domingo, 24 de febrero de 2019

Tablero endiablado.....


MADRID / LA VOZ 
España se dirige hacia una situación de bloqueo parlamentario en las próximas elecciones similar a la que se produjo tras los comicios del 2015, tras los que fue imposible formar Gobierno, y los del 2016, que provocaron un cisma en el PSOE ante la decisión del comité federal de abstenerse para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, en contra de la posición de su entonces secretario general, Pedro Sánchez, que abandonó su escaño de diputado. Según los datos de la encuesta de Sondaxelos tres partidos que van desde el centro a la extrema derecha -Ciudadanos, PP y Vox- no tendrían ninguna posibilidad de gobernar, al quedar lejos de la mayoría absoluta. La espectacular irrupción de Vox, que alcanzaría hasta 51 escaños y se convertiría en tercera fuerza, se produce a costa de un desplome del PP, que perdería 61 escaños, quedándose en 76, y también de un aparente estancamiento de Ciudadanos, que se quedaría en 40. Como consecuencia, entre las tres fuerzas sumarían solo 167.
La izquierda no suma
Pero también la izquierda se queda muy lejos de la cifra de 176 escaños que marca la mayoría absoluta. En este caso, ocurre algo similar, ya que el crecimiento del PSOE, que aumentaría hasta obtener 116 escaños tras el paso de Pedro Sánchez por el Ejecutivo, con un incremento de 31 actas, se produce a costa de un fuerte derrumbe de Unidos Podemos y sus confluencias. En total, el PSOE y Unidos Podemos más En Comú-Podem, En Marea y Compromís alcanzarían 155 escaños.
La consecuencia de ese endiablado tablero político es que la única forma de articular una mayoría viable quedaría en manos de los partidos independentistas. El socialista Pedro Sánchez se vería así obligado a pactar su investidura con los secesionistas catalanes, al menos con ERC, antes de la sentencia a los líderes independentistas acusados de rebelión en el Supremo, y también con Bildu, si quiere repetir como presidente. Se trataría de repetir la fórmula de la moción de censura que le llevó a la Moncloa, con la diferencia de que en esta ocasión los separatistas no tendrían que limitarse a votar en contra de Rajoy, sino dar su apoyo expreso a la investidura del Sánchez.
Algo que se antoja complejo sin que se produjeran contrapartidas, dado que los secesionistas se han negado en esta legislatura a apoyar siquiera los Presupuestos de Sánchez, provocando su caída, por no aceptar la inclusión del derecho de autodeterminación en las negociaciones para respaldar las cuentas públicas. Sumando los votos de PSOE (116), Unidos Podemos (26), en Comú Podem (6), Compromís (4), PNV (6), Bildu (2) y de ERC (14), alcanzarían los 177, con lo que no necesitarían al PDECat, o al nuevo partido que forme Carles Puigdemont, para superar los votos en contra del resto de partidos en la investidura.
Fórmulas transversales inviables
El problema para Sánchez es que ni siquiera contaría con la opción alternativa que está lanzando en la precampaña, la de un acuerdo con Ciudadanos que rompiera así el cordón sanitario que le han impuesto los de Albert Rivera, que se han comprometido ya a no apoyarle ni a él ni a ningún candidato del PSOE alternativo. Incluso aunque Ciudadanos cambiara de opinión, como ya hizo Rivera en las anteriores elecciones con respecto a Rajoy, la suma de los escaños de socialistas y naranjas se quedaría en 156, lejos de la mayoría absoluta.
Otras fórmulas aritméticamente viables, como la de un pacto a tres entre el PSOE, Podemos y sus confluencias y Ciudadanos sí darían para formar Ejecutivo sin necesidad de los partidos independentistas. Pero la hipótesis de que los de Albert Rivera lleguen a un pacto con Podemos, que ya rechazó la fórmula en el 2015, parece ahora incluso más remota que entonces. Y aún más improbable sería la formación de una coalición entre los tres grandes partidos, PSOE, PP y Ciudadanos, a pesar de que entre los tres alcanzarían los 232 escaños, sin Podemos, Vox y los secesionistas.

 Los jóvenes y el trasvase desde PP y Podemos impulsan a PSOE y Vox

La encuesta de Sondaxe para La Voz muestra a dos partidos en progresión, PSOE y Vox, frente a otros dos en claro declive, PP y Unidos Podemos. En medio queda Ciudadanos, que no logra dar el salto definitivoque Albert Rivera lleva años esperando para convertirse en alternativa de Gobierno. El partido de Pedro Sánchez es el que mantiene una mayor fidelidad de sus electores (cuatro de cada cinco repetiría su voto del 2016), es el primero en la lista de preferencias de los nuevos votantes y, además, engorda sus bases con uno de cada cuatro antiguos electores de Unidos Podemos.
Una situación similar es al de Vox, que consigue atraer a una cuarta parte del electorado del PP, además de ser el segundo partido preferido por los nuevos votantes. Es, asimismo, el segundo partido entre los votantes de menos de 44 años, los menos influidos por los recuerdos del franquismo.
El giro que Casado ha imprimido al PP parece asustar a buena parte de su electorado. Es el partido con menos fidelidad de voto, que en su mayoría huye hacia Vox. Su única esperanza es que sus electores son también los más indecisos, con lo cual tiene margen de recuperación. La irrupción de Vox trunca las expectativas de mejora de C’s, que se estanca, y Unidos Podemos se hunde por sus divisiones y el auge socialista.
Ficha técnica de la encuesta de Sondaxe para La Voz de Galicia
Ámbito: España. Universo: Población censada en España de 18 o más años. Muestra: 1.500 entrevistas con dos submuestras de 1.000 entrevistas en España y 500 en Galicia. Entrevista: Mixta; telefónica asistida por ordenador (sistema CATI) con bases de teléfonos fijos y móviles; autoadministrada on-line (sistema CAWI) en redes sociales. Afijación: Proporcional según tamaño poblacional de la comunidad y de la provincia. Entrevistas: Selección aleatoria de hogares a partir de listados telefónicos, cuotas de género, edad y ocupación para la selección de la persona. Margen de error: Nivel de confianza del 95,5%, y P=Q=0,5, el error máximo admitido es de + 3,16% para la submuestra de España y + 4,47% para la de Galicia. Fecha del trabajo de campo: Del 13 al 21 de febrero de 2019.

El PP cede un escaño al PSOE en Galicia, donde cae En Marea e irrumpe Ciudadanos 

JUAN CAPEÁNS
Los socialistas solo aprovechan su subida generalizada en la provincia coruñesa, donde superan a los populares
Estabilidad entre los partidos tradicionales y, en términos relativos, vuelco notable entre la llamada nueva política. Según la encuesta de Sondaxe, los gallegos van a confiar mayoritariamente en el PPdeG y en el PSOE, y de los 23 escaños que hay en juego se van a quedar con 18, como ya sucedió en el 2016. El BNG, la tercera pata de toda la vida democrática en Galicia, también se queda como hace tres años, con cero diputados, a pesar de que experimenta importantes avances en tres provincias.
La mayor agitación se produce entre los partidos que irrumpieron en el arco político en el último lustro, ya que En Marea sufre un notable retroceso y Ciudadanos irrumpe por primera vez en Galicia, con diputados por A Coruña y Lugo.

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