miércoles, 30 de enero de 2019

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El proyecto de presupuesto incumple la regla de gasto por más de 14,5 millones de euros

El proyecto de presupuesto incumple la regla de gasto por más de 14,5 millones de euros
El alcalde presidiendo el Pleno de presupuestos del pasado año. / ÁLEX PIÑA

Las cuentas quedan pendientes del informe de Intervención sobre el cumplimiento de la Ley de Estabilidad, con menos margen que las de 2018

GONZALO DÍAZ-RUBÍN OVIEDO.

El proyecto de presupuesto municipal para 2019 entra en su recta final amenazada por nuevos incumplimientos de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera que constriñe desde 2012 las cuentas de los entes locales. Según el informe de los técnicos del área Económica, las cuentas del Ayuntamiento de Oviedo para 2019 incumplen otra vez la regla de gasto, que impide que el gasto de las administraciones públicas crezca más que la tasa estimada de aumento del PIB del país. El cálculo de esa cifra es algo cuestionable -lo hacen la UELa Caixa o el BBVA-, pero Hacienda lo ha fijado en el 2,7% para este año. El presupuesto municipal asciende a 242 millones, pero a efectos de la citada regla no computan los gastos financieros (amortización o inversiones). Descontados, quedan 210 millones de euros, casi 14,4 millones de euros más de dispendio del que permite la legislación.
Todo es relativo. De hecho, en términos relativos el crecimiento del gasto para este año es del 12,21%, «muy por encima de la tasa» de referencia, señalan los técnicos en su informe, pero la desviación es mucho menor que la del año pasado, cuando el gasto presupuestado crecía más de un 22% y el autorizado no excedía del 2,4%, dejando un desfase de 28 millones de euros.
Aquella desviación tremenda, la solucionó el interventor con una frase: «La conclusión es de incumplimiento de la regla de gasto», señaló en su informe, «cuando se ejecute el presupuesto de 2018». 'Cuando se ejecute', porque la norma tan solo obliga a eso, a vigilar que, al final, no se gasta más de lo autorizado. Y en eso, la bajísima ejecución de las inversiones da un margen extra cada ejercicio.
Lo malo es que los números dibujan un posible problema de mayor calado. Lo que el gobierno local llama «las 'leyes Montoro'» tiene dos patas: restringe el gasto, complicando la gestión con 'reglas', instrucciones de contabilidad y 'techos', pero no renuncia al férreo control sobre el déficit público de las administraciones. El año pasado, el Ayuntamiento aprobó sus cuentas con más de cuatro millones de euros de números rojos que esperaba remendar con la liquidación y la incorporaciones de remanentes en marzo. En cambio, quedó entrampado entre la sentencia del Calatrava, la imposibilidad de pedir préstamos hasta tapar el agujero y hasta tres modificaciones presupuestarias que han acabado por dejar aún más abajo el nivel de ejecución de inversiones: 3,2 millones hasta octubre tan solo.
¿Cómo van los números de este año? La última palabra la tendrá el interventor. El informe de la Oficina Presupuestaria se limita a señalar que existe «una necesidad de financiación» de más de 27 millones de euros, entre los ingresos y los gastos corrientes. La cifra no es déficit, que eso lo calculará el interventor. Lo hará realizando una serie de ajustes entre las cifras de ingresos y gastos no financieros (218,3 y 235,3 millones de euros, respectivamente) en el que el más importante es la inejecución del gasto. El año pasado, la incapacidad municipal para cumplir los gastos que promete no salvó las cuentas, que se aprobaron en déficit. Este año queda en manos del interventor -es el último informe que falta para la aprobación inicial del presupuesto- decidir si el agujero de 17 millones entre gastos e ingresos no financieros se puede subsumir en el dinero que se deja sin ejecutar el Ayuntamiento. Para las cuentas del año pasado, el habilitado nacional lo estimó en 20 millones de euros. Lo curioso es que si el gobierno local mejora sus cifras de inversión puede meterse en problemas.

Retrasos

En diciembre, los tres grupos del gobierno local dieron por cerrado «a nivel político» un presupuesto de récord, con 242 millones de gasto. El alcalde, Wenceslao López, llegó a anunciar su presentación, pero no la hubo. López lo justificó a la espera de que «los técnicos valoren adecuadamente» el borrador, pero sostuvo que «el problema» está «en la financiación de las inversiones, en si podemos recurrir al préstamo» previsto o «eso supondrá una carga financiera que nos suponga un incumplimiento».
Al socio mayoritario del tripartito las dudas sembradas por el alcalde le sentaron como un tiro. El informe del área Económica les da la razón. El ahorro neto (la diferencia entre ingresos corrientes y gastos ineludibles como nóminas, servicios y el pago de la deuda) es positivo por más de un millón de euros. Lo malo es que el margen se estrecha: el ahorro teórico del año pasado era cuatro veces mayor. Si pasan el corte del interventor, las cuentas podrían ser aprobadas de foma inicial en Pleno a principios de marzo y un mes más tarde de forma definitiva. Si pasan el corte, claro.

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