jueves, 28 de abril de 2022

Hay que mirar para atrás.....

Las colas del hambre vuelven con más fuerza a Asturias XUAN MENÉNDEZ REDACCIÓN ASTURIAS Un grupo de personas hace cola en la Cocina Económica en OviedoUn grupo de personas hace cola en la Cocina Económica en Oviedo Tomás Mugueta La subida de los precios ha obligado a muchas familias y a jóvenes a recurrir a los servicios de las Cocinas Económicas que en los próximos meses esperan un aumento de los usuarios 28 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h. Comentar · 10 La subida de los precios de los carburantes, la energía, los alimentos y el coste de la vida en general ha afectado con fuerza a las familias y personas más vulnerables, que ven como con el mismo sueldo tienen dificultades para llenar el carrito de la compra. Cada vez son más las personas que recurren a ONG o a la Iglesia para poder alimentarse dignamente. Según los datos aportados por la Cocina Económica de Gijón, durante el último mes han pasado de 16.000 usuarios a alrededor 19.400. La inflación es la responsable de que muchas familias se hayan visto obligadas a recurrir a este tipo de servicios para garantizar su alimentación. Los responsables de las asociaciones encargadas de este tipo de organizaciones afirman que, a partir de la última crisis de los precios, un nuevo perfil frecuenta últimamente la cocina económica: «jóvenes», familias que estaban «con el agua al cuello» y la subida fue la gota que colmó a su economía familiar. En los próximos meses esperan un aumento de la demanda, «un goteo constante» de personas que necesitan ayudas para cubrir sus necesidades básicas y que ya se vive diariamente en ong's del Principado. Sor María Sela Cueto Rodríguez, directora de la Asociación Gijonesa de Caridad, responsable de la Cocina Económica de Gijón, confirma que hay un aumento de la demanda de los servicios. «Durante el pasado marzo hemos contabilizado cerca de 19.400 usuarios», cifras que rozan los máximos históricos de la Cocina Económica de Gijón, alcanzados durante el pico de la pandemia. A causa de la subida de los precios, mucha gente «nueva está solicitando ayuda en la Cocina Económica. «Nos llama mucha la atención muchas personas nuevas que no habían necesitado nunca acudir a la Cocina, gente bastante joven en edad laboral. Hay un aumento de la demanda, gente más joven, esto es así, y matrimonios jóvenes que desgraciadamente no trabajan ninguno y están en situaciones críticas», explica la directora sobre el perfil de población a los que la institución presta servicios. A pesar de que son momentos difíciles, Cueto explica que en estas situaciones la gente saca su cara más solidaria.. «Particulares con donación económica o productos, o que nos preguntan qué necesitamos o por el voluntariado, muchos supermercados no donan alimentos…La Cocina Económica es querida y toda la ciudad se vuelca con ella». «Nosotros estamos preocupados porque pensamos que van a venir peores meses. Todos los precios suben: los alimentos, la energía, los combustibles y no sabemos cuándo va a parar. La gente que viene por aquí está angustiada. Es un goteo constante de gente», lamenta Cueto, que reivindica más que nunca la labor de la Cocina Económica. «Esta casa está abierta, es necesaria, y es gracias a la solidaridad de la gente que somos eficaces y cumplimos con nuestro objetivo de alimentar a los más vulnerables», manifiesta Cueto. La Fraternidad de Francisco de Avilés también ha acusado un aumento de la demanda a partir de la inflación y la subida de costes. Según sus cálculos, diariamente reparten alrededor de unas 200 comidas al día y recientemente han instaurado un servicio de desayuno. Sus previsiones son que, en los próximos meses, más personas acudirán para conseguir alimentos. «Hay nuevas familias que estaban con el agua al cuello y ahora se han encontrado con la disyuntiva, que está emergiendo por desgracia, de decidir pagar los recibos o alimentarse. Por aquí pasan muchas familias que pagan más de luz que de alquiler. Las familias más vulnerables están acusando mucho la subida de precios», explica Manuel Albuerne, coordinador de la Fraternidad de Francisco de Avilés, donde diariamente reparten unas 200 comidas al día. Según explica Albuerne, esperan que en los próximos meses la demanda aumente. Con la llegada del verano bajan algunos consumos, pero estamos entrando en una espiral de inflación y las familias que ya estaban en una situación de vulnerabilidad antes de la subida van a tener problemas para llenar la cesta básica de la compra», lamenta el coordinador.

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