domingo, 17 de marzo de 2019

A los Vivítopes...


UnaCLAUDIA GRANDA 
OVIEDO 
Comer es un placer. Y sino que se lo digan a los miembros de la Peña Gastronómica «2 menos 20». Esta organización nacida en el año 1972 es una de las dos existentes en Oviedo, y en la que no solo se disfruta saboreando infinitos platos, también preparándolos y elaborándolos con el mayor de los cuidados. En su sede subterránea situada en la calle Pío XII estos amantes de la cocina se reúnen cada día alrededor de su gran cocina para preparar platos tradicionales o innovar con recetas propias. 
El nombre de la peña hace alusión a la hora en la que sus fundadores y amigos quedaban para tomar un vino y un aperitivo a la salida del trabajo. «Salían a la una y media y se juntaban en Casa Julio, en La Argañosa para tomar el pincho sobre esa hora», explica Fito Rodríguez, actual presidente de la Peña. A día de hoy los socios abonados son 38, pero a lo largo de su historia han pasado un centenar. Aunque no todos por la actual sede. En la que se reúnen ahora fue comprada en 1977 y, tal y como recuerdan los más veteranos, «había medio metro de agua en este sótano infecto». Tardaron varios años en convertirlo en lo que es ahora.
A lo largo del bajo puede contemplarse una barra de bar, así como unos grandes fogones de cocina profesional. En la zona del comedor, casi una decena de mesas ocupa la totalidad del suelo. Han sido mucho los festines que han vivido estas tablas de madera. El local cuenta también con un salón donde se reúnen para ver el fútbol y, tal y como aseguran, llevarse alguna alegría y otro disgusto, pero nunca para discutir. Una pequeña biblioteca completa la sede.
Hasta el día de hoy, ninguna mujer ha entrado a formar parte de la peña, aunque estos hombres insisten en aclarar que ha sidoporque ninguna ha pedido formar parte de ella, no porque no se permita. Eso sí, los fines de semana las mujeres de estos apasionados por la gastronomíapueden disfrutar del acceso al local con la total garantía de no tener que mover un dedo. «Los que aquí vienen de invitados no pueden hacer nada, están invitados y vienen para disfrutar», asegura Valeriano Villa, uno de los integrantes que recuerda que hace apenas un mes sus mujeres pudieron gozar de una increíble cena de San Valentín en la que, además, de comida, hubo también mucho baile.
Muchos se pensarán que una Peña Gastronómica consiste en reunirse para comer. Así es. Pero su fin va mucho más allá. A estos hombres les une su pasión por la cocina, a uno y otro lado de los fogones, pero también el gusto por conversar y 
Entrar en esta asociación no es cosa fácil. El primer requisito a cumplir es conocer a alguien que pertenezca a la peña y pueda invitarte a visitarla. El segundo, estar apadrinado por dos integrantes. Tras unos días compartiendo tiempo con sus socios, estos decidirán si puedes entrar o no. Eso sí, un solo «no» y no podrás formar parte de su sociedad. Otro modo de entrar es ser hijo de socio. Estos pueden entrar pagando una cuota reducida o heredar el número de su padre de manera gratuita tras su fallecimiento. 
El local, aunque no es visitado por todos los socios, siempre está concurrido. Al mediodía no habrá día en el que alguien se encuentre sentado en la barra tomando un vino y preparando unos aperitivos. Los miércoles por la noche se cena en Pío XII. Esta peña se mueve por el «espíritu de camaradería», así lo explican ellos. Su principal objetivo es el de «rescatar el aspecto humano, esos vínculos que se están perdiendo». Así lo explica Ricardo, otro de sus integrantes. «Con un buen ambiente, una mesa y amigos hay magia», asegura.  Institución!!!!....que frecuenté...

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