El Ayuntamiento de Oviedo aprueba el recorte de 32,8 millones para cuadrar el presupuesto
El plan económico financiero suprime casi todas las inversiones, como la del Bulevar, pero salva la reforma del quiosco del Bombé
La Concejalía de Economía que dirige el popular Javier Cuesta tendrá listo para su aprobación en el Pleno de agosto el plan económico financiero. Dos meses después de asumir el gobierno, la coalición PP y Ciudadanos modificará las cuentas heredadas del tripartito, por imperativo legal, y con un cariz muy similar al que dejó listo para su visto bueno el anterior concejal del ramo, Rubén Rosón. Porque Cuesta no tenía mucho margen. Mediante la no disponibilidad del crédito solicitado para financiar inversiones por más de 30 millones de euros, la concejalía meterá en cintura el presupuesto de 2019 y dejará, también, visto para sentencia el de 2020. Con todas sus implicaciones para las áreas de Infraestructuras y Urbanismo.
Porque, como ya avanzó este diario, el recorte se ceba en el capítulo sexto, el de inversiones, al renunciar a 31,1 millones de euros del crédito que el anterior gobierno había dispuesto como fuente de ingresos. Un tijeretazo necesario para cumplir con la regla de gasto y cuadrar los 12 millones de déficit con los que, el pasado marzo, el Pleno dio el visto bueno a las cuentas.
El presupuesto municipal fue aprobado en 242 millones, pero a efectos de la citada regla no computan los gastos financieros (amortización o inversiones). Descontados aquellos, quedaban 210 millones de euros, casi 14,4 millones de euros más de dispendio del que permite la legislación.
Así, la estimación de la liquidación a final de 2019 que ha recalculado Economía deja las cuentas municipales en 198 millones agregados tras sumar los 12,3 destinados a la Fundación Municipal de Cultura (FMC).
La tijera pasa, de puntillas, pero lo hace, en gasto de personal (730.000 euros), bienes y servicios (220.000) y transferencias corrientes (350.00). Un recorte de 1,3 millones que redondea el grueso de la no disposición del crédito en inversiones. Al vicealcalde Cuesta, Nacho, le quedarán 10 millones que su tocayo salva de la guadaña para Infraestructuras.
3,6 millones provienen del préstamo del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para la sustitución de luminarias LED, por lo que la capacidad de actuación en Infraestructuras se limitará a cuatro millones; ello, con la dificultad de tener apenas tres meses para disponer de los proyectos de ejecución, financiar las obras y acometerlas.
Una partida en la que merece detenerse es la destinada a edificios y otras construcciones municipales. Presupuestada en 7,8 millones quedará en apenas un millón destinados a la redacción del proyecto y a la reparación del quiosco del Bombé (300.000 euros), los 500.000 destinados a las mejoras en el Carlos Tartiere, la adecuación de salas en el colegio público Germán Fernández Ramos y el proyecto para que el Auditorio cumpla con la normativa de seguridad. Afuera quedan el centro social provisional en el viejo HUCA, la instalación de calefacción en el Palacio de los Deportes, el consultorio de La Manjoya, la reparación de cubiertas en varios colegios públicos, las obras de adecuación de la parcela del fallido spa del Naranco o la dotación de mejoras contra incendios de los edificios municipales.
Lo dispuesto para el Bulevar de Santullano tampoco sobrevive. A los 3,4 millones de euros bajo el epígrafe 'accesos a núcleos de población', el recorte también se centra en las mejoras tecnológicas para el transporte urbano financiadas con 1,2 millones a cargo de los fondos europeos de los que el gobierno PP-Ciudadanos no pretende disponer durante el corriente curso.
«Política revanchista»
El concejal de Somos Oviedo, Rubén Rosón explicó ayer que tras las modificaciones al documento que redactó, el gobierno «se carga el bulevar». «Tanto la financiación propia como la europea», añadió. «En el presupuesto estaba previsto una financiación total de 3.422.100 de los cuales 684.420 euros eran fondos municipales y 2.737.680 son fondos europeos», indicó al sostener que el proyecto es «de ciudad, no de un partido y no pueden pasar la factura de su revancha a los ciudadanos».
En cuanto al nuevo plan económico financiero que enmienda sus cuentas, Rosón argumentó que es «un documento similar en números al que se encontraron firmado. Eso sí, muy diferente en partidas concretas», lamentando el retraso de un mes. «Este retraso en su elaboración muestra una política revanchista. Podían haber aprobado hace dos meses, y estar ahora realizando las inversiones del presupuesto», añadió calculando que hasta bien entrado el otoño no se podrán ejecutar las obras previstas.
Para Rosón, su heredero al frente de Economía suprime financiación y proyectos que se podrían llevar a cabo en 2019. Desde las inversiones en colegios pasando por la del consultorio de la Manjoya hasta «el polideportivo de Trubia, la muralla medieval o adecuación plaza toros». En cuanto a las políticas sociales el edil afirmó que con la eliminación de 730.000 euros en personal se entiendo el retraso de la puesta en marcha de los planes de empleo. «Ya sabemos por qué retrasaron el plan de empleo, para ahorrar aquí y no pagar los salarios de junio y julio», indicó.
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