lunes, 21 de abril de 2025
Con la Curia hemos topado...
apa Francisco, el reformador entre lobos
FERNANDO VIDAL
21 ABR. 2025 - 12:32
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El Papa saluda a los fieles durante el Urbi et Orbi del 25 de diciembre de 2013 en San Pedro del Vaticano.ETTORE FERRARIEFE
El pontificado del Papa Francisco ha sido un tiempo excepcional con importantes cambios pastorales, doctrinales, morales, geopolíticos, etcétera. Quizás el de mayor importancia en este papado ha sido la reforma del gobierno, organización y modos de la Iglesia.
Muchas de las principales iniciativas de Francisco proceden de esa reforma corporativa de los modos: la sinodalidad, la teología moral de discernimiento, la lucha contra el clericalismo, el rigorismo y el fundamentalismo, la promoción de la mujer en el gobierno eclesial o la teología del pueblo. En realidad, todo esto forma parte de la recuperación de la senda de profundización del Concilio Vaticano II y Francisco recordó que todo concilio tarda alrededor de cien años en aplicarse en su plenitud.
Esa reforma integral fue la principal solicitud que el Colegio Cardenalicio transmitió en medio de la grave crisis de credibilidad causada por la permisividad y encubrimiento de abusos en el seno de la Iglesia. En febrero de 2013 el catolicismo se encontró con una crisis inaudita que provocó la primera dimisión de un papa en casi seiscientos años. Benedicto XVI renunciaba a su cargo denunciando que el pastor de la Iglesia estaba siendo acechado por lobos que procedían del propio mundo vaticano. La reforma no abordaba una mera crisis reputacional, sino que el problema era más grave y las exigencias apostólicas de mucha mayor profundidad. No pocos auguraban que tal reforma era impracticable dada la complejidad, los intereses espurios y los abusos masivamente asentados durante siglos.
Pero, ¿era posible reformar en tan solo unos años la mayor y más antigua corporación del mundo, tan compleja y que arrastra obsolescencias de siglos? Sin duda, constituye uno de los mayores casos de estudios, fascinante para cualquier interesado en el estudio de las corporaciones humanas.
La extensa reforma emprendida por Francisco ha sido un proceso basado en cinco pilares: conversión, gobernanza, código ético, sinodalidad y cultura del discernimiento.
El primer pilar ha sido un cambio de cultura y una continua llamada a la conversión personal y corporativa para asumir el modo de hacer de Jesús. El problema no era una mera adecuación a nuevos estándares de gobierno corporativo, sino que en las curias eclesiásticas se habían mineralizado formas y hábitos que no se correspondían con el Evangelio. Era preciso también abandonar la resignación, no rendirse ante rutinas y dejar de soportarlo todo. Para ello el Papa extendió el mensaje de que había que ser misericordioso ante las mentalidades establecidas, aplicar el sentido del humor ante las reacciones y sobre todo mantener la más elevada de las esperanzas.
El segundo pilar, quizás el mediáticamente más llamativo, afrontó la reforma de la gobernanza. Desde el inic
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