martes, 22 de abril de 2025

Siempre faltará....UNA!!!!

Nortes | Centraes na periferia ActualidáTemesCulturesMemoriaOpiniónGaleríesXenteHazte socia de Nortes ActualidáDestacaeskulturCulturesTemes “Me pregunto a qué se refieren cuando hablan de la gran película sobre la Guerra Civil” La cineasta Celia Rico presentó "La buena letra" en los Cines Embajadores Foncalada, que cumplen un año de vida y 120.000 espectadores. Por Xabier Pérez 22 abril 2025 Celia Rico en los Cines Embajadores Foncalada. Foto: Pablo Lorenzana Recomendados Xabier Pérez Xabier Pérez “Me pregunto a qué se refieren cuando hablan de la gran película sobre la Guerra Civil” 22 abril 2025 El ecologismo se prepara para dar la batalla económica, judicial y cultural en defensa del lobo 22 abril 2025 El regreso de las grúas 22 abril 2025 Barbón y Zapico se desmarcan de la comisión de investigación por considerar que hace el juego a las derechas 21 abril 2025 Celia Rico (Sevilla, 1982) debutó en 2018 en la gran pantalla con ‘’Viaje al cuarto de una madre’’, que nos deleitó con el redescubrimiento entre una madre y una hija, y el año pasado estrenó ‘’Los pequeños amores’’ siguiendo una premisa cercana. Su última película, adaptación de Rafael Chirbes que ya ha pisado alfombra roja en el Festival de Málaga, es ’’La buena letra’’. Este lunes se proyectó en los Cines Embajadores Foncalada, que cumplen un año y 120.000 espectadores. Para celebrarlo han preparado un programa de actividades a precios reducidos. En muchos foros o ecosistemas cinéfilos se dice eso de que, en España, se han rodado muchas películas sobre la guerra civil pero que todavía no se ha hecho su gran película por excelencia… ¿Compartes esta impresión o por el contrario se te ocurre alguna posible que pueda ocupar ese podio? Yo es que me pregunto a qué se refieren cuando hablan de la gran película sobre la Guerra Civil, porque creo que lo mejor que tiene nuestro cine en ese sentido es que hay una enorme variedad de películas sobre esa temática, aunque, bueno, ojalá algún día se estrene una peli que hable de esa historia nuestra sorprendiéndonos a todos por igual. Cuando yo estaba preparándome para abordar el proceso de ‘’La buena letra’’ me preguntaba a mí misma con frecuencia si ya se habían hecho muchas historias sobre la guerra, algo que también escuchaba entre las personas que empezaban a saber del proyecto de una manera generalizada y en la industria, pero la novela me gustaba y a veces no hay mejor razón para hacer una película que gustarte o motivarte la idea. Además, poco a poco me fui dando cuenta de que podían haber muchas formas distintas de contarla, fijándome especialmente en los efectos personales que trajo consigo el desenlace. Fue muy sonada la cancelación de hace una años con la que Movistar interrumpió la realización del proyecto que estaba dirigiendo Rodrigo Sorogoyen sobre el mismo periodo histórico, ¿Crees que en este país ya se puede contar lo que pasó con total libertad? No creo que existan muchos tapujos a la hora de afrontar esa cuestión a día de hoy, aunque puede haber cortapisas según el caso en particular y en función de quién te puedas encontrar por el camino. Yo no manejo los hilos de ninguna empresa pero quiero pensar que ya no hay demasiado problema con ello, si bien todavía hay mucho negacionista que no quiere mirar hacia atrás para aprender a ser mejor en sociedad y, por otro lado, también hay cierto buenismo moral a partir de según qué intereses monetarios, pero no creo que siga operando el miedo como tal. Eso sí, existe una tendencia de ver en el cine un mero entretenimiento, simplificando mucho los dilemas morales en consecuencia. ¿Tenías alguna referencia muy marcada para recrear ‘’La buena letra’’ de algún otro cineasta o de alguna otra película? No encontré muchas referencias posibles de una posguerra planteada más bien hacia los adentros de los interiores domésticos, tampoco quería que los espacios se sintieran simulados o encartonados, así que empecé a echar un vistazo a fotografías de exteriores que realmente habían sido destruidos durante la guerra, también a compartir películas de Visconti y otras por el estilo con mi equipo. Me gustaba pensar y confiar en que había algo indirecto en esos ejemplos que podía llevarme a otro tipo de historias más intimistas. Puede que se haya explicado muchas veces el relato del capítulo que enfrentó a familias, amigos o paisanos, pero seguro que no se ha hecho tanto hincapié en el papel que tuvieron las mujeres en torno a la reconstrucción de los viejos hogares rotos. ¿Se podría decir que tu inquietud fundacional era la de mostrar lo que no se vio detrás de esas paredes? Sí, de alguna manera la película quiere mostrar la cara del sacrifico, de los vencidos, y en particular la de las mujeres. Leyendo la novela me pregunté si todo ese sacrifico había merecido la pena, y había algo en el testimonio de Ana, la protagonista, que nacía de un silencio profundo ligado a las heridas que se habían intentado sanar en su casa. El silencio prolongado se convierte en un trauma para su hogar, que termina siendo un personaje más con mayor dimensión que lo que proviene de afuera en las calles. No tenía intención de asumir un reto pretencioso, sino el de imaginar a todas esas mujeres anónimas que habían podido sentir lo que siente Ana en la novela de Chirbes. En ‘’El viaje al cuarto de una madre’’ los interiores también adquieren una trascendencia superior en la relación interpersonal que hace viraje entre los personajes de Lola Dueñas, madre, y Anna Castillo, hija. ¿De qué forma concreta dirías que interactúa o dialoga el uso del espacio entre una película y la otra? Creo que en las dos películas hay un trabajo de coreografía, lo que más me interesa de la puesta en escena es que sea un espejo de los roles que encarnan los personajes y cómo estos pueden cambiarlos, o jugar con ellos a través de su comportamiento, a través de cómo una hija pretende acercarse al ejercicio rutinario de su madre, por ejemplo, ocupando su asiento habitual en la mesa a la hora de comer. En ‘’La buena letra’’ se dan diferentes luchas simultáneas por la supervivencia, con miradas que se reprimen entre cuñados obligados a convivir bajo el mismo techo. Algo parecido ocurre entre madre e hija en ‘’Viaje al cuarto de una madre’’, una tensión constante entre quienes comparten un espacio pero al mismo tiempo no lo comparten. Celia Rico. Foto: Pablo Lorenzana ¿Qué opinas de que en una España democrática no sea posible una formación pública especializada en hacer cine? Sería bonito ver algo así, recuerdo comparar libros de texto entre los tiempos republicanos y los de la dictadura y luego pensar el país que podríamos haber tenido. El acceso a la cultura, cuando Franco, estaba reservada tan solo para unos pocos, los hijos que luego podían reproducir lo que sus padres habían creado, como en la Alemania de aquel entonces. Hay un programa que yo he emprendido para acercar el cine a las escuelas que se llama ‘’Cine en curso’’, que no significa esperar que todos los niños se conviertan en profesionales del sector, sino sensibilizar a las nuevas generaciones a partir de la observación, la contemplación, y esa faceta es la que debe importar en las inactivas educativas relacionadas con el cine. ¿Qué le dirías a esos jóvenes que pueden llegar a creerse eso de que el cine español es una industria de ‘’rojos’’ subvencionados que reciben mucho dinero para sus obras a cambio de recibir muy poco por ellas? Pues les diría que la alternativa a eso es puro neoliberalismo, competencia individualista y narcisista que no piensa en colectivo, sin solidaridad. Hay que tener confianza en lo público, aún teniendo opiniones encontradas acerca de su funcionamiento, porque las decisiones relevantes deben tomarse entre muchos y no bajo la soberbia o la ambición desmedida de unos pocos.

No hay comentarios: