sábado, 18 de marzo de 2023

Alianzas con FUTURO....

Atlántica: la quinta macrorregión europea en la que quiere estar Asturias Luis Ordóñez L. ORDÓÑEZ ASTURIAS La propuesta debe presentarse a la Comisión y debería extenderse a más territorios fuera de España 18 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h. Comentar · 1 El mapa de la alianza firmada esta semana entre las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco para configurar una macrorregión europea dibuja un contorno parecido al del primer reino de Asturias primitivo. El propósito de este acuerdo es desarrollar una alianza formal de territorios que actúe como grupo de presión, un lobby que defienda los intereses comunes del área cantábrica en aspectos como el desarrollo de infraestructuras o de la transición energética, singularmente respecto al hidrógeno verde. Pero ¿qué es una macrorregión? ¿existen otras en Europa? ¿qué competencias tienen? Actualmente hay cuatro macrorregiones en el seno de la Unión Europea: son las del Báltico, Danubio, la del mar Adriático-Jónico, y la de los Alpes. Son grupos transnacionales que buscan estrechar lazos entre regiones de diferentes estados miembros (incluso permite que pueda extenderse a regiones de terceros países, fuera de la UE) y que actúan como un lobby. No tienen capacidades ejecutivas, la Unión Europea al fin y a cabo es un club de estados, pero sí son capaces de tener bastante más peso en los complejos procesos que pueden llevar a una iniciativa a ser aprobada en un foro de jefes de gobierno. Sus intereses se defienden mejor porque son grupos estructurados, que están recogidos en los reglamentos de la unión. Macrorregión es un término formal, no es un conejo sacado de la chistera, y, si bien no pueden obtener de por sí más fondos europeos, sí pueden captarlos mejor o con mayor eficiencia: los proyectos de concurrencia competitiva se presentan para zona ya acotada, los diálogos entre estados llegan ya con la agenda de los territorios involucrados marcada de forma prioritaria. Es importante recordar una cuestión clave: una macrorregión se crea a instancias de los estados, no se puede pasar por encima de ellos, y la Unión Europea favorece este tipo de alianzas si en ella participan varios estados, cuanto más mejor. Una macrorregión exclusivamente cantábrica, que se limita a las fronteras españolas, sería demasiado pequeña para ser considerada. Es por eso que en la cumbre de Vitoria se ha aprovechado la presidencia temporal del País Vasco de la Comisión del Arco Atlántico para que sirva como plantilla base del desarrollo de la macrorregión. ¿Y qué es eso de la Comisión del Arco Atlántico? Pues el foro relativo a esa zona geográfica en concreto dentro de la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas, una asociación de larga trayectoria (de décadas) dentro de la UE, que cuenta con los parabienes de organismos comunitarios, y a la que Asturias paga su cuota religiosamente desde que forma parte de ella. Dentro de las regiones que forma parte de ese arco atlántico están las españolas del Cantábrico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) junto a Navarra y Andalucía. Pero también de Portugal (Norte, Lisboa-Valle del Tajo y Alentejo); de Francia (Aquitania, Pays de la Loire y Bretaña); de Irlanda (la asamblea regional noroeste) y dentro del Reino Unido, ya fuera de la UE, Gales. La comunión de intereses de estas regiones es coincidente en varios puntos y además esta zona del atlántico ha atraído miradas en la UE últimamente por el impacto del Brexit y la conmoción económica que ha supuesto para las regiones más cercanas. De hecho en 2021 explícitamente la Conferencia de las Regiones mencionó la conveniencia de la Atlántica en el contexto de la lucha contra la pandemia del covid. Las macrorregiones se ven con buenos ojos dentro de la unión porque tejen muchos lazos, económicos, culturales y sociales; es una manera de «hacer Europa» entre la ciudadanía de a pie y no sólo en las instituciones comunitarias que se pueden percibir más lejanas. Los asuntos que preocupan a las regiones, sus intereses y reivindicaciones pueden llegar a esas instancias o bien de la mano de los estados o de los eurodiputados. En cualquier caso, para cualquiera de las dos alternativas, siempre se llega con más garantías si hay una alianza territorial, mucho más fuerte y que puede hacerse escuchar mejor y en varios estado a la vez. ¿Es viable la atlántica? En España hay buena disposición; pero no se tiene noticia de momento sobre qué haría Francia o Portugal (estados muchos más centralistas que España) sobre un asunto como este en el que, en cierta medida, se concede más capacidad de influencia a regiones. Tampoco sobre si participaría Irlanda o incluso si se podría extender algún vínculo con Gales en la Reino Unido post Brexit. La propuesta lanzada en Vitoria, verbalizada expresamente por el lehendakari Íñigo Urkullu, es que el Ejecutivo central aproveche la presidencia española de la UE en el segundo semestre de este año para plantear formalmente su constitución, elevando la petición desde el Consejo de la Unión Europea a un mandato a la Comisión Europea. The French Connection ¿Y por qué ahora? La clave está en la conexión de alta velocidad ferroviaria entre Francia y España dentro del Corredor Atlántico. Su falta de ella más bien. El gobierno francés ha insinuado que sus planes para poner en marcha la parte que les corresponden al otro lado de los Pirineos se podrían demorar de 2030 a 2046. Un horizonte demasiado extenso, que hace pensar en un abandono. Con el corredor mediterráneo ya prácticamente en marcha, la desconexión y el aislamiento del noroeste peninsular podrían prolongarse todo el siglo. Urkullu envió una carta a Macron reclamando aclaraciones pero el presidente francés contestó con evasivas y se limitó a indicar que la conexión con Hendaya está sobre la mesa. A Asturias en todo caso le interesa y mucho formar parte de esta alianza, al igual que estrechar los lazos tendidos desde hace tiempo con comunidades vecinas (como Cantabria, Galicia o Castilla y León) con las que comparte muchos problemas (de la demografía a la transición energética) y también posiciones comunes en debate estatales como el de la reforma de la financiación autonómica.

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