viernes, 21 de octubre de 2022

Todo se agota...

Rusia y Estados Unidos están agotando sus reservas de armas Enrique Figueredo - Hace 7 h Más allá de ofensivas y contraofensivas, bombardeos y recuperaciones de territorio, existe otro frente de batalla en la guerra de Ucrania que es el que atañe a la munición y a los repuestos y a la capacidad de cada bando de tener suficiente de reservas para seguir dañando al enemigo. Algunos análisis muy restrictivos han señalado que Rusia podría quedarse sin determinadas piezas de artillería cuando llegue Navidad. Eso no es así, aunque esté buscando en mercados como el norcoreano, vías de reabastecimiento. Tampoco en el lado occidental hay una fuente infinita para las reposiciones, por ejemplo, de los sistemas de misiles tierra-aire Stinger. Es el frente de los repuestos. “Se estima que los ucranianos consumen entre 5.000 y 6.000 proyectiles diarios, mientras que la parte rusa emplea de 20.000 a 30.000”, apunta el profesor de Derecho Internacional en la Universidad de La Laguna, Luis V. Pérez Gil, experto en teoría del conflicto y guerra nuclear. Pese a esa diferencia, no hay ningún indicador conocido que permita afirmar que Rusia se va a quedar sin munición tanto ligera como de artillería en el corto plazo. Hay cálculos que señalan que sus reservas de grueso calibre son de unos 20 millones de unidades y que ya podrían haber empleado unos seis, lo que todavía les da cierto margen de aprovisionamiento. Un soldado ucraniano se hace una auto foto, mientras abre fuego un vehículo blindado Un soldado ucraniano se hace una auto foto, mientras abre fuego un vehículo blindado © Kostiantyn Liberov Tampoco se conoce con precisión cuál es el estado de su industria militar y si el sistema de producción podría forzarse todavía más. Además, hay que tener en cuenta que a Rusia todavía le quedan aliados. “Hay países que pueden proveer de munición y repuestos a Rusia, como Bielorrusia y Corea del Norte”, afirma el teniente general en la reserva, Francisco José Gan Pampols, con amplia experiencia en temas internacionales y de mando en estructuras de la OTAN. “En Corea del Norte están intentando comprar munición, al parecer, proyectiles de artillería de 155 milímetros”, comenta Nicolás de Pedro, jefe de investigación de The Institute for Statecraft, un centro de estudios (think tank, en inglés) con sede en Londres. Sus fundadores proceden del ámbito de las fuerzas armadas británicas con larga trayectoria también en la OTAN. La cadena de suministros no flaquea Las existencias de proyectiles de 155 milímetros así como de los sistemas antitanque Spaike y de los antiaéreos Stinger empiezan preocupar también en el lado occidental. “Estados Unidos y Gran Bretaña están sin reservas estratégicas porque han consumido en ocho meses de apoyo a Ucrania el equivalente a cuatro años” de producción de estas armas, comenta el general Gan. Y ese periodo de años es el que van a necesitar para volver a tener al día sus stocks. Ello no significa, por el momento, que la cadena de suministros esté flaqueando y el compromiso hasta ahora con Ucrania se mantiene intacto, aunque Estados Unidos haya aportado ya más de 25.000 millones de euros en ayuda militar, sin contar la humanitaria o la financiera, según Statista. Un solado ruso cubre vainas de artillería para su protección Un solado ruso cubre vainas de artillería para su protección © AP Donde sí va a haber cierto desabastecimiento en el lado ruso, que ya se está notando, es el que tiene que ver con “elementos de tecnología punta que ya no puede importar”, explica en el general Gan. Se trata de restricciones comerciales impuestas por Occidente en respuesta a la invasión de Ucrania. Por ahí es por donde pueden aparecer ciertas carencias de desabastecimiento. Smartwatch - Garantía de El Corte Inglés Publicidad elcorteingles.es Smartwatch - Garantía de El Corte Inglés “Se están quedando sin chips para ciertos sistemas artilleros”, remata Nicolás de Pedro. Existe, sin embargo, un curioso aspecto de este frente de guerra de los repuestos que es, como ya apuntaba este verano el medio independiente ruso The Insaider, con sede Riga (Letonia), el de los cañones. Aunque pueda parecer algo tan prosaico, la vida de estos cilindros huecos, más o menos sofisticados, por los que pasan los proyectiles, se desgastan mucho y su necesidad de reposición es muy alta. Explicaba este medio, que los cañones de los tanques rusos tienen una vida útil de entre 210 y 840 disparos, dependiendo de la munición utilizada. Los cañones estriados de las piezas de artillería tienen un rango de resistencia más amplio y soportan entre 2000 y 3000 rondas. Así, el número de cañones que se habrían empleado ya en la campaña por parte rusa podría superar fácilmente los 3000. Y todo ello se complica para las fuerzas rusas si no se puede dar el adecuado mantenimiento a cada pieza de artillería y a cada cañón de cada blindado si la línea de suministros se ve interrumpida total o parcialmente, como está ocurriendo actualmente con la recuperación de terreno por parte de los ucranianos. Ello obliga a los rusos a establecer nuevas vías de abastecimiento logístico. 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