viernes, 25 de agosto de 2023

Haciendo....Memoria.

Madrid, del "No pasarán" a refugio internacional de fascistas durante la dictadura El historiador Pablo del Hierro analiza en su libro 'Madrid. Metrópolis neofascista' la relación entre la capital y las redes de apoyo a la ultraderecha internacional desde el final de la Guerra Civil y hasta la victoria socialista de 1982 El líder nazi y jefe de las SS Heinrich Himmler (dcha.), con el torero Marcial Lalanda tras una corrida de toros en la madrileña Plaza de las Ventas en 1940. El líder nazi y jefe de las SS Heinrich Himmler (dcha.), con el torero Marcial Lalanda tras una corrida de toros en la madrileña Plaza de las Ventas en 1940. / ARCHIVO 8 Se lee en minutos Eduardo Bravo Madrid 25 de agosto del 2023. 06:50 0 Comentarios El 28 de marzo de 1939, el Madrid del "No pasarán" cayó derrotado ante el fascismo. Unas semanas después, antes incluso del triunfal desfile de la victoria franquista, la artista Celia Gámez lanzó Ya hemos pasao. El tema, a ritmo de chotis para mayor escarnio de la ciudadanía madrileña, daba pistas sobre la actitud revanchista y vengativa que los vencedores iban a desplegar ante los vencidos en las siguientes décadas. Nada menos que cuatro, que se dice pronto. Para el bando sublevado, Madrid y sus tres años de heroica resistencia era algo que había que sepultar en el olvido a toda costa. Tanto es así que, aprovechando la destrucción sufrida por la ciudad, las autoridades franquistas se plantearon trasladar la capital a otro lugar y convertir a Madrid en un enclave políticamente irrelevante. Descartada esa posibilidad, Franco decidió dotar a la ciudad de una nueva identidad que nada tuviera que ver con su lealtad a la República. Entre otras cosas, el jefe de los golpistas permitió que la capital se convirtiera en un enclave de referencia para el fascismo internacional, que encontró en Madrid una vía segura para la huída a otros países de camaradas italianos, rumanos húngaros o nazis alemanes, algunos de los cuales, acabaron incluso radicándose en España. "Mientras que en buena parte de Europa los fascistas y nazis habían perdido la Segunda Guerra Mundial, España era de los pocos sitios en los que la ultraderecha podía tener una narrativa de vencedores, lo que resultaba muy importante, porque para ellos la narrativa y la memorialística es fundamental", explica Pablo del Hierro, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Maastrich, que acaba de publicar Madrid metrópolis (neo)fascista (Crítica, 2023), ensayo que analiza las redes de apoyo a la ultraderecha durante el periodo comprendido entre 1939 y1982. Pablo del Hierro, historiador y autor de 'Madrid, metrópolis (neo)fascista'. / EPE "Desde 1939, el franquismo creó redes de protección que permitieron que vinieran a Madrid neofascistas de fuera de España sabedores de que, además de protección, aquí iban a disfrutar de patente de corso para editar sus publicaciones, montar sus partidos o poner en marcha grupos como la Organización del Ejército Secreto [OAS en sus siglas en francés], que se monta en Madrid justamente porque su líder, Raoul Salan, tenía la confianza de Serrano Suñer. Con el paso del tiempo, y debido a su carácter transversal que hace que abarquen también a policías, militares o abogados que tienen simpatías hacia la ultraderecha, estas redes de apoyo no desaparecen con la llegada de la democracia. De hecho, en los años 80 la ultraderecha se benefició de esta laxitud legislativa en temas de discursos de odio, lo que permitió que personajes como Leon Degrelle impartiera conferencias alabando a Adolf Hitler", explica Del Hierro, que destaca cómo esta intensa y duradera relación entre Madrid y los neofascistas llegó a determinar incluso el urbanismo de la capital. "Entre Madrid y la ultraderecha se estableció una relación bidireccional que hizo que Madrid marcase cómo iba a ser la red de extrema derecha y que la red de extrema derecha marcase también cómo sería Madrid. Al principio, las líneas de apoyo se localizaron en el centro porque era ahí donde estaban las instituciones importantes como los bancos, la Secretaría General del Movimiento, algunos otros edificios gubernamentales, las empresas en las que trabajan estos ultraderechistas… Luego, a medida que pasa el tiempo y se van sintiendo más seguros, se van extendiendo hacia otras zonas, hasta convertir el barrio de Salamanca en el gran símbolo del activismo de extrema derecha que albergará, no solo a Fuerza Nueva, sino también al Frente de la Juventud, la organización más violenta de la Transición". Arco de la Victoria en Moncloa (Madrid). / AGUSTÍN CATALÁN Del Reich a la CIA Una de las características de la retórica fascista es la mentira. Un recurso que sus miembros emplean sin pudor para ganar adeptos, para atacar al contrincante o para mitigar la ruindad de su propia historia y darle una pátina de heroicidad. De hecho, los discursos de lealtad y camaradería con que el régimen de Franco justificaba la acogida y apoyo a los ultraderechistas extranjeros, no eran tan sinceros como se quería hacer ver. Mientras que los jerarcas nazis y fascistas eran tratados a cuerpo de rey, los militantes de menor rango se encontraron desatendidos. En ocasiones, incluso fueron recluidos en campos de concentración a la espera de que figuras de mayor relevancia accedieran a dar la cara por ellos y avalar su salida en libertad. "En un momento dado, el gobierno de Franco entendió que los personajes importantes podían servirle como moneda de cambio. Al gobierno belga, por ejemplo, Franco le llegó a proponer que si nombraban embajador en Madrid, España les entregaría a Leon Degrelle. Paul-Henri Spaak, Primer ministro de Bélgica, respondió que no iba a entrar en mercaderías y se negó a firmar un acuerdo, entre otras cosas, porque odiaba a Franco desde que huyó de Bélgica vía España para escapar de los nazis y el militar español barajó entregarle al gobierno colaboracionista belga. De no haber sido por Spaak, imagínate lo que hubiera supuesto que en el año 1946, en pleno aislamiento, Bélgica hubiera nombrado un embajador en España", explica Del Hierro, en cuyo libro también se cita el nombre de Otto Skorzeny, jefe de los comandos especiales del Tercer Reich, que rescató a Mussolini del Gran Sasso y acabó colaborando con la CIA desde su refugio madrileño. El líder nazi belga Leon Degrelle, en su casa de Málaga en 1983. / EFE ARCHIVO "Los papeles del Pentágono o de la Secretaría de Estado de los años 50, demuestran que había mucha gente convencida de que la guerra con la URSS era inevitable. Esos mismos documentos prueban que la opinión general era que, si hubiera estallado esa guerra, Europa, entendida hasta los Pirineos, hubiera caído en pocos meses. Por esa razón, personajes como Skorzeny defendieron la necesidad de reclutar a gente que tuviera experiencia en luchar contra los ejércitos comunistas. A partir de entonces, el antiguo nazi se convirtió en informador de la CIA y mandó un informe larguísimo a esa organización en el que explica que se va a crear un ejército en la sombra con gente que luchó en la II Guerra Mundial y cuyos cuarteles van a estar situados en Madrid". La visita de Eishenhower, presidente estadounidese, a Franco en 1959. / ARCHIVO Una tarea complicada El trabajo de Pablo del Hierro abarca desde el fin de la Guerra Civil hasta el triunfo del Gobierno Socialista en 1982, una época en la que, después de esa etapa triunfalista, el fascismo se vio, si no derrotado, al menos en horas bajas. "El fascismo es muy adaptable, lo que le permite viajar muy fácilmente a través de las fronteras. Eso explica por qué, desde 1939, la red de apoyo de la ultraderecha se fue adaptando y adoptando distintas estrategias. Sin embargo, los años 80 fueron una época de derrota porque todo lo que habían hecho en los 70, en los que no dudaron en utilizar la violencia en las calles, que fracasa y no les lleva a ninguna parte. Por eso, en los años 90, estos grupos vivieron un proceso de transformación que pasó por abandonar la violencia y dar una imagen de partido político legitimado. Por eso, aunque es una etapa que yo no he estudiado, parece posible lanzar la hipótesis de que Vox sea la expresión máxima de esa transformación vivida por la red de extrema derecha y que se ha producido también en otras zonas de Europa", reflexiona Del Hierro, que advierte a aquellos que tomen el relevo en esta investigación de lo complicado de la tarea. Noticias relacionadas 'Dune' se retrasa a marzo de 2024 por culpa de la huelga de actores Muere en Suiza Claude Ruiz Picasso, hijo del pintor español "Como sociedad deberíamos demandar una modificación de la Ley de Secretos Oficiales que nos permita acceder a documentos sobre los últimos años del franquismo y los primeros de la democracia. A esa dificultad se suma que, al contrario de lo que suele suceder con los partidos de izquierdas, los de derechas son muy opacos con cómo archivan su información. Para trabajar con el Partido Socialista está la Fundación Pablo Iglesias, en la que puedes ver hasta las actas de las Ejecutivas. Sin embargo, en el caso del Partido Popular, organización en la que acabó mucha gente del régimen que había estado vinculada a esas redes transnacionales de apoyo al fascismo, ni siquiera tienen archivo. Tampoco Falange posee un archivo como tal abierto al público y lo mismo sucede con una serie de partidos bisagra como Democracia Nacional, España 2000 o el Movimiento Social Republicano. Próximamente la Fundación Blas Piñar va a abrir su archivo y puede ser muy interesante. Gracias a algunas entrevistas y documentos que se han publicado sabemos que, para sacar rédito electoral, Fuerza Nueva amparaba la violencia en las calles a través del grupo Fuerza Joven que es de donde surge el Frente de la Juventud. Esos vínculos entre los grupos de ultraderecha y los grupos de ultraderecha más violentos en las calles, es algo que cuesta mucho investigar. Puede que el hecho de que se trate de actos ilegales sea una de las razones por las que estos grupos acostumbran a no tener archivos". Temas Fascismo Madrid Franquismo Libros CONTENIDO PATROCINADO Si quieres matar el tiempo en tu PC, este juego vintage es imprescindible. Sin instalación. Elvenar

No hay comentarios: