Cuatro razones por las que 2013 será el peor año de la crisis
Cristina Casillas
Paro, desempleo, control del déficit y falta de financiación serán algunos de los grandes retos a los que se tendrá que enfrentar la economía real
Desempleo, contracción económica, más austeridad, falta de financiación, deflación y desequilibrios sociales amenazan convertir 2013 en un año más de transición en la crisis que en el último año de recesión, tal y como afirmaba el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Elevado desempleo
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el pasado viernes, la tasa de paro escaló al 25% con 5,7 millones de parados en el tercer trimestre. El deterioro del mercado de trabajo es tal, que solo en los años 2008 y 2010 el desempleo bajó en el tercer trimestre. Además, el número de ocupados alcanzó los 17,3 millones de personas, el nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2003. Asimismo, el paro de larga duración siguió aumentando, con más de 83.000 personas en tres meses.
Para 2013, las previsiones no son más halagüeñas. Según Funcas, la tasa de paro escalará dos puntos más el próximo ejercicio hasta el 27,2%, empeorando en tres décimas su anterior previsión. Organismos internacionales como el FMI o la Comisión Europea también vaticinan un paro elevado el próximo año, por encima del 25%.
Desde Citi esto puede apuntar a una crisis también social, como apunta José Luis Martínez Campuzano, estratega del banco, debido al deterioro de las condiciones de vida.
Contracción de la economía
Según las previsiones del servicio de estudios de las cajas de ahorros, la caída del PIB en el segundo semestre del año será, por tanto, más acusada que en el primero. El aumento del desempleo provoca una espiral viciosa, ya que el consumo privado se contraerá un 2,1%, debilitando aún más la maltrecha demanda interna a lo que se suma la incertidumbre por el futuro y, sobre todo, la caída en términos nominales y reales de la renta disponible de los hogares. El consumo público también se verá afectado al reducirse un 3,5%.
Funcas también ha empeorado sus previsiones económicas para 2013, ya que espera que la economía se contraiga un 1,8%, tres décimas más de lo que caerá en 2012. Estos cálculos contrastan con lo esperado por el Gobierno, que vaticina que el próximo año será el último de la recesión, con una suave caída del PIB del 0,5%. Sin embargo, el FMI espera una contracción del 1,3%, mientras que la agencia de calificación Fitch espera una caída del 1,5%, mientras que el banco de inversión estima una contracción del 1,2%.
José Cárpatos, analista de Serenity Markets, no es nada optimista con respecto al próximo año y para ello se apoya en los últimos datos macro conocidos. "Ayer se ha visto un dato de ventas al por menor en caída interanual de más del 10% como reacción inmediata al IVA. Cosas tan básicas como alimentación ha bajado más del 5%, la venta de gasolina más del 16%. La demanda interna se destruye a fuego lento, las PYMES están completamente asfixiadas sin una sola medida que las apoye".
A esto hay que añadir, según el servicio de estudios de las cajas de ahorro, la restricción financiera, la incertidumbre y los procesos de desapalancamiento, entre otros- van a seguir presentes en los próximos trimestres-
Déficit Público
El cumplimientos del objetivo de déficit ha sido el mantra en el que se ha apoyado el Gobierno de Mariano Rajoy para llevar a cabo medidas más que impopulares. La subida del IVA y del IRPF para 2012 y 2013, el fin de la deducción por compra de vivienda o la supresión de la 'extra' para los funcionarios fueron las decisiones más sonadas. Del cumplimiento del déficit depende que los mercados vuelvan a confiar en la marca España. Sin embargo, Funcas también ha elevado su previsión de déficit público esperado para 2013 hasta el 5%.
Para Cárpatos esto ahogará más aún la economía española, ya que "desde Bruselas se imponen medidas de austeridad dramáticas que no han funcionado en ningún sitio en los que se han impuesto. Es imprescindible llevar a cabo ajustes, pero no a esta velocidad y sin la más mínima medida de apoyo al crecimiento".
Bancos y 'stock de viviendas'
La falta de financiación será otro problema que seguirá presente el próximo año, según Martínez Campuzano. En este sentido, el proceso de saneamiento de las entidades de crédito y los procesos de desapalancamiento en curso se van a intensificar, por lo que no cabe esperar una mejora sustancial de la situación de las condiciones financieras.
Para Funcas, en "un entorno como el descrito de escasez de financiación, expectativas
negativas y caída de la renta de los hogares, no es previsible una recuperación del sector inmobiliario, cuyo ajuste, además, está lejos de haberse completado -aún no se ha absorbido el abultado stock de viviendas sin vender-, por lo que la inversión residencial seguirá a la baja en 2013, estimándose una caída del 6,3%.
A modo de conclusión, Funcas señala que "la economía española se encuentra en una situación de crisis financiera, ausencia de acceso al crédito exterior, desendeudamiento, absorción del exceso de oferta inmobiliaria y devaluación interna, cuya superación requiere tiempo, más aún cuando debe simultanearse con un ajuste fiscal sin precedentes, y todo ello dentro de un entorno internacional poco favorable".
Por su parte, Martínez y Cárpatos consideran que 2013 será un año más dentro de la crisis económica y no el último de la recesión.
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