El Ibex cae al filo de los 9.000 puntos, en mínimos de 2016
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La estampida de Wall Street se ha agravado en Asia, con caídas de hasta el 5,2% en China, y alcanza ahora a Europa. La contundencia de las caídas depara mínimos por debajo del nivel de los 9.000 puntos del Ibex, en mínimos de 2016. La combinación de la reciente escalada en los intereses de la deuda con las crecientes alertas de desaceleración económica aceleran las desinversiones. Aena, Cie y Repsol destacan en los descensos del Ibex.
El temor a una profunda corrección en el rally de Wall Street ha planeado sobre los mercados en los últimos tiempos. La incesante sucesión de récords históricos en el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq, a pesar de las amenazas latentes, invitaba a buscar una mayor diversificación geográfica. Pero la incertidumbre predominante en Europa y las turbulencias en los mercados emergentes complicaban las opciones. En semanas anteriores la Bolsa de Tokio había destacado como alternativa, hasta el punto de alcanzar máximos de 27 años.
Sin una alternativa clara de 'refugio', los inversores se han encontrado en las últimas jornadas con una reiterada constatación de la desaceleración que afronta la economía global, y para complicar aún más el escenario, este freno se produce en medio de la reciente escalada en los costes de financiación y de los rebrotes de una guerra de aranceles. La rebaja de previsiones efectuada por el FMI, la inesperada caída de las exportaciones en Alemania y la previsión de un freno mayor de lo esperado de las exportaciones en China nublan el horizonte económico, amenazado también por factores políticos como el desafío de Italia a Bruselas y la falta de acuerdo sobre el Brexit.
Los inversores de Wall Street han acabado por ceder a la tentación de recoger los cuantiosos beneficios cosechados en los últimos años, y al cierre de ayer tanto el Dow Jones como el S&P 500 se derrumbaron más de un 3%, en su mayor caída desde febrero. Parte de esta masiva salida de inversiones ha ido a parar a un mercado, al menos teóricamente, más 'defensivo', la deuda pública estadounidense. Este regreso a la deuda enfría el interés exigido al bono de EEUU a diez años por debajo del 3,2%, y acaba con la sucesión e máximos desde el año 2011. El presidente estadounidense, Donald Trump, avivó la polémica al culpar a la Fed el batacazo de Wall Street, debido a su "loca" política de subida de tipos.
La desbandada de Wall Street tiene un efecto dominó en los mercados. La jornada ha comenzado con el derrumbe de las Bolsas asiáticas. El Nikkei deTokio, protagonista al inicio de mes por la conquista de nuevos máximos de 27 años, desde 1991, ha perdido al cierre un 3,89%. En la vecina China, la Bolsa de Shanghai ha sufrido un varapalo más drástico aún, del 5,2%, su mayor caída desde febrero de 2016, hasta tocar mínimos de cuatro años. La ofensiva comercial de EEUU ha tenido como principal objetivo China, y los analistas temen un freno significativo de su economía con los efectos de la guerra de aranceles. Ayer mismo EEUU abrió otro frente de confrontación con China, al advertir que tomaría medidas si continúan las caídas 'deliberadas' de su divisa, el yuan.
Las Bolsas europeas sucumben a la oleada bajista que azota los mercados. A pesar de haberse quedada muy rezagada del rally de Wall Street, la renta variable europea no logra captar parte de las desinversiones procedentes de EEUU y Asia. Los principales índices, al menos, cotizan con descensos más moderados que Wall Street. El EuroStoxx50 se repliega hacia los 3.200 puntos, el Dax alemán se aleja completamente de los 12.000 puntos habituales en sesiones anteriores, y el Mib italiano ahonda sus caídas por debajo de los 19.500 puntos.
La oleaba bajista pone en peligro, en el caso de la Bolsa española, la barrera de los 9.000 puntos. Los descensos en la apertura han alcanzado el 2%, y han provocado mínimos intradía por debajo de los 9.000 puntos. La última vez en la que el Ibex cerró por debajo de este nivel se remonta al 7 de diciembre de 2016, cuando concluyó en los 8.960 puntos. El revés de hoy eleva a cerca del 10% las pérdidas acumuladas en el año por el índice selectivo español.
El rebrote de la aversión al riesgo eleva la presión sobre sectores más sensibles al ciclo económico, como los bancos y las empresas ligadas a las materias primas. Con la prima de riesgo de Italia de nuevo en el nivel de los 300 puntos, los bancos del Ibex tienen difícil repetir la situación de ayer, cuando se convirtieron en uno de los pocos sustentos para el índice selectivo español. Valores como Santander y BBVA ceden parte del terreno recuperado en semanas anteriores. El deterioro en el optimismo económico, los temores sobre China y la corrección en las materias primas elevan la presión sobre las empresas más vinculadas con las commodities, como Repsol, Técnicas Reunidas, ArcelorMittal y Acerinox.
El valor del Ibex más bajista en la sesión de ayer, Cie Automotive, figura también entre los más presionados por el clima de incertidumbre económica. Un día después de perder un 6,3%, sus acciones registran mínimos intradía por debajo del nivel de los 23 euros. La presentación del plan estratégico de Aena fue recibida ayer con severas caídas, y hoy agrava sus descensos. La jornada otorga al menos un mínimo respaldo a Grifols, uno de los valores más castigados en las últimas sesiones, con una pérdida del 10% desde el informe de UBS de la semana pasada. La empresa de hemoderivados encuentra un aliado para frenar el desplome. Berenberg sale hoy en su apoyo, al elevar su recomendación desde 'mantener' hasta 'comprar'.
La aversión al riesgo provoca un freno en las desinversiones de un mercado, en teoría, 'defensivo', como el de deuda pública. El bund alemán ejerce de refugio, y su rentabilidad se enfría hacia el umbral del 0,5%. Este repliegue eleva la presión sobre las primas de riesgo de la periferia. La de España sube hasta rozar los 110 puntos básicos, a pesar de que el interés del bono español amaga con bajar del 1,6%. En Italia la prima de riesgo vuelve a superar el umbral de los 300 puntos básicos.
A diferencia de ocasiones anteriores, el resurgir de las alertas en los mercados no va acompañado de un nuevo repunte en el dólar. El FMI, en su rebaja de previsiones, señalaba a la economía de EEUU como una de las mayores damnificadas por la guerra de aranceles. Las críticas de Donald Trump a la Fed por sus subidas de tipos abre además el debate sobre una mayor contención en los ajustes que llevará a cabo la Reserva Federal. El euro se refuerza por encima de los 1,15 dólares. La libra, en su subida, roza los 1,32 dólares.
Las perspectivas menos alentadoras sobre la evolución de la economía acentúan la corrección en el mercado del petróleo. El barril de Brent se repliega hacia los 82 dólares, mientras que el barril tipo West Texas, de referencia en EEUU, baja hasta los 72 dólares.
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