domingo, 31 de marzo de 2019

Solo faltó S.Calatrava para firmar su defunción....

El Calatrava baja la persiana pese a la negativa de Burger King y la incógnita de Telepizza

Uno de los últimos clientes accede al centro comercial junto al cartel que anuncia el cierre. / P. LORENZANA
Uno de los últimos clientes accede al centro comercial junto al cartel que anuncia el cierre. / P. LORENZANA

El segundo centro comercial de Asturias por superficie cierra tras perder al menos 120 millones en sus once años de servicio | La empresa da una semana a las tiendas para que vacíen sus locales tras la clausura

JUAN CARLOS ABAD OVIEDO.
Llegó el 31 de marzo. La fecha tope para que todos los negocios que ayer permanecían abiertos en el Modoo cesen su actividad tras la orden declausura dictada por la gerencia. ¿Todos? No. La empresa que gestiona la franquicia de Burger King consiguió el pasado martes una suspensión cautelar del cierre. Un día después, Telepizza avanzó sus intenciones de seguir atendiendo sus instalaciones mañana. El resto de negocios que resistieron hasta el final como Women's Secret y Springfield, pese a que tienen contrato de alquiler en vigor, se van del Calatrava. De igual manera lo hará la tienda del Real Oviedo. Tendrán la próxima semana para desalojar sus locales.
El de Burger King y Telepizza son dos casos diferentes pero guardan alguna similitud en su intento de mantener la actividad mientras se ejecuta el supuesto plan de la nueva gerencia, Estabona Management, para reorganizar un espacio de 40.000 metros cuadrados y que abrió sus puertas en 2008 con 146 locales en activo.


Burger King cuenta con renta en vigor hasta 2036 y el pasado miércoles logró que el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Oviedo ordenara la suspensión cautelar del cierre del centro comercial. La medida dictada por la jueza se basa en el contrato de alquiler entre la empresa franquiciada, Arnicio Restauración, y el que la empresa mantiene para la explotación de la marca Burger King. Así, resolvió «requerir a la entidad demandada -RPPSE Espacio Oviedo, propietaria del centro- para que mantenga abierta, con las debidas medidas de seguridad, la zona de acceso imprescindible del Centro Comercial Modoo de Oviedo que permita al público y demás usuarios (proveedores y empleados) entrar al local arrendado mientras dure el procedimiento judicial».
Las razones esgrimidas por Arnicio Restauración, representado en la causa por el abogado José María Muñoz, socio de Garrigues, las adelantó este diario el pasado 16 de febrero, cuando fuentes de la empresa avanzaron acciones judiciales contra el cierre. El restaurante mantiene el citado contrato de alquiler en vigor y no conoció los planes de la nueva gerencia del Modoo hasta mediados de febrero, a un mes vista del cierre y tras infructuosos intentos de comunicarse con la propiedad. De esta manera, ante la decisión unilateral de la gestión y bajo el riesgo de tener que despedir a toda la plantilla -más de cuarenta empleados- y de perder toda la inversión realizada en el local, Burger King decidió mover ficha.
La suspensión cautelar del cierre solo afecta a Burger King pero en el local anejo pretenden seguir su ejemplo aprovechando la medida dictada por la jueza. «Si el Calatrava está operativo para la hamburguesería también lo estará para nosotros», sostuvo Andrés García, responsable de Telepizza que explicó que solo mantiene comunicación con Estabona Management mediante burofaxes. En el último les informó de sus intenciones.
Mientras se produce la salida escalonada de los negocios a desmantelar, operarios y dependientes seguirán teniendo acceso al centro. Sin embargo, según algunas fuentes internas, la gerencia ha dado órdenes a la empresa de seguridad privada que guarda el Modoo para que impida la apertura de Telepizza. Frente a esto, voces contrarias indican que los guardas privados no iniciarán ningún conflicto y se remitirán a las fuerzas de orden público para que controlen la situación.
De la vista tras la que Burger King obtuvo permiso para seguir con su actividad traslucieron algunos de los motivos por los que Estabona quiere el Calatrava vacío. En primer lugar el alquiler. Los abogados de la gestora explicaron que mantenerlo abierto cuesta más de 100.000 euros en gastos corrientes.
A eso, este diario pudo saber ayer que a los trabajadores de la empresa de limpieza que opera en el Calatrava les notificaron la semana pasada que no cuentan con sus servicios a partir de mañana. Además, si prueban a teclear www.modoo.es, su explorador les devolverá un mensaje de error.
El escalonado éxodo de empresas comenzó en 2016 cuando, bajo la gerencia de JLL y Alpha Real Capital, Inditex cerró su buque insignia, Zara, y Massimo Dutti. En 2018 El Corte Inglés, propietario del 20% del inmueble, también clausuró el supermercado. Empezaba a pintar mal.
En enero de 2018 Estabona Management se hizo con el control de RPPSE Espacio Oviedo, la propietaria mayoritaria y avanzó un escueto plan de acción para revitalizar el centro comercial aprovechando las sinergias con el resto del edificio de Santiago Calatrava: las consejerías, el Palacio de Congresos, el hotel y el aparcamiento.
En noviembre se conocieron las intenciones de que para sus planes necesitan el centro comercial vacío. Primark, Benetton y Stradivarius dejarían el Calatrava a lo largo de este trimestre y el resto de negocios apuraron hasta la fecha límite. Los empeados de Primark encontraron, tras llegar a un acuerdo con la empresa, acomodo en Intu Asturias. Lo mismo ocurrió con la plantilla de Stradivarius entre el resto de las tiendas de la marca en la ciudad.
Porque son muchos espacios vacíos. De los 40.000 metros cuadrados disponibles, en enero solo quedaba ocupado el 7,5% de la superficie total. La historia del centro comercial, que abrió sus puertas seis meses antes de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 ha sido la de la década de crisis económica.
Multi Development Spain, el primer gestor del entonces llamado Espacio Buenavista se deshizo al poco del centro comercial en favor de Auxideco. Llegó el cambio de nombre con Modoo y entraron Alpha Real Capital y JLL a los mandos. La sangría, sin embargo, no cesó. Hasta el cierre definitivo operado por Estabona Mangement.

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