Canteli cumplirá con la ley de Memoria, «como no puede ser de otra manera»
El plazo para eliminar los símbolos de exaltación de la dictadura franquista, incluidas las calles, expira el próximo 9 de marzo
El alcalde, Alfredo Canteli, aseveró ayer que el Ayuntamiento cumplirá con la Ley de Memoria Democrática del Principado, que obliga a los consistorios asturianos a retirar antes del 9 de marzo todos los símbolos - incluidos los nombres de las calles- que hayan servido para la conmemoración, exaltación o legitimación del golpe militar de 1936 y del franquismo. Acatará la norma, afirmó Canteli, «como no puede ser de otra manera». «En Oviedo no hay problemas cuando se trata de cumplir con la legalidad», añadió.
El regidor realizó las declaraciones momentos después de mantener su primera reunión con la consejera de Presidencia, Rita Camblor quien, la semana pasada, envió una notificación a todos los alcaldes del Principado para recordarles que el plazo que otorgaba la ley tras su entrada en vigor el marzo pasado expiraba en un mes.
Y, todo ello, a tenor de la polémica suscitada por la reposición, por mandato judicial, de los nombres de cuatro calles franquistas -General Yagüe, Yela Utrilla, Fernández-Ladreda y Marcos Peña Royo- al callejero de la ciudad.
La consejera, por su parte, aseguró que «todos» tienen clara la norma. «Creo que el alcalde y el Ayuntamiento actuarán consecuentemente», aventuró Camblor.
Fuentes del equipo de gobierno consultadas se reafirmaron en las palabras del alcalde pero explicaron la complejidad del proceso. «Si al tripartito le costó tres años y lo hicieron como lo hicieron, un expediente de esta importancia no se resuelve en un mes», indicaron.
La reposición de las cuatro calles también tuvo eco la semana pasada en el debate de la Junta General, cuando el grupo parlamentario de Ciudadanos votó, junto con PSOE e Izquierda Unida, una iniciativa de Podemos Asturias en la que se instaba al gobierno de Adrián Barbón a «cumplir y hacer cumplir» la Ley de Memoria Democrática regional, con especial hincapié en el caso de Oviedo.
De las 21 calles que cambiaron de nombre el año pasado, permanecen 17. Ayer, la Hermandad de Defensores, uno de los litigantes a favor de mantener el callejero franquista, informó que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 notificó el auto por el que desestimó el incidente de imposibilidad de ejecución de la sentencia que anulaba el acuerdo del tripartito para renombrar las calles. Sin gran repercusión práctica al haber ordenado ya el TSJA la reposición de las cuatro calles indica, sin embargo, la laxitud de la Ley de Memoria Histórica de 2007 que, en último término, ha acabado por convertir los procesos de reposición a las víctimas en contenciosos eternos como el caso ovetense. Un cambio de calles que se inició antes de disponer de la norma autonómica.
Y hay más. Para cumplir con ella, el catedrático de Derecho Administrativo y presidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, Leopoldo Tolivar Alas, recordó ayer que en el propio fallo que obligaba a la reposición de los nombres franquistas «se reconoce que el alcalde tiene facultades residuales para cambiar de forma libre una calle». Entrando en el fondo, sobre la remoción y reposición de las calles indicó que «en uno de los supuestos -Peña Royo-, puede tener razón la justicia, en otro -Fernández-Ladreda- es muy dudoso, pero en los otros dos -General Yagüe y Yela Utrilla- es sangrante y absolutamente vergonzoso».
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