El alcalde admite que el adelanto electoral frena la cesión de los terrenos de La Vega
Las obras del puente de Nicolás Soria tampoco pueden efectuarse sin la modificación de los presupuestos de 2018
Cambios de agenda. Primero las elecciones y después todo lo demás. El alcalde, Wenceslao López, admitió ayer que algunos de los proyectos más ambiciosos, y aún pendientes, del equipo de gobierno tendrán que esperar a los resultados de los próximos comicios nacionales, adelantados para el próximo 28 de abril, tan solo un mes antes que los municipales. Un nuevo panorama electoral que ha puesto en jaque a varias de las aspiraciones centrales del tripartito: las obras de ampliación del puente de Nicolás Soria y la cesión de los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega, «entre otros», enfatizó el primer edil, que quedarán pospuestos hasta nuevo aviso, por depender de la Administración central.
Según López, «la alianza entre secesionistas, la derecha más dura, y la menos dura, la naranja, que va disfrazada, provoca interferencias en el tiempo». Interferencias que, en sus propias palabras, obligan a «poner en marcha un proceso de campaña más» y a postergar proyectos que han estado en el tintero «durante décadas», como el de la reordenación completa del tráfico en el entorno de Nicolás Soria y la recuperación para la ciudad de los 122.000 metros cuadrados de la vieja factoría de armamento militar.
«Espero que tras las elecciones, el PSOE siga gobernando y podamos continuarlos con más ímpetu», aventuró el regidor, que sin previo aviso, ha visto truncado uno de los proyectos a los que los tres socios de gobierno han dedicado un mayor esfuerzo durante el mandato.
El pasado 15 de enero, el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa, encabezado por su secretario de Estado, Ángel Olivares, mantuvieron una reunión que prometía avances significativos en la negociación. Una cita en la que se dio por aprobado el protocolo que, como ya había adelantado este diario, permitiría a la ciudad recuperar la propiedad de los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega, previo pago en compensaciones urbanísticas de una cantidad en la que los técnicos de ambas administraciones se encontraban trabajando desde entonces.
El trato, que en ese sentido ya fue aprobado en junta de gobierno con la abstención de Somos, establecía un plazo de un año, prorrogable por otro más, para valorar y tasar el inmueble, y suscribir el convenio de enajenación. No obstante, el alcalde, más optimista, había reducido los tiempos del calendario a meses, en declaraciones tras el encuentro, con la esperanza de atar todos los cabos sueltos antes de que finalizase el mandato en mayo, si bien esa propuesta parece ahora una quimera irrealizable.
En el aire
El Consistorio y el equipo presidido por Margarita Robles, a su vez, habían acordado que en el caso de recalificación de los terrenos durante los próximos diez años, Madrid recibiría el 50% de las plusvalías generadas. Y también, que parte de los pagos al ministerio se harían con recalificaciones de parcelas en la propia fábrica y con solares de valor equivalente en otros puntos de la ciudad. Esto último, para evitar un desembolso demasiado elevado de los fondos municipales.
Sin embargo, el alcalde solo puede esperar, con la mirada atenta en las próximas elecciones, ya que un cambio de gobierno podría -si bien no tiene por qué- mermar los avances en las negociaciones y diluir en un nuevo rumbo político estatal los frutos de las mismas.
Por otra parte, ese mismo día, Defensa se comprometió a hacer una cesión anticipada del claustro y la capilla, los dos únicos elementos del recinto fabril protegidos como Bienes de Interés Cultural. Ayer, López no aclaró si también esa parte se verá afectada por el adelanto electoral. Y en cuanto al coste, los planes pasaban por que los técnicos se pusieran de acuerdo en la valoración de los activos y en el precio. Defensa pedía 32 millones de euros negociables. La tasación municipal, por su lado, que seguía sin aprobarse cuando se firmó el protocolo, se cifraba en 25.
La ampliación del puente de Nicolás Soria, por su parte, se encuentra a la espera de la aprobación de unos presupuestos que no ha llegado a darse. Adif ya cuenta con un proyecto encima de la mesa y tras el periodo de información pública las expropiaciones no fueron alegadas.
Con unas actuaciones por 3.065.600 euros, el convenio entre Fomento y el Ayuntamiento quedaba pendiente a la aprobación de las cuentas de Pedro Sánchez. Con los presupuestos prorogados, solo una modificación podría abrir la puerta a las actuaciones que se retrasan: el primer proyecto es de 1998.
No hay comentarios:
Publicar un comentario