martes, 30 de abril de 2019

Manualillos de Inversión ( 1 )

Expansión-Sin margen para el respiro después de la resaca electoral, la Bolsa española se encuentra con toda una avalancha de datos macro y de resultados empresariales. Entre estos últimos destacan las caídas con las que reciben sus cuentas Santander, BBVA y CaixaBank. El Ibex pone en peligro los 9.500 puntos, con el freno adicional de Telefónica. y a pesar del impulso de Repsol.
La Bolsa española ya vivió una jornada intensa ayer, en plena resaca de las elecciones generales del domingo. A la tregua final contribuyó la percepción entre los analistas de que el PSOE apenas moverá ficha sobre posibles coaliciones de Gobierno antes de las elecciones locales, autonómicas y europeas. Pero la agenda del día de hoy multiplica en mayor medida aún las referencias en clave interna, antes del cierre por la jornada festiva de mañana.
La sesión ha comenzado con la inquietud que genera el freno en la actividad manufacturera y de servicios de China. Los datos macro se completarán, a nivel europeo, con el PIB, y a nivel local nada menos que con el IPC y el PIB. Todo ello en el primero de los dos días de reunión de la Reserva Federal de EEUU. El IPC adelantado de abril en España ha subido del 1,3% al 1,5%, mientras que el PIB ha repuntado desde el 2,3% hasta el 2,4%.
Las Bolsas europeas presentan un signo mixto, con cambios reducidos respecto al cierre de la sesión de ayer. El Ibex también recoge esta indefinición, y resiste con variaciones moderadas respecto a los 9.517 puntos con los que cerró ayer. En sus mínimos intradía pierde los 9.500 puntos. Aún así, el índice selectivo español tiene prácticamente asegurado el balance positivo en el mes que finaliza hoy, al moverse muy por encima de los 9.240 puntos con los que finalizó marzo.
En la última sesión del mes de abril, los datos macro comparten protagonismo con el apogeo de la temporada de presentación de resultados. Los inversores recibirán hoy toda una avalancha de cuentas, de la mano de empresas de la relevancia de Santander, BBVA (con los resultados publicados al cierre de ayer), CaixaBank, Unicaja y Repsol, entre otras.
Los bancos fueron ayer los principales responsables de la reacción de última hora del Ibex, hasta el punto de borrar las caídas con las que había cotizado desde la apertura. Bankia convenció con sus cuentas, y lideró con un 2,92% las subidas del Ibex. La jornada de hoy multiplica los focos de atención en la banca, pero depara un signo bastante más negativo. BBVA publicó sus resultados al cierre de ayer (-9,8% de beneficio por el deterioro de Turquía y EEUU), y esta mañana lo ha hecho Santander. La entidad también ha reducido un 10% su beneficio, al sumar 1.840 millones de euros de beneficio en el primer trimestre. Sin abandonar el sector, CaixaBank recibe sus cuentas con un castigo adicional por debajo del nivel de los 3 euros por acción, mientras que en el Continuo, Unicaja busca consolidar el euro por acción con la mejora del 10% en sus beneficios del primer trimestre.
Junto a los bancos, las empresas energéticas destacan hoy por la presentación de resultados. Repsol da cuenta de la evolución de sus negocios en el arranque de 2019. La compañía mantuvo sus beneficios a pesar de la caída del precio del crudo. La cotización de la petrolera ha acusado en las últimas jornadas la corrección que acumula el precio del crudo desde sus recientes máximos de seis meses. En la sesión de hoy despunta en el Ibex, reanuda las subidas y roza de nuevo los 15 euros por acción.
El impulso de Resol se fe neutralizado por el freno que ejerce otro peso pesado como Telefónica. El varapalo bursátil que sufre Orange en la Bolsa de París a raíz del primer descensos de sus ingresos en dos años en Francia eleva la presión sobre el conjunto del sector europeo. En el caso de Telefónica, además, tiene que hacer frente a la rebaja emitida por los analistas de Kepler Cheuvreuxhasta los 6,7 euros por acción, muy por debajo de su cotización. La operadora registra mínimos intradía por debajo de los 7,4 euros por acción, al borde de entrar en negativo en el acumulado del año.
El resto de Bolsas europeas repite el clima de indefinición que marcó la sesión de ayer. Los principales índices cotizan con cambios muy reducidos, con un leve predominio en todo caso de los números rojos. La decepción que han generado los datos peores de lo previsto de actividad industrial y de servicios en China enfría los ánimos de los inversores. En medio de estas dudas, el índice EuroStoxx50 vuelve a poner en peligro el nivel de los 3.500 puntos.
El sector tecnológico europeo acusa la oleada bajista que ha desatado Google con sus resultados. En clave más europea, los inversores reciben toda una avalancha de cuentas. Airbus, disparado en Bolsa en plena crisis de Boeing, reitera sus previsiones después de mejorar un 24% los ingresos del primer trimestre. El gigante petrolero británico BP ha logrado superar las previsiones de los analistas a pesar de ver reducidas sus ganancias. La compañía que no ha logrado evitar un aumento de sus pérdidas ha sido Lufthansa. La aerolínea ha acusado el incremento de los costes del petróleo y la saturación de la oferta de vuelos en Europa. En la Bolsa de París destacan las caídas de hasta el 3% de Orange. La compañía de telecomunicaciones ha publicado el primer descenso en dos años de sus ingresos en Francia.
Los inversores del mercado de divisas aguardan con especial expectación una nueva batería de referencias. El desenlace de la reunión de la Reserva Federal no se conocerá hasta mañana, pero hasta entonces la agenda macro ofrece múltiples datos. El euroamaga con recuperar los 1,12 dólares, mientras que la libra se atasca en los 1,29 dólares.
La calma con la que la deuda pública española recibió los resultados de las elecciones del domingo se mantiene en la sesión de hoy. La prima de riesgo continúa aferrada a la barrera de los 100 puntos básicos, al igual que sucede con el interés del bono a diez años y el nivel del 1%.
Los movimientos son reducidos también en el mercado del petróleo. El barril de Brent frena al menos su corrección, y roza los 72 dólares, lejos aún de los más de 75 dólares que alcanzó la semana pasada. El barril tipo West Texas, de referencia en EEUU, se sitúa en los 63 dólares.

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