"Bruselas rechaza la independencia de Cataluña dentro de la UE", titula El País. El diario revela el contenido deuna carta dirigida el 4 de octubre por Viviane Reding, vice-presidenta de la Comisión Europea, al Gobierno español. La comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales de la UE se muestra en ella "favorable a la tesis" expuesta en una misiva previa que le había sido dirigida por el secretario de Estado español de Asuntos Europeos, Iñigo Méndez de Vigo.
Frente a las reivindicaciones independentistas en Cataluña, Méndez de Vigo invocaba el artículo 4.2 del Tratado de la Unión Europea, que defiende que la UE "debe respetar la integridad territorial de sus miembros" y "no puede reconocer una declaración unilateral de independencia de una parte de un Estado miembro". Respuesta de Reding: "Coincido plenamente con el análisis del marco constitucional europeo" desarrollado en la carta.
La revelación de este apoyo de Bruselas a Madrid llega en plena campaña electoral para las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 25 de noviembre en Cataluña, a las que podría seguir la celebración de un referéndum sobre la independencia de la región en el plazo de 4 años. Para el diario madrileño, el mensaje es
echa agua fría a las calenturas del nacionalismo. [...] No cabe, pues, jugar con los votantes para hacerles creer que la UE acogería encantada a una parte desgajada unilateralmente de España.
El País critica igualmente la posibilidad de que Cataluña se convierta en Estado independiente en 2020, plazo evocado en el programa electoral de CiU (nacionalistas de centro-derecha), el partido de Artur Mas, presidente de la Generalitat:
Lo prolongado del plazo puede tener que ver con un primer reconocimiento nacionalista de las dificultades que su aventura va a encontrar para que Cataluña sea admitida, sin más, como un Estado en Europa. [...]
Y para ser más claro aún frente al impulso independentista en Cataluña, Madrid muestra su falta de entusiasmo por la secesión escocesa, añadeFinancial Times.
Una vez fijado el referéndum sobre la independencia de Escocia para 2014, Alex Salmond, el primer ministro escocés, ha declarado que Escocia se convertiría en miembro automático de la UE si se separara del Reino Unido. Pero no es esta la opinión del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que declaró la pasada semana que una Escocia independiente "tendría que ponerse a la cola" para pedir la adhesión a la UE. Y añadió:
Escocia tendrá que pedir su incorporación a cualquier organización si opta por la independencia [...]. No cabe esperar que los escoceses participen en las reuniones de la UE tras haber conseguido la víspera su independencia. La Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo no lo aceptarán.
Según el diario económico,
Los burócratas de la UE han declinado precisar la posición- en el ámbito jurídico- si Escocia se separara del Reino Unido, arguyendo que no hay precedente. Pero , hay una casi unanimidad sobre el hecho de que todo país nacido de una separación de un país miembro debería realizar una demanda de adhesión.