa bastante. Más importantes son los materiales usados y la orientación”. ¿Todos en contra de la torre? La consecución de un gran parque en la zona de Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero ha originado una larga lucha entre los vecinos y el Ayuntamiento. Mientras el BUM enviaba cartas a las promotoras, el alcalde defendía su proyecto haciendo cuentas con los dedos y prometiendo que con el dinero que se consiguiera de las torres se podrían hacer muchos más parques. La plataforma Bosque Urbano trató de paralizar de forma cautelar la subasta de los terrenos municipales de Repsol y la jueza desestimó la demanda y le impuso el pago de las costas. La cuantía de esas costas, que el Ayuntamiento llegó a cifrar en 200.000 euros, ha supuesto un nuevo motivo de enfrentamiento entre la plataforma de vecinos y el equipo municipal. El alcalde ha prometido que con el dinero que se conseguiría de las torres se podrían hacer muchos más parques El socialista Daniel Pérez, líder de la oposición y candidato a la alcaldía, declaraba en febrero a Europa Press que el 60% de los malagueños prefería un gran parque, haciendo referencia a un encuesta de Celeste Tel, y exigía que esos terrenos “se conviertan en el gran pulmón verde que demanda la ciudadanía”. También recordaba el problema de vivienda que asedia a los malagueños; especialmente a los jóvenes: “Nuestro modelo de ciudad no son más rascacielos a un millón de euros la vivienda, como es el caso de las Torres del Río en La Térmica, mientras que miles de jóvenes se van de la ciudad por no encontrar alquiler ni compra de vivienda asequible”. Rosa Galindo, secretaria de Equo-Verdes, ha hecho campaña en favor de dedicar la totalidad del terreno a un parque. Galindo sostiene que estas torres, y otros desarrollos urbanísticos, favorecen la especulación que existe en la vivienda de Málaga. “El 45% de las viviendas de nueva construcción que se compra, se hace sin crédito hipotecario, eso quiere decir que lo están comprando los fondos de inversión; y la gente que quiere seguir especulando con la vivienda”. Desde Equo-Verde recuerdan que Málaga tiene un serio problema con el efecto de la isla de calor que forma la ciudad en su centro sin apenas vegetación y denuncia que una de cada tres muertes por calor se podrían haber evitado con una mejor infraestructura verde. Además, el Ayuntamiento recibió otro toque de atención desde el Observatorio de Medio Ambiente Urbano, que destacaba en un informe que muchas de las iniciativas en la ciudad “muestran una imagen de vuelta a los años setenta donde las prioridades de grupos económicos prevalecían sobre la forma urbana como reflejo de un planteamiento inexistente, y hoy en día frecuentemente superado”. Málaga Tree no es el único proyecto que levanta ampollas en la ciudad; están, por ejemplo, la torre del puerto, el plan litoral, que empieza con el soterramiento de 2,3 kilómetros de una de las principales arterias de circulación, o el proyecto de metro, que después de casi 20 años ha llegado al centro de la ciudad y ahora empiezan las obras para llevarlo hasta la zona Este. * El Ayuntamiento de la ciudad no ha respondido a las preguntas del periodista para la elaboración de este reportaje. AUTOR > Juanele Villanueva

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