viernes, 22 de marzo de 2019

Asturias y Salud....

Más de 6.600 asturianos están expuestos a agentes cancerígenos en su trabajo

Más de 6.600 asturianos están expuestos a agentes cancerígenos en su trabajo
Un soldador, en su puesto de trabajo. Es una de las profesiones expuestas a cancerígenos. / E. C.

El Principado advierte de que «si se mantiene la falta de protección» impulsará inspecciones en las empresas. Funcionarios regionales revisarán las historias clínicas de las plantillas

LAURA MAYORDOMOOVIEDO.

Soldadores, caldereros, montadores, mecánicos, albañiles, electricistas, gruistas, tuberos, conductores y personal de limpieza. También enfermeros y hasta profesores e investigadores de la Universidad de Oviedo. Entre los 6.639 asturianos que, en el ejercicio de su profesión, están o han estado expuestos a agentes cancerígenos y mutágenos -como benceno, amianto, alquitrán de hulla, sílice, formaldehído (en el caso de los sanitarios) y cadmio, por citar solo algunos- hay de todo. La cifra se conoce gracias a que, desde hace dos años y de forma semestral, el Principado recoge los datos que le facilitan los servicios de prevención de las empresas en un registro denominado RTECAM.
Es una iniciativa pionera en España que al responsable de Epidemiología laboral y ambiental de la Dirección General de Salud Pública, Valentín Rodríguez, le gustaría tuviera réplica a nivel nacional. «Es la principal herramienta de la autoridad sanitaria para impulsar la prevención primaria del cáncer laboral. Es una información de gran valor y una garantía para la salud y los derechos de los trabajadores», ahondó en la misma línea el consejero de Sanidad en la inauguración de la tercera jornada sobre la prevención del cáncer laboral.

Revisión de historias clínicas
Es este un terreno en el que «no se puede bajar la guardia». Lo advirtió Rodríguez en el inicio de su intervención y lo explicó al final, cuando anunció que la Consejería de Sanidad ha decidido reforzar la vigilancia del cumplimiento de la normativa. Dos funcionarios estarán dedicados a partir de ahora a «ir a los servicios de prevención» para revisar las historias clínicas laborales de la plantilla de las empresas en las que se trabaje con agentes cancerígenos y mutágenos. Los resultados de su supervisión darán lugar a un informe de la consejería y la correspondiente resolución del consejero y, advirtió Valentín Rodríguez, «si sigue habiendo falta de protección se pondrá en conocimiento de Inspección de Trabajo y Seguridad Social», además de los propios servicios jurídicos de la consejería.
Lo dejó claro Del Busto en su intervención: «El desarrollo económico nunca puede ir en detrimento de la salud de las personas. Si un proyecto empresarial es sostenible económicamente a costa de provocar lesiones o enfermedades a los trabajadores, entonces es inviable».
Como varios de los ponentes en la jornada de ayer, el responsable de Epidemiología laboral y ambiental de la consejería apuntó a la necesidad de incrementar la cultura de la prevención entre empresarios y los propios trabajadores. El problema, anotó, es que la exposición a agentes cancerígenos no se ve como un riesgo «porque la gente no va a desarrollar un cáncer hasta muchos años después».
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Y se calcula que cerca de un 19% de los tumores son atribuibles a factores medioambientales, incluido el entorno laboral. En Asturias, los cánceres laborales más predominantes son los de pulmón y vejiga. Desde 2011, el Equipo de Valoración de Sospecha de Cáncer Profesional de Asturias (Evascap) ha revisado 1.298 casos diagnosticados en los que los trabajadores se encontraban de baja por enfermedad común. Tras considerar que 61 de ellos eran cánceres profesionales, se planteó al Instituto Nacional de la Seguridad Social el cambio de contingencia de enfermedad común a enfermedad profesional. Se consiguió en 26 casos.

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