sábado, 30 de julio de 2022

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Sembrar y recoger en un huerto en plena ciudad La Corredoria. El Centro de Apoyo a la Integración de Afesa explota una de las 74 parcelas destinadas a particulares y colectivos : «Aquí aprendemos todos de todos» COVADONGA DEL NERO Sábado, 30 julio 2022, 00:28 Más allá de La Corredoria, aunque aún en sus dominios, una parcela de unos dos mil metros se ha convertido en nada menos que 74 huertos urbanos. Particulares y asociaciones explotan la tierra fértil, aprovechando el compost que les facilita Cogersa, para plantar diferentes frutas, verduras y hortalizas. Una de las esquinas de la parcela municipal, «el huerto más grande» de la zona, la explota el Centro de Apoyo a la Integración de Afesa (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias). Un pequeño grupo de seis personas, aunque está abierto a todo el que quiera participar, coordinadas por Cristina García y Paula López, se encargar de sembrar y recoger. La rutina de este grupo es indispensable para tener éxito. «Venimos al huerto dependiendo del tiempo y de sus necesidades», explican García y López. Así, tras el obligado parón por la pandemia, en cuanto levantaron aquellos ya lejanos cierres perimetrales, el grupo de Afesa se puso manos a la obra. «Comenzamos a preparar la tierra para poder sembrar porque esta zona es una mezcla de restos de arcilla y de escombros, no es tan fértil como el campo», indica López. Los miembros del grupo están coordinados y cada uno tiene una tarea: recoger las malas hierbas, sembrar, regar, labrar... Carlos Díaz, miembro de Afesa, es experto en huertos ya que lleva «muchísimos» años participando en esta actividad, además de haber trabajado en el huerto de su casa «y en el de un amigo». «A mí lo que más me gusta es limpiar la tierra de las malas hierbas, quitarlas». Un trabajo sin el que ninguna de las plantaciones saldría, sin duda, adelante. En el denominado 'El huertín del CAI', plantan ajopuerro, cebolla, guisantes, calabacín, calabaza, brócoli, fresas, frambuesas o pimientos de Padrón, entre otros. La producción está perfectamente señalizada con carteles de maderas, con la denominación de cada hortaliza o fruto. «Mi parte favorita es sembrar, para que luego haya fruto», asegura Carlos Corte, otro de los compañeros agricultores. Mientras que Manuel García prefiere «regar todas las plantas y lechugas». Conforman un equipo perfecto a la hora de conseguir que su cosecha sea lo más generosa posible. «Aquí aprendemos todos de todos, incluso nos enseñan los dueños de otros huertos», explican las coordinadoras. De hecho, a apenas unos metros, Toni Alonso es un agricultor amateur que «tras estar en lista de espera en la anterior convocatoria», este año consiguió entrar «y poder sembrar en mi huerto». Alonso va «aprendiendo del resto de personas que hay aquí, y buscando por internet, vídeos...». Así, ha creado una especie de invernadero bajo, denominado tubo, donde siembra faba verde, lechuga, zanahoria y rábanos, entre otros. U Una oportunidad, la de tener un huerto urbano, aplaudida por sus usuarios: «Debería haber más por la ciudad». TENDENCIAS

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