domingo, 18 de octubre de 2020

Patrimonio en liquidación...

Siglos de historia herida de muerte El municipio atesora una decena de conjuntos patrimoniales abandonados a la espera de una nueva vida como la plaza de toros, las antiguas fábricas de La Vega y de Gas o la iglesia de Loriana Plaza de toros de Buenavista. Las filtraciones de agua han acelerado la ruina de la grada alta del coso de Oviedo, que es irrecuperable. El moho cubre paredes enteras, la corrosión amenaza las vigas y el alvero está lleno de maleza. El Consistorio ha solicitado una revisión del proyecto para rehabilitarla. / PABLO LORENZANA Plaza de toros de Buenavista. Las filtraciones de agua han acelerado la ruina de la grada alta del coso de Oviedo, que es irrecuperable. El moho cubre paredes enteras, la corrosión amenaza las vigas y el alvero está lleno de maleza. El Consistorio ha solicitado una revisión del proyecto para rehabilitarla. / PABLO LORENZANA ALBERTO ARCE Domingo, 18 octubre 2020, 11:13 Oviedo es uno de los municipios más ricos del panorama asturiano en cuanto a lo que a patrimonio histórico y cultural se refiere. No solo el Prerrománico eclesiástico, la punta de lanza del catálogo, llena el listado monumental de la capital asturiana, donde el estado de conservación no es igual para todos y en la que se atesoran actualmente hasta una decena de conjuntos patrimoniales -la mayoría catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC)- y edificios en evidente estado de abandono. Algunos de ellos son la malograda plaza de toros, en riesgo de colapso; el conjunto histórico de Olloniego; la iglesia de Loriana; la fuente de Cuatro Caños; las fábricas de loza, gas y La Vega o la muralla medieval. Todos tienen una cosa en común, siglo arriba o abajo: han vivido tiempos mejores. Del montante total de actuaciones urgentes solo dos ya tienen el proyecto avanzado. La recuperación de la muralla ya ha recibido el visto bueno de Cultura y en Olloniego sigue en proceso el informe arqueológico que ordenó Infraestructuras sobre la limpieza y consolidación estructural del monumento. En ese sentido, para el arquitecto ovetense Fernando Secades, encargado de las recientemente acabadas restauraciones de San Juan, solo hay un culpable: «La dejadez total de la administración pública». Según sus palabras, en otras zonas de la Península cercanas como León, el estado de conservación del patrimonio «quita el hipo». Un ejemplo, relata, el León Arena, una vieja plaza de toros similar a la ovetense, pero con un añadido especial: una cúpula retractil de cristal. Por eso, anticipa el arquitecto, «el patrimonio ovetense, que es mucho y muy rico, necesita planes específicos de actuación para cada conjunto; dinero y proyectos», aclara, porque «no pueden seguir en ruinas». Arriba, fábrica de loza de San Claudio; a la izquierda, la muralla medieval y a la derecha, uno de los emblemáticos chalés de Trubia. De ese modo, uno de los principales perjudicados es el patrimonio industrial ovetense. En el concejo hay tres conjuntos que han visto tiempos mejores: la vieja factoría de armamento de La Vega, la fábrica de loza de San Claudio y la fábrica de gas. La primera, cerrada en 2012, continúa deteriorándose mientras el equipo de gobierno de Alfredo Canteli aún no se ha sentado a negociar con el Ministerio de Defensa (el viaje a Madrid está previsto para ese mes de octubre) y sigue sin concretarse el proyecto más allá de los avances del alcalde de la necesidad de construir un recinto ferial y un parque de innovación empresarial. Otro de los casos más peculiares, señala Secades, es el de la fuente de Cuatro Caños, en La Corredoria, BIC desde 1993 y destrozada en 2019, cuando un conductor ebrio (uno de los seis atrapados de El Angliru en 2018) se empotrase contra ella con su coche. «El Principado y el Ayuntamiento se están pasando la patata caliente de la titularidad y competencias», critica.

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