lunes, 31 de julio de 2023

Retornos Revolucionarios....

Frente de Liberación de Bretaña, ¿se confirma el regreso a la lucha armada? 31/07/2023 opinion Angelo Nero, Francia, Internacional, Principal 0 Tuitear Compartir Compartir Correo eletrónico “Retomamos la lucha progresista y revolucionaria que cada generación de bretones ha emprendido por la libertad de Bretagne y por el derecho de los bretones a rechazar el estatus colonial para gobernarse a sí mismos” Por Angelo Nero “Somos el Frente de Liberación de Bretaña y hemos retomado el combate por el pueblo bretón. Constatamos que quedarse a vivir en el país nunca ha sido tan difícil. La crisis de vivienda es uno de los numerosos aspectos del dominio del Estado colonial francés sobre nuestro país. Ante la determinación de nuestro enemigo, no podemos permanecer pasivos y no veremos desaparecer Bretaña sin pelear”. Estas palabras son parte de una carta enviada el 24 de julio pasado a varios medios de comunicación, firmada por Marie Guyader, Pierre Chérué y Yann ar Gov, miembros del FLB, en el que asumen seis acciones ejecutadas por la organización clandestina. “Llamamos a todos los voluntarios a sumarse a nosotros, a formar comandos y pasar a la acción. Advertimos a los traidores y delatores que intenten perjudicar al Frente” Las acciones llevadas a cabo, denominadas Operaciones de Represalia, por el grupo armado son el incendio de una segunda vivienda en Caurel, en mayo de 2022; el incendio de otra casa en Landunvez, en enero de este año, y otra en junio, en Morlaix; el sabotaje de maquinaria de obra en Belle-Île, en mayo; y el incendio de un coche en la punta de Cabellou a Concarneau, en junio. El mes pasado quemaron también la segunda residencia de un prefecto en Trébeurden, en el departamento de Côtes-d’Armor. Ya en 2021, el FLB hizo público un comunicado en el que señalaba como objetivos las segundas residencias, atribuyéndose el ataque a quince de ellas, en su campaña contra los beneficiarios de la industria turística. Estas campañas contra el turismo francés ha sido también frecuentes en las organizaciones armadas corsas. En marzo de 2022, el Frente de Liberación de la Bretaña–Ejército Revolucionario Bretón (FLB-ARB) solicitó la organización de un referéndum sobre la reunificación de Loire-Atlantique con Bretaña, pero también un referéndum sobre la autonomía o la independencia de la Bretaña reunificada, y apoyándose en los avances políticos de los corsos señaló: “El Ejército Revolucionario Bretón reconoce que el pueblo de Córcega solo es escuchado por el gobierno después de acciones violentas. Concebimos la lucha armada como un complemento de la lucha política.” Antecedentes de la lucha armada en Bretaña “Retomamos la lucha progresista y revolucionaria que cada generación de bretones ha emprendido por la libertad de Bretagne y por el derecho de los bretones a rechazar el estatus colonial para gobernarse a sí mismos”, así se daba a conocer, en 1966 el Front de Libération de la Bretagne (FLB) o Talbenn Diebiñ Breizh, en su primer comunicado reivindicando la colocación de un artefacto incendiario en la prefectura de Saint-Brieuc. En los años siguientes, el FLB, a través de su rama militar, el Armée Républicaine Bretonne (ARB) inició una campaña de ataques a edificios públicos, prefecturas, cuarteles de la Gendarmerie y oficinas de hacienda, pasando de la treintena de atentados, el más importante el que destruyó el garaje del cuartel de la CRS, también en la ciudad bretona de Saint-Brieuc, y el ataque al palacio de Versalles, en 1978. En la década de los setenta llegaron a pasar de las doscientas acciones, sumando a sus objetivos los medios de comunicación parisinos, e infraestructuras del estado, a la vez que la sociedad bretona también se movilizaba contra la discriminación por parte del gobierno francés y el empobrecimiento de su país, luchas a las que se sumó el FLB. A principios de los ochenta ya había una veintena de activistas del FLB en prisión, y cuando fueron amnistiados por el gobierno de François Mitterrand, un grupo de ellos decidió la creación de la Union Democratique Bretonne (UDB) o Unvaniezh Demokratel Breizh, que “sitúa su acción política en el marco del debate democrático, excluyendo todo recurso a medios violentos”, como señala sus estatutos. Michel Herjean, otro de los amnistiados, fundó, en 1983, Emgann–Mouvement de la Gauche Indépendantista, junto a activistas de los Comités Amnestie Bretagne o Kuzulioù an Distaoliadeg (KAD), y que, tras su disolución, en 2009, daría lugar a la organización independentista Breizhistance. Herjean también fue secretario general de la organización de ayuda a los presos, Skoazell Vreizh, especialmente activa en los noventa, cuando un centenar de militantes bretones fue acusado de formar parte de una red de apoyo a la organización armada vasca ETA. El ARB se desarmó en el año 2000, entregando los explosivos que había robado en Plevin, dos años antes, y el escaso armamento que formaba su arsenal, al juez Thiel, y durante toda la siguiente década no volvió a haber expresiones armadas en el independentismo bretón, hasta la rebelión de los Bonnets Rouges, una movilización masiva de la sociedad bretona, que también contó con el apoyo de la UDB, de Breizhistance y del NPA, por el empleo y contra el impuesto medioambiental, donde fue muy importante el colectivo “Vivre, décider, travailler en Bretagne”, y donde la ARB reivindicó la destrucción de radares en Morbihan. La ARB Nevez, volvió a reivindicar acciones puntuales a partir de diciembre de 2013, y en mayo de 2016 también una nueva organización Ni Hon Unan (NHU), Nosotros Solos, atentó contra una empresa minera. Entre 2017 y 2021, el FLB también reivindicó una una decena de atentados contra segundas residencias, también contra empresas de construcción y contra beneficiarios de la industria turística, en medio de una campaña de los movimientos bretones contra la especulación inmobiliaria.

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