sábado, 31 de agosto de 2019

Carreño cae en un durísimo partido ante Goffin.

US Open 2019: Así ha sido la jornada para los españoles en el día 5

Por Eurosport
Hace 20 horasActualizado Hace 5 horas

En la quinta jornada del US Open 2019 tan solo participarán dos españoles en los cuadros individuales. Pablo Carreño Busta y Feliciano López disputarán sus encuentros de tercera ronda en este último Grand Slam de la temporada.

El español Pablo Carreño cayó este viernes en la tercera ronda del Abierto de EE.UU. tras un durísimo duelo contra David Goffin, de tres horas y 40 minutos, y que acabó con triunfo del belga por 7-6 (5), 7-6 (9) y 7-5, que le posibilita ser el próximo rival del suizo Roger Federer.
Solo el primer set se alargó una hora y diez minutos, y terminó con un desempate que se apuntó el belga, número 15 de la ATP.
VIDEO - US Open 2019, Pablo Carreño: "Poco a poco, no voy a volver fácil al top-10"
01:51
La segunda manga fue más de lo mismo: un alto nivel de tenis por parte de ambos jugadores que desembocó en otro desempate, que también se apuntó Goffin tras más de una hora y cuarto de pelea.
En el tercer set a Carreño, actualmente en el puesto 69 de la clasificación mundial, le empezaron a fallar los restos ante el potente primer servicio de su contrincante, lo que llevó a que esa manga fuera notablemente más rápida.

La Sabatína de Gregorio Morán....



Voz Pópuli-No se fíen de las apariencias. Cada vez que parecen más evidentes las elecciones, más cercanos estamos de que se forme un nuevo Gobierno. No sé qué más necesita Pedro Sánchez para decidir que él será presidente y los demás súbditos.
Ha convertido a sus inevitables compañeros de viaje en unos desnortados que por la mañana le exigen explicaciones sobre los barcos en el Mediterráneo y después de comer les basta con la vicepresidenta, no vaya a ser que Sánchez se enfade y luego les castigue con otro desplante, que bastantes han tenido como para reincidir. Deberían aprender de Cantabría; como aprueban lo que les echen ya tienen licitada la autovía que exigían. El poder es rápido cubriendo los gastos de quien le sirve sin hacer preguntas.
Dentro de la perplejidad cotidiana en la que estamos metidos llama la atención el silencio de oposición y aliados frente a las reuniones del presidente con las denominadas “asociaciones y colectivos sociales”. En primer lugar, por el anonimato que las envuelve. ¿Quiénes son? ¿A quién representan? A tenor del tiempo que el presidente les dedica han de ser tantas y tan representativas que me tengo por un idiota al no haberlas conocido antes. No sería grano de anís saber en condición de qué las convoca, porque si se tratara de un auténtico presidente en funciones y de vísperas electorales estaríamos ante un ejercicio de dudosa condición democrática. Algo similar a hacer gimnasia electoral exhibiendo sus facultades antes de que se dé la orden de salida. Y si lo hiciera para mejor conocimiento de la realidad social no habría prueba mayor de su desparpajo.
El mayor éxito de la fábrica de mentiras que ha instaurado Iván Redondo en La Moncloa consiste en esa modernez que da en llamarse “discurso”
Esas fantasmales asociaciones de la sociedad civil, ¿además de anónimas, son mudas? Hasta ahora no he escuchado ni una sola palabra de su boca. ¿No serán el último invento del asesor Iván Redondo, ese prestidigitador que ejerce de vicepresidente “en funciones”? Si la memoria no me falla me acuerdo de él sirviendo a García Albiol, el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Badalona. ¿O era otro? La verdad es que la personalidad de los cerebrinos en la sombra de los políticos cambia tanto que uno empieza a dudar si usan pseudónimos.
El mayor éxito de la fábrica de mentiras que ha instaurado Iván Redondo en La Moncloa consiste en esa modernez que da en llamarse “discurso”. Todo político que se precie exhibe las mismas mentirijillas o patrañas de toda la vida, pero carecían de la raigambre que otorga la palabra discurso. El discurso, en su variante política, está engarzado con la creencia de que se enuncia ante gentes que están en el secreto, a personas que saben de qué va la cosa, que para eso escuchan tertulias de diferente pelaje y leen periódicos señeros, aunque se detengan en los titulares.
Los titulares nunca fallan. Paco Fernández Ordóñez, que había sido alto cargo en el franquismo y ministro con Adolfo Suárez y Felipe González, amén de otro montón de cargos y canonjías públicas y privadas, solía sorprender a los periodistas cuando le preguntaban si deseaba leer las entrevistas antes de publicarse. Con su simpatía habitual replicaba: “No es necesario, joven, no es necesario. Basta con ponernos de acuerdo en los titulares, que es donde se fija la gente”.
El diario de referencia de la mañana ha vuelto a los titulares con verbo en futuro, cuando es sabido que en periodismo hay que usar el tiempo por venir cogiéndolo con pinzas. Así por ejemplo si usted afirma “Interior retirará las concertinas de Ceuta y Melilla a finales de año”, en primera página y a dos columnas, sepa que está haciendo propaganda del Gobierno y que miente a sabiendas y por dos veces. Primero, porque de aquí a finales de año nada es previsible en política, y segundo y más importante, porque entra dentro de toda probabilidad que el señor ministro del ramo, Grande Marlaska, no estará en el cargo. En otras palabras, la información no es más que propaganda ministerial que cobrará quien corresponde.
Todos dicen abominar de lo políticamente correcto, pero se practica como la forma inquisitorial del siglo en que vivimos
Todos a una se han prodigado ensalzando el papel estelar del autoproclamado presidente Sánchez durante las sesiones del G-7. Parece que Macron le concedió un privilegio único tratándose de una economía de menor cuantía como es la nuestra. Por esos derroteros de la autosuficiencia se ha caído de la información el pequeño detalle de que la invitación a España iba acompañada de otros tantos mandatarios invitados, en número de ocho, donde figuraban Burkina Faso, Egipto, Ruanda, Senegal, India, Chile, Australia y Sudáfrica. Todos compartieron cena y pasillos, que no poder. A veces nuestros medios de incomunicación, tan patrióticos, desprenden un halo de tiempos ya idos.
Habría que instaurar una sección informativa que se llamara “desvelación de mentirosos”. No es algo tan difícil por más que se necesite un cuerpo social, no precisamente una asociación civil, que lo demande. “Le Canard enchaîné” en Francia cumplió durante muchos años esa función y pagó por ello. Al fanatismo, como al narcotráfico, no les gusta aparecer en los papeles y se paga con la vida de los informadores. Lo que sucede en México exigiría una atención mayor porque no es equiparable a cualquier otro país. No es el Estado el que mata sino el narcotráfico que se oculta en él. Nada que ver con lo nuestro. En España los delincuentes siguen gozando del privilegio de su anonimato, ley no escrita pero dictada por el miedo. Usted puede leer detenciones de peligrosos mafiosos sin la más mínima referencia, ni cómo se llaman ni de dónde proceden ni dónde viven. Ese silencio tiene mucho de criminal por cómplice. Las informaciones delicadas, ya sean políticas o delictivas, cada vez se parecen más a ejercicios de fe; hay que creerlas porque así lo marcan quienes presuntamente se encargan de proteger a la ciudadanía.
Todos dicen abominar de lo políticamente correcto, pero se practica como la forma inquisitorial del siglo en que vivimos. ¡Quién nos iba a decir que la querencia popular pida sangre y violencia al mismo tiempo que se indigna cuando se lo cuentan bajo la forma de basura!.
El elogio más simple aplicado a quienes usamos la pluma es el que se expresa con una frase definitiva. “Coincido casi en todo con lo que usted escribe”. ¡Como si a uno le entregaran el título de plumilla de honor para gentes sensibles! ¿Acaso cambiaría algo el que no coincidiera? Pues sí, cambiaría y mucho, porque la única mierda que no huele mal es la propia.

Vaya par de...desconfiados!!!

El embrollo español de la investidura es relativamente sencillo de describir aunque, en los términos en los que se plantea, casi imposible de resolver. Solo hay un presidente posible, eso es cierto. Este podría componer varias mayorías de gobierno por su izquierda y por su derecha, pero solo acepta gobernar en solitario. Lo que no se ganó en las urnas y lo que los demás partidos no están dispuestos a entregarle.
El aspirante ha dejado claro que no confía en nadie salvo en su persona. No quiere compartir el Gobierno con Podemos —admitiendo un alto grado de coincidencia programática— porque descree de su lealtad. Su desconfianza de la derecha es ontológica: no se fía de ella por el mero hecho de ser derecha. Tampoco se fía de los independentistas, aunque acepta gentilmente sus apoyos.
Lo notable es que aquel que de nadie se fía exige a los otros que realicen un acto de fe ciega, otorgándole un contrato presidencial de cuatro años sin cláusula de rescisión. La causa más poderosa del bloqueo no está en el artículo 99 de la Constitución, que regula la investidura, sino en el 133, que obliga a articular una mayoría absoluta en torno a un candidato alternativo para destituir al presidente del Gobierno. Eso pesa como una losa en el ánimo de unos y otros. En el de Sánchez, porque sabe que, una vez elegido, nadie lo podrá echar. Y en el del resto de los partidos, por el mismo motivo: son conscientes de que podrían hacer la vida difícil a Sánchez, paralizar el Parlamento —como, de hecho, lleva paralizado desde 2015—, pero no sacarlo de la Moncloa ni provocar unas elecciones que solo él tendría la potestad de convocar. Conociendo al personaje, pagar tal peaje resulta temerario.
En este Parlamento, ni Sánchez se fía de nadie ni hay nadie que se fíe de Sánchez. Todos sospechan de todos, y todos con razón. Los actuales líderes políticos han dado motivos de sobra a los demás —incluidos sus compañeros de partido— para esperar una puñalada a la vuelta de cualquier esquina. La justificada presunción de deslealtad ha pasado a ser la norma que rige la política española. Tratándose de Pablo Iglesias y Sánchez, esa presunción es un axioma. Por eso hacer depender la elección presidencial de la confianza o desconfianza entre partidos conduce irremisiblemente a un callejón sin salida. Hay que sacar la confianza de la ecuación para sustituirla por las garantías, que es lo que no termina de ofrecerse.
Si no hay confianza entre el PSOE y Podemos para compartir un Gobierno, mucho menos debería haberla para elegirlo y sostenerlo con el endeble vínculo de un texto programático. Sánchez alega la mutua desconfianza para vetar un Gobierno de coalición, pero ese recelo no le estorba para cortejar a Podemos como aliado y proclamar lo mucho que los une. Su discurso le delata: sabe que incumplir un pacto es mucho más costoso si el socio está dentro del Gobierno que si está fuera. El tema nuclear de esta absurda no-negociación es el precio de la traición presentida. La de los hipotéticos ministros de Podemos al Gobierno que no dudarían en reventar llegado el momento, y la de Sánchez a un acuerdo programático que quebrantaría en cuanto le conviniera.
Sánchez alega la mutua desconfianza para vetar un Gobierno de coalición, pero ese recelo no le estorba para cortejar a Podemos como aliado
El argumento de que un Gobierno de coalición exige un alto grado de confianza entre los socios es, al menos, equívoco. La cosa funciona más bien al revés: cuando dos partidos se ven obligados por las circunstancias a acompañarse en un proyecto de gobierno y no se fían el uno del otro, la única garantía real para ambos es el reparto efectivo del poder.
Está sucediendo ahora mismo. En Italia, la aversión entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático es mucho más intensa que entre Podemos y el PSOE. Ambos necesitan imperiosamente parar a Salvini, y solo pueden hacerlo aliándose. Pero si el M5E, que tiene más fuerza electoral y parlamentaria que el PSOE, hubiera demandado al PD que le permitiera gobernar en solitario sin otra caución que un pacto programático, el corte de mangas habría resonado en toda Europa. Con frecuencia, la coalición no es un acto de amistad, sino de protección mutua. Algo parecido podría decirse del Gobierno alemán que comparten conservadores y socialdemócratas.
Da igual que el PSOE presente hoy 300 o 300.000 medidas, dicen que para seducir a Podemos. Lo que Podemos necesita para apoyar a Sánchez no son cantos de sirena ni presiones mediáticas, sino poder o libertad de acción. Entre otras cosas, para defenderse de Sánchez. Ambos parten de la traición mutua asegurada. Paradójicamente, por ahí podría venir la solución.
En las próximas tres semanas, correrán en paralelo dos hechos que se repelen entre sí: una negociación contra el reloj para formar Gobierno y una precampaña electoral lanzada ya a todo gas. Lo que sirve para la precampaña es nocivo para la negociación de gobierno, y viceversa. Por ejemplo, lo de las 300 medidas de Sánchez forma parte más de la precampaña que de una negociación seria. Por cierto, ¿ha caducado el programa de gobierno que presentó en el Congreso en julio?
Lo de las 300 medidas de Sánchez forma parte más de la precampaña que de una negociación seria
Lo que Pedro dice a Pablo evoca aquella frase memorable de Clint Eastwooden 'El bueno, el feo y el malo': “El mundo se divide en dos categorías: los que tienen el revólver cargado y los que cavan. Tú cavas”. Pero sospecho que Iglesias, que no nació para cavar, también ha visto la película y recuerda otra frase: “Duermo tranquilo porque mi peor enemigo vela por mí”. Así está el patio cuando lo único normal que sucede en España es que el final de agosto coincide con el principio de septiembre.

La Púnica cogerá un Alsa camino de la Audiencia ...

El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, imputará esta próxima semana, previsiblemente el mismo lunes, a las expresidentas de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes en la pieza de la trama Púnica en el que se investiga la financiación irregular del PP regional. El magistrado aceptará de este modo la solicitud realizada hace unas semanas por la Fiscalía Anticorrupción y también citará como investigados a los exconsejeros madrileños Manuel Lamela Juan José Güemes, informan a El Confidencial fuentes jurídicas.
El magistrado prepara, a partir de la segunda semana de septiembre, una intensa ronda de declaraciones para desentrañar las responsabilidades de la caja B de la formación autonómica y otras piezas de la trama, como Cofely o la que investiga la construcción de centros escolares. Una cuarentena de personas circulará por la Audiencia Nacional. Responsables políticos, funcionarios y también responsables de empresas. A la cabeza, Indra en la etapa de su expresidente Javier MonzónTanto este como la propia compañía se incluirán en el largo listado de imputados, en el que figuran otros nombres como en el del exdiputado de la Asamblea de Madrid y exconsejero de Medio Ambiente Borja Sarasola, el exdirector de la Agencia Informática y de Comunicación de la Comunidad (ICM), Silvano Corujo y el consejero delegado,José Martínez Nicolás. Solo en la semana del 9 de septiembre serán citadas 18 personas.


En definitiva, circularán ante el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional los protagonistas de más de una década de corrupción en las arcas del partido del PP y lo harán justo cuando el nuevo ejecutivo, a las órdenes de Isabel Díaz Ayuso, comienza su andadura. La declaración de Francisco Granados no está prevista aunque el ex vicepresidente madrileño tiene la intención de acudir de forma voluntaria tras escuchar a los nuevos imputados.
A examen los indicios recabados en los últimos informes de la Guardia Civil en los que se implica a Esperanza Aguirre en la trama liderada por el exconsejero y antiguo número dos del PP regional, Francisco Granados. La Unidad Central Operativa sostiene que el PP de Madrid se financió con donaciones ilegales de Indra, dinero que llegó a la formación a través de una red societaria controlada por testaferros y empresarios amigos. El flujo de estos fondos irregulares se habría mantenido activo al menos entre 2008 y 2013, permitiendo a los populares madrileños inyectar en su caja B un total de 1.054.247 euros.

Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, en un desayuno informativo. (EFE)
Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, en un desayuno informativo. (EFE)
La citación de las dos máximas responsables 'populares' autonómicas se acompañará de la del también expresidente, Ignacio González, ya imputado en esta pieza 9 de la trama pero al que el juez quiere volver a escuchar. Aguirre y Cifuentes serán citadas en último lugar, una vez declaren al resto de cargos intermedios y responsables de las compañías que se emplearon, presuntamente, para dopar a la formación en tres citas electorales: las autonómicas y las municipales de 2007 y 2011 y las generales del 2008. Se interrogará a los tres por su conocimiento del flujo de estos fondos en negro. Dinero que viajó desde Arpegio o Fundescam o empresas como Licuas y Swaten la zona privada.

Grado de responsabilidad

En el caso de Aguirre, la tesis de la Fiscalía apunta al liderazgo de la expresidenta en el seno de la información. En opinión de las fiscales no es posible sostener que el entramado funcionó durante años sin su conocimiento y, menos aún, a la vista de los cargos que desempeñaba. Además de encabezar el partido en Madrid, se encontraba directamente vinculada con Fundescam, una de las puertas de la financiación irregular, y figura en algunas de las cuentas que sirvieron para recibir estos fondos opacos.


Las responsabilidades de Cifuentes también la vinculan con un presunto conocimiento de lo que sucedía en el sótano del partido. Fue, entre los años 2004 y 2008, secretaria de Política Territorial del partido y para las elecciones de 2007 fue, además, responsable de movilización de la campaña del PP. Ignacio González ejerció como director de campaña de Madrid y parte de los fondos partieron de la red cuyo liderazgo se le atribuye en la otra gran causa de corrupción sobre Madrid, la Lezo.
La causa acumula más de 200 investigados y 16 piezas separadas, número que Anticorrupción pretende reducir ahora a 11. El tronco de las pesquisas se centró inicialmente en el exconsejero madrileño Francisco Granados y el empresario David Marjaliza, pero a cada paso que se daba en la investigación, nuevas ramas afloraban en el caso Púnica: la de la financiación ilegal del PP; la pieza sobre la trama en León, en la que está procesado el expresidente de la Diputación Marcos Martínez; la que pone el foco en Murcia, que hizo caer al expresidente de la comunidad Pedro Antonio Sánchez; la que se refiere a la empresa de eficiencia energética Cofely, filial de la compañía energética francesa GDF Suez...

PODEMOS en el laberinto...

Voz Populi-Podemos se acerca a su hora más oscura. La formación de Pablo Iglesiasestá intentando remontar la imagen de culpable del bloqueo, pero cada día se topa contra el muro socialista. La renuncia en julio a una vicepresidencia y tres ministerios se está convirtiendo en una pesadilla. A nivel de base y entre algunos dirigentes se percibe la frustración: “Hay desánimo porque la gente está tirando la toalla, y los anticapi [corriente interna anticapitalista] quieren quedarse con todo el partido”, comentan en el entorno de Podemos.
Iglesias está intentando recuperar el terreno perdido. Después de la investidura de julio dejó pasar unos días, y el 19 de agosto propuso cuatro fórmulas de gobierno, que el PSOE rechazó cuatro horas después. La noticia ni trascendió. Esta semana, los morados han intentado presionar otra vez. Pero sus salidas públicas tampoco están logrando el efecto esperado. “Iglesias renunció al gobierno, y el relato lo ha perdido”, afirma un dirigente de Unidas Podemos.

Precampaña electoral

Ante ese escenario, crecen las voces en el entorno de Iglesias que abogan por lanzar cuanto antes una precampaña electoralmuy dura contra el presidente en funciones. Se trata de consolidar el voto más fiel y radicalizado de Podemos, sostienen, a la espera de que antes del 23 de septiembre los socialistas reculen y acepten algo parecido a un cogobierno (quizás solo con cargos intermedios) que permita a Iglesias salvar los muebles y evitar las elecciones.
Desde La Moncloa comentan que lo que quiere Iglesias es “una salida digna”, pero el entorno de Sánchez está dividido. Algunos asesores empujan hacia una repetición electoral. Consideran que aunque Iglesias ceda en la investidura, el gobierno caería en el escollo presupuestario. Y advierten de que si Sánchez no tiene aseguradas las cuentas, podría incluso no presentarse a la investidura.
Las elecciones asustan en Podemos y también entre sus aliados. En parte de IU, los Comunes de Cataluña y Equo coinciden en que si se vuelve a votar en noviembre se “volverá a perder representación”. Creen que el PSOE también se expone a un riesgo. Aunque reconocen que Sánchez todavía puede aspirar a presentarse como el “salvador ante el trifachito”, y ven plausible que aproveche el momento.
Pedro Sánchez y Carmen Calvo en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y Carmen Calvo en el Congreso de los Diputados Efe

Iglesias y Sánchez, sin saludarse

A la vez, más que desconfianza, la relación entre ambos líderes es casi de hastío. El pasado jueves, durante la sesión parlamentaria, Iglesias y Sánchez ni siquiera se saludaron. Esa actuación, tan desmedida para dos supuestos “socios preferentes”, choca por ejemplo con el caso italiano, en el que las fricciones entre el Movimiento5Estrellas y el PD fueron sorteadas por una llamada entre los líderes de ambas formaciones. Se llegó así a un preacuerdo de cogobierno tras 20 días de diálogo. Desde el 25 de julio, en cambio, Iglesias y Sánchez aún no han hablado.
A contrarreloj muchos esperan que todo se encauce, pero se empieza a mirar de reojo a las proyecciones electorales. Los sondeos que están circulando en los partidos políticos apuntan a que el PSOE podría alcanzar los 150 escaños, y Podemos bajaría a 20. Es decir, que tampoco sumarían para una mayoría absoluta (176 escaños).
La diferencia, es que Sánchez consolidaría su primacía y podría presionar a Ciudadanos, mientras que para los morados sería algo parecido a un acto de defunción. En el que, además, jugaría un papel importante Íñigo Errejón, quien sigue trabajando para una candidatura nacional, como adelantó Vozpópuli.

Cansancio del líder morado

La situación es tan crítica que a nivel de base se mueve incluso la especulación de que Iglesias puede no repetir como candidato. Algunos apuntan a que si las encuestas prevén una caída histórica, él no acabará su trayectoria con una derrota. Esa misma tesis viene esbozada, aunque de manera más moderada, por otros dirigentes del partido, que confirman que está “cansado” y que desea alejarse de la primera línea.Aunquerecuerdan que lo mismo pasó antes de las últimas generales y al final recuperó votos (cerró con el 14,7%).
Sea como fuere, todos coinciden en que el PSOE tiene una ventaja, pero que puede ser efímera. En Podemos creen que “en el PSOE lo saben”, pero que el asesor Iván Redondo, según ellos partidario de los comicios --el “Rasputín de la mercadotecnia”, dijo Juan Carlos Monedero-- puede convencer a Sánchez. “El PSOE está preparando las elecciones, pero las carga el diablo”, advierten desde el partido morado mirando con la cabeza baja.

La Salida del BREXIT....

¿Qué pasaría en un Brexit sin acuerdo?

Una manifestante anti-Brexit con pancartas ante el Parlamento...
Una manifestante anti-Brexit con pancartas ante el Parlamento británico. Efe
Un Brexit sin acuerdo es una posibilidad el 31 de octubre, aunque, por ahora no nuestro escenario principal. Al respecto, el análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) de abril de 2019 suele ser la base del debate.
Reino Unido dejaría los mecanismos comerciales de la UE para caer en el marco básico de la Organización Mundial del Comercio y la cuestión es en qué medida las barreras aumentarían, especialmente en salud y seguridad, así como impuestos -Reino Unido se quedaría fuera del IVA-. El FMI prevé que el PIB de Reino Unido podría caer un 3,5% en dos años -disminuyó 4,1% durante la crisis financiera de 2008-09-, un 2,2% debido a "fricciones fronterizas".
Pero estimamos que el primer día del Brexit sin acuerdo se alcanzaría alguno de emergencia para continuar los acuerdos actuales un año más o menos (para dar tiempo a uno formal). Además, Reino Unido ha publicado su lista arancelaria en caso de no acuerdo y la mayoría se fijarían en 0%, excepto automóviles y algunos productos agrícolas. Incluso con inspecciones fronterizas, el coste puede no ser tan alto. Ya ocurrió con los funcionarios de aduanas franceses en marzo de 2019, sin impacto notable en el crecimiento del PIB de Reino Unido.
La mayor incertidumbre es en el sector financiero, con planes (¿voluntariamente?) ambiguos. El FMI espera un endurecimiento considerable de las condiciones financieras. Al respecto vemos intervención masiva del Banco de Inglaterra y considerable compensación fiscal. La probable caída de la libra también sería un amortiguador. En conjunto consideramos que el impacto en el crecimiento de Reino Unido se materializaría principalmente el cuarto trimestre de 2019 y el gasto fiscal podría hacer que volviese a cero o incluso positivo el primer trimestre de 2020 y el impacto neto negativo en el crecimiento anual el año que viene podría ser del 0,5 %. No creemos que una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) sea inevitable.
Aunque el Banco de Inglaterra ha tratado de mantenerse fuera del cuerpo a cuerpo político con señales mixtas sobre sus intenciones es obvio que aflojaría la política monetaria, con medidas similares a las de junio de 2016 tras el referéndum sobre el Brexit, con recortes de 0,5% en los tipos de interés, un nuevo programa de flexibilización cuantitativa (probablemente 60.000 millones) y flexibilización del crédito.
En Reino Unido la expectativas de inflación han estado aumentando ligeramente este año a pesar de la caída de la inflación (2,1% en julio), probablemente debido a la debilidad de la libra frente al dólar. A pesar de nuestras expectativas de mayor depreciación de la libra en un Brexit sin acuerdo esperamos que la deuda de Reino Unido a diez años cumpla con su estatus de refugio seguro y su rentabilidad a vencimiento llegue a mínimo histórico de 0,2% a finales de año.
Además, el ascenso de Johnson marca un "cambio de régimen" lejos de políticas de austeridad de los últimos años, con cambio de mentalidad en el partido Tory. El déficit presupuestario de Reino Unido fue 1,3% del PIB el segundo trimestre de 2019, frente a 10,1% el cuarto trimestre de 2009, relativamente saludable que puede abrir el grifo presupuestario, más si el Banco de Inglaterra se compromete una nueva ronda de compra de bonos soberanos. Así que podemos esperar una consolidación fiscal equivalente a 1,5% del PIB en caso de no acuerdo. Los recortes de impuestos más propensos a convertirse rápidamente en consumo son sociedades y renta, pero un recorte del IVA puede ser bastante eficaz. Otra ayuda importante puede provenir de un "descuento" (refinanciación) de créditos fiscales de las autoridades fiscales de Reino Unido ante el complicado sistema de pago del IVA intracomunitario. Incluso el Banco de Inglaterra puede refinanciar estos créditos, proporcionando oxígeno inmediato a los exportadores británicos y reforzando la confianza en el comercio con Europa continental.
A ello se añade que no creemos que EEUU vaya a ser el 'salvador' de Reino Unido, a pesar de que Johnson disfruta de buena relación con Trump y éste ha mencionado la posibilidad de un acuerdo comercial bilateral rápido. La UE supone el 46% de sus exportaciones frente a 19% de EEUU. Además, las normas de salud y seguridad son totalmente diferentes en EEUU y políticos como el líder demócrata del Senado Schumer excluyen un acuerdo con Reino Unido ya que un Brexit sin acuerdo significaría la resurrección de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda en contra del acuerdo de Viernes Santo del 10 de abril de 1998.
En este estado de cosas las empresas cotizadas blue chips de Reino Unido son en gran medida internacionales y una libra más débil se traduce en mayores beneficios y precios de estas acciones. De momento ofrecen un ligero descuento en relación con la Eurozona, en parte por su mayor composición sectorial en petróleo y sectores defensivos y financieros. Ajustando esta composición se da una ligera prima en relación con la Eurozona y el descuento con las acciones de EEUU se reduce un 50%.
En cualquier caso Reino Unido y la UE pueden acordar modificaciones menores antes de la reunión del Consejo de la UE del 17 de octubre. De hecho la UE ha mostrado recientemente cierta flexibilidad respecto al backstop irlandés (diseñado para evitar una frontera dura entre República de Irlanda e Irlanda del Norte). Incluso la formación de un gobierno de unidad nacional en Reino Unido en una moción de censura contra el gobierno de Johnson puede conducir a una nueva ampliación de la fecha límite y elecciones anticipadas. El propio Johnson puede invertir el rumbo y pedir a Bruselas una prórroga, culpando al Parlamento.