lunes, 24 de abril de 2023

De Bruselas al Pokemón....

Investigados: así son los candidatos del PP al parlamento asturiano La Comisión Europea, el Tribunal de Cuentas o el caso Pokemon se cuelan en la candidatura de Diego Canga Por Víctor Guillot 24 abril 2023 Alberto Núñez Feijóo y Diego Canga. Foto: Iván G. Fernández Recomendados Investigados: así son los candidatos del PP al parlamento asturiano 24 abril 2023 Jordi Évole, Rodrigo Cuevas y la movida neorrural asturiana 24 abril 2023 Xabel Vegas, Nuria Rodríguez y Faustino Zapico en la lista autonómica de Convocatoria por Asturias 24 abril 2023 Concentración “por un Siero seguro” 24 abril 2023 Víctor Guillot Víctor Guillot Víctor Guillot es periodista y adjunto a la dirección de Nortes. Ha trabajado en La Nueva España, Asturias 24, El Pueblo de Albacete y migijon. A lo largo de las últimas semanas, algunos militantes y cargos del PP han expresado recurrentemente su estupefacción, cuando no el bochorno, por su candidato autonómico, Diego Canga. Su figura de hombre técnico que acude como un niño resabiado a explicarle a los asturianos la manera en que se hacen las cosas desde Bruselas ha encajado mal con el funcionario repelente que pierde demandas ante la UE y hoy es investigado por la Comisión tras haber filtrado el anuncio de la ayuda comunitaria a la descarbonización de Arcelor Mittal, 415 millones de euros, prevaliéndose, supuestamente, de su posición en las instituciones, según informa algún eurodiputado. La Comisión Europea ha reconocido este mes en el Parlamento europeo que la conducta del candidato del PP en Asturias está siendo en este momento observada, aunque afirme en una entrevista concedida a La Voz de Asturias que aquella información la encontró en Google… El PP asturiano representa muy bien el devenir de la derecha en la actualidad: tiempos artificiales y acelerados, políticamente vacíos y verbofágicos en los que todo comienza y nada concluye con un final determinado. El capitalismo nos ofrece una mirada fragmentada de la realidad, difícil de ser contada bajo el prisma literario del canon decimonónico. Las cosas ya no tienen un planteamiento, un nudo y un desenlace. No se pueden narrar como una novela de Balzac o Flaubert. Todo se ha vuelto permanentemente transitorio. Los hechos simplemente suceden hasta el punto de que lo imprevisible se ha convertido en la esencia de lo terriblemente previsible. Diego Canga. Foto: COPAE En política y, sobremanera, en el PP asturiano, las crisis ya no se resuelven con un congreso. No tienen indefectiblemente un planteamiento ni un desenlace. Todo son nudos. Todo en la derecha es un in media res confuso, oscuro y críptico. De modo que no suele haber marcadores que definan la línea de tiempo de la acción política en sus agendas. Las decisiones, los nombramientos, las posiciones políticas, las acusaciones, los errores, los aciertos, nada de eso se encadena en una trayectoria lineal de origen y destino porque todo actúa en el orden de lo disruptivo, solapándose o apartándose entre sí, sin sentido de continuidad racional. Todo nace y muere en un mismo acontecimiento dilatado o desparramado en un tiempo latente e indefinido. Si algo o alguien debe concluir su misión, ha de ser merced al providencial y azaroso deus ex machina de un presidente magnánimo, léase Alberto Núñez Feijoo, que hace entrar y salir de la escena a cada protagonista a su voluntad o bajo el criterio de alguno de sus asesores más próximos. El liberalismo del PP se parece mucho más a un nuevo y sofisticado régimen feudal que a otro de orden democrático. El ejemplo de lo que afirmamos se encuentra en el devenir del PP asturiano de los últimos diez años. El enfrentamiento entre Mercedes Fernández y Teresa Mallada se resolvió a favor de esta última, sin que mediara un congreso. De la misma manera, Álvaro Queipo ocupa provisionalmente el cargo sin que otro cónclave halla cerrado la etapa de Mallada. Todo empieza, todo continua y todo se solapa o se dispersa, como flechas disparadas al aire, suspendidas en el cielo o, en el peor de los casos, rotas y amontonadas a las puertas del partido. Diego Canga fue elegido por Alberto Núñez Feijóo por mediación de Miguel Tellado, González Pons y Ovidio Sánchez. El hombre comunitario presentado como Alto Funcionario pero que, en realidad, no ocupa el escalafón más alto de la administración, ha ido incorporando a su lista nombres que, como decíamos al principio, produce estupefacción entre los suyos, bajo un silencio que trata de soslayar la situación judicial en la que se encuentran. En algunos de ellos se cierne, como en Canga, la sombra de la sospecha, y en otros, una ambición política arrastrada por el transfuguismo. De pronto, el pasado se convierte en presente y el presente oculta el futuro, sin posibilidad de discernir ni prever qué puede suceder a partir de junio. Pilar Fernández Pardo, Ángel Puamariega, Núñez Feijóo, Pablo González, Diego Canga, Mercedes Fernández y Álvaro Queipo en el Campo Valdés. Pablo González, presidente interino del PP de Gijón y diputado autonómico durante esta legislatura, lleva ocupando cargos políticos desde hace más de 20 años. Puede decirse, sin desdoro alguno, que ha vivido de la política. El pasado 20 de abril, Javier Díaz Dapena, abogado de la Plataforma por la Defensa de la Pesca ratificaba una demanda por desvío de fondos ante el Tribunal de Cuentas. Dapena es también el representante legal de Alberto López Asenjo, concejal no adscrito de Gijón, anteriormente portavoz del grupo municipal popular, quien mantiene también otra querella criminal contra Pablo González por malversación. El Tribunal de Cuentas, órgano fiscalizador de la contabilidad de los partidos, le reclama al dirigente popular 8.000 euros como principal responsable de las irregularidades que afectaron al erario del Ayuntamiento, según volvió a informar el diario digital El Plural. Los medios regionales llevan siguiendo este asunto de manera intermitente desde que Alberto López Asenjo fue apartado de su partido. Lo interesante de la información publicada es que se haya soslayado que Diego Canga tiene como número cuatro en su lista a una persona investigada. Tanto González como los exconcejales Mariano Marín y Sofía Cosmen Fernández -que ocuparon sus respectivos cargos entre 2015 y 2019- fueron llamados a declarar el pasado 19 de diciembre de 2022 por la investigación de presuntas irregularidades en el uso de fondos del grupo municipal durante el anterior mandato. ¿Es Pablo González el único investigado que ocupa un puesto en la lista autonómica de Diego Canga? Pues la respuesta, probablemente, sea que no, a la espera de poder determinar con absoluta certeza en qué situación procesal se encuentra Pilar Fernández Pardo en la pieza separada del caso Pokemon desde hace más de un lustro. Como sabemos, el caso Pokemon en Asturias es el caso Aquagest, investigación que sigue judicialmente viva y, podríamos decir también, latente, suspendida en el tiempo, en una especie de limbo jurídico, como si no hubiera tenido un comienzo ni tampoco un final. Recuerden: en el PP todo nace y muere en un mismo acontecimiento dilatado en un tiempo indefinido. No obstante, hagamos memoria. Pokemon va de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias a través de una red de empresas que, supuestamente, sobornaron a cargos públicos del PP para que, a cambio, mediaran en la privatización de empresas municipales y se les otorgaran los respectivos servicios. Aunque el núcleo de Pokemon se encuentra en Galicia, tuvo ramificaciones en Asturias y comprometió a figuras como Joaquín Aristegui, Joaquín Fernández o Agustín Díaz Caunedo. Pablo González, líder del PP gijonés recogiendo donativos para Stop Muro. Foto: PP Gijón. La jueza Pilar de Lara, apartada de la instrucción del caso Pokemon antes de que fuera trasladado del juzgado número 1 de Lugo al número 2 de Oviedo, llamó a declarar como “investigada” a la ex-presidenta del PP de Gijón y, actualmente, número 2 de la lista autonómica que acompaña a Diego Canga. La jueza pidió en 2017 que se informase a Pardo y al que fuera su mano derecha, el ex-edil Francisco Rodríguez Cubiella, de que se les investigaba por un posible delito de cohecho. Pilar Fernández Pardo solicitó ir a declarar como y negó rotundamente que tuviera nada que ver con esa supuesta operación. La ex-edil admitía ponerse a disposición de la Justicia para “clarificar de una vez por todas las cuestiones y actividades” que se le imputaban y conocer así en base a qué datos se le ligaba a la trama del agua. De pronto, el pasado se convierte en presente y el presente acapara el futuro, sin posibilidad de discernir ni prever qué puede suceder a partir de junio. Pilar Fernández Pardo. Así están las cosas en la lista autonómica del PP. En el entorno nacional del partido se han encendido algunas luces de alarma. Consideran que Miguel Tellado ha permitido que se configure una candidatura errática con la que difícilmente el partido podrá iniciar un nuevo rumbo. Recuerden: Diego Canga está investigado por la UE, Pablo González por el Tribunal de Cuentas y Pilar Fernández Pardo lo fue en un caso que duerme el sueño de los justos en el juzgado número 2 de lo penal de Oviedo. En el PP, se está a la espera de que el núcleo duro de la dirección y, especialmente, de Mar Sánchez Sierra, directora de imagen del PP, tome medidas en la configuración de la candidatura cuyo registro comienza hoy. Y ahora hagamos la proyección de futuro. Si en el mejor de los escenarios, el PP vuelve a perder las elecciones del 28 de mayo con 15 diputados, cinco más de los que consiguió en las autonómicas pasadas, la organización se encontrará con un portavoz que ya habrá sellado el billete de avión con retorno a Bruselas (14.000 euros al mes son muchos euros) y con dos diputados bajo la enorme sospecha de que tratarán de optar al escaño por designación al Senado y así obtener la opción de guarecerse del asedio judicial autonómico con un aforamiento que los proteja de cualquier investigación que haya tenido lugar en Asturias, en el pasado, en el presente o en el futuro. Un gran panorama para la gata de Cheshire. Estaremos atentos. referencia

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