miércoles, 2 de julio de 2025
Y por que no...Perlora?
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Entre la especulación hotelera y un nuevo turismo social: ¿Qué está pasando en las otras Perloras?
La Ciudad de Tiempo Libre de Marbella y la Ciudad de Reposo y Vacaciones de Tarragona afrontan su reforma con objetivos muy distintos.
Por
Diego Díaz Alonso
30 junio 2025
Ciudad Residencial de Tiempo Libre de Marbella.
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Diego Díaz Alonso
Diego Díaz Alonso
Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes.
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La Guerra Civil y la larga postguerra frustró en España los proyectos de turismo popular ideados en la Segunda República. Pese a ello, y aunque con un importante retraso con respecto a Europa y otros lugares del mundo, también el turismo social terminó llegando a España entre finales de los 50 y principios de los 60. Fueron en esos años, previos al estallido del turismo de masas, cuando el régimen franquista construyó tres grandes complejos vacacionales destinados a posibilitar el veraneo de una clase trabajadora que empezaba también a conquistar el tiempo libre: la Ciudad Residencial Perlora, Asturies, 1954, la de Tarragona, 1957, y la de Marbella, 1962.
Gestionadas por los sindicatos del régimen, las tres ciudades de vacaciones continuaron ofreciendo turismo social en una democracia que progresivamente fue perdiendo el interés por este modelo de vacaciones públicas, y que terminaría entregando al mercado toda la política turústica.
Perlora, a orillas del Mar Cantábrico, fue la primera ciudad residencial en cerrar sus puertas, a principios del siglo XXI, tras una larga lucha de sus trabajadores por mantener abierto un equipamiento que todavía en 2005, su último año en funcionamiento, ofrecía a sus visitantes alojamiento y pensión completa por unos 30 euros diarios. Desde entonces, la Ciudad Vacacional duerme “el sueño de los justos”, si bien en esta legislatura parecen estar reactivándose los planes para su recuperación, después de años en los que llegó a peligrar incluso la conservación de los edificios.
Perlora. Foto: Alisa Guerrero
La Ciudad de Reposo y Vacaciones de Tarragona en sus años de esplendor.
La segunda vida de la Ciudad de Reposo y Vacaciones de Tarragona
La Ciudad de Reposo y Vacaciones de Tarragona sería la segunda en caer, durante la crisis de 2011, si bien parte de su patrimonio arquitectónico ya había sido anteriormente demolido. Sin embargo, hoy, gracias a los fondos Next Generation, la Generalitat prepara su recuperación como albergue juvenil, reactualizando así su inicial vocación de turismo social.
El proyecto de Tarragona tendrá 14.200 metros de zonas verdes y 204 plazas. También contará con una zona de pistas deportivas de 44×32 metros, dos pistas de baloncesto y una de fútbol cruzada y solapada, así como un comedor para 400 comensales. El albergue, que pasará a formar parte de Xanascat, la red de albergues públicos catalanes, cuenta con abrir sus puertas para el próximo verano.
Infografía del proyecto para Tarragona.
Xanascat cuenta en total con 48 albergues repartidos en toda Catalunya, y es posiblemente uno de los mejores ejemplos en España de algo parecido al turismo social y popular que sigue en vigor en Francia y en algunos otros países de Europa y Latinoamérica. Actualmente en los albergues de la red se ofrecen planes de turismo asequible como ‘Vacances en Familia’, colonias de verano para niños y adolescentes dentro del programa ‘l’Estiu és teu’ y otros programas específicos dirigidos a los centros educativos.
El futuro albergue de Tarragona funcionará durante 327 días al año, y no sólo ofrecerá turismo, sino que también estará abierto a la comunidad local, así como al uso de aquellas entidades que lo soliciten para cursos, encuentros o festivales.
Marbella: especulación y destrucción
En el polo opuesto se encuentra la Ciudad de Tiempo Libre de Marbella, cerrada desde 2024 y que el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) ha sentenciado a muerte con vistas a hacer caja. Así, se ha decidido acabar con su carácter público y social para privatizarla y convertirla en un establecimiento hotelero más de la Costa del Sol, dirigido a turistas de alto poder adquisitivo.
Desde el Gobierno autonómico alegan que la Ciudad es altamente deficitaria y que “no constituye un servicio público esencial y cuyo fin social de origen, ofrecer estancias vacacionales a precios moderados a trabajadores y sus familias, ha desaparecido, como consecuencia de la mejora de la situación económica y social que ha experimentado la sociedad andaluza”. Una afirmación que contrasta con el dato oficial de que un 45% de la población andaluza no puede permitirse ni una semana al año de vacaciones fuera de su casa.
Protesta contra el desmantelamiento de la Ciudad de Tiempo Libre de Marbella.
El proyecto, que ha sido denunciado en los tribunales por Ecologistas en Acción, pretende aumentar la edificabilidad del complejo en 30.000 metros cuadrados adicionales (un 125 % de la existente) y ceder la gestión de la nueva actividad a una empresa por un periodo de 75 años.
Sindicatos, vecinos, ecologistas y entidades en defensa del patrimonio se están movilizando en contra de la privatización y la recalificación de lo que consideran “un patrimonio único”. También han pedido la apertura de un debate con una amplia participación, de administraciones, profesionales, asociaciones, instituciones y ciudadanía, sobre cuál tiene que ser el futuro de la residenci
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