jueves, 6 de junio de 2019

Otro Madrid está en marcha....

Las negociaciones para formar el próximo Gobierno del Ayuntamiento de Madrid van a buen ritmo. Después del primer encuentro mantenido entre los candidatos de PP y Ciudadanos, José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís, la próxima fecha relevante ya está puesta en el calendario: el viernes llegará una reunión formal entre los equipos negociadores de ambos, con el objetivo de pactar un programa de gobierno y un documento concreto sobre las medidas que el próximo consistorio implementará en los primeros 100 días al frente del Palacio de Cibeles. Populares y naranjas están convencidos de que el acuerdo llegará pronto, entre otras cosas, por la buena sintonía que existe entre sus candidatos.
Según ha podido saber este diario, en las próximas horas los equipos trabajarán por separado para el viernes juntar las ideas y las principales cuestiones que cada uno defiende, aunarlas y que de ahí salga un documento conjunto que sentará las bases del Ejecutivo municipal. Por el momento solo se negociará el programa. En economía y urbanismo,ambas formaciones están muy cerca. Sus propuestas son similares y asumibles por el otro. La bajada de impuestos estará con toda seguridad entre las 'medidas urgentes' (en concreto, el IBI, el impuesto de sucesiones municipal, y la devolución de la cuantía a aquellos que pagaron el impuesto de plusvalía a las perdidas), igual que el impulso a la economía y atajar el precio de la vivienda en la ciudad.
Como ya hicieran en Andalucía, Ciudadanos insistirá en que el acuerdo debe contar con un mecanismo para medir el cumplimiento de los compromisos, rendir cuentas a la ciudadanía y analizar los resultados. Todo quedará por escrito y se hará público.
El candidato del PP al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (EFE)
El candidato del PP al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (EFE)
El modelo andaluz guiará este acuerdo, igual que en el resto de CCAA y consistorios. El objetivo es llegar a la próxima semana con un acuerdo de gobierno completo al que Vox se sume dando sus votos afirmativos. Ciudadanos insiste en que no se sentará a negociar con el partido de Santiago Abascal —tampoco en el ayuntamiento de la capital— y entiende que ha de ser la formación de ultraderecha la que decida si prefiere un Gobierno de PP y Ciudadanos o permitir a la izquierda que siga gobernando.
En los ayuntamientos, este ultimátum no es una cuestión menor: a diferencia de lo que sucede en las autonomías o en la investidura para el Gobierno central, todos los consistorios deben constituirse el sábado 15 de junio. Si la votación de ese acuerdo PP-Ciudadanos no sale a la primera, gobernará de forma automática la lista más votada: Manuela Carmena. No hay segundas oportunidades. Así lo establece el artículo 196 de la Ley del Régimen Electoral General. Y basándose en esa premisa, en las dos formaciones entienden que Vox no podría asumir el coste de dejar que Más Madrid revalidara la alcaldía.
El partido naranja sigue obcecado en que ni habrá mesa a tres, ni negociación ni fotografía. Vox continúa diciendo que no permitirá lo que entiende como un "desprecio a sus votantes" y que solo prestará sus votos si tiene capacidad de influencia en los gobiernos y programas. Para Ciudadanos, eso es una línea roja, como aprobó la propia ejecutiva nacional este lunes. Fuentes de la cúpula de Albert Rivera insisten a este diario en que no existe tal desprecio ni humillación. Aseguran que lo que no pueden asumir es pactar gobiernos o medidas "contradictorias con postulados básicos" para su formación. También consideran que el peso de Vox no es equiparableal del PP o al suyo. "Cada uno tiene su papel. Está en sus manos. Son ellos los que deben elegir", repiten una y otra vez.
El PP de Madrid sí mantiene ya conversaciones con el partido de Abascal y comienza a tantear a sus socios naranjas al respecto. Con poco éxito, porque en Ciudadanos, la decisión está tomada. Aun así, y pese a los flecos que todavía quedan sueltos, las percepciones de los equipos de Almeida y Villacís son buenas. Fuentes de ambas formaciones dan por hecho que saldrá adelante. El mandato que todos ellos tienen, en todo caso, es terminar lo antes posible "un buen acuerdo de gobierno" asumible por ambas partes y que puedan presentar ante la opinión pública. La cita de este viernes podría ser crucial.
El candidato popular ha cedido a cuatro de sus 'fieles' la negociación que debería llevarle directo a la alcaldía. El equipo popular está formado por Andrea Levy (número dos en la lista), Inma Sanz (actual secretaria general del grupo municipal y directora de la campaña municipal), Borja Carabante (exconcejal y actual consejero delegado de Metro) y Álvaro González (concejal del equipo más cercano a Almeida). En el lado del partido naranja, Villacís delegó la negociación en Miguel Gutiérrez(diputado nacional y secretario general del grupo parlamentario, que ha negociado, entre otras cosas, los Presupuestos Generales y la investidura de Mariano Rajoy en 2016), los concejales y portavoces en Economía y Transparencia respectivamente, Miguel Ángel Redondo y Silvia Saavedra, y Mariano Fuentes (antes asesor del grupo municipal en materia de Urbanismo y ya concejal electo, uno de los 'pesos pesados' del grupo municipal).
Albert Rivera, en una reunión de la ejecutiva nacional. A la derecha, Begoña Villacís y Miguel Gutiérrez, coordinador del equipo negociador en Madrid. (EFE)
Albert Rivera, en una reunión de la ejecutiva nacional. A la derecha, Begoña Villacís y Miguel Gutiérrez, coordinador del equipo negociador en Madrid. (EFE)

Reparto de carteras, después

Igual que sucedió en Andalucía, las direcciones nacionales de PP y Ciudadanos son partidarias de cerrar acuerdos en torno a un programay, después, decidir el reparto de sillones. Sobre lo primero, habrá muchos avances a finales de esta semana, aunque siguen en el aire algunos asuntos de máximo interés para la ciudadanía. Madrid Centraly la política de movilidad son un ejemplo. Almeida aseguró en campaña que revocaría su puesta en marcha, mientras que en Ciudadanos se mostraron partidarios de mantenerlo, "cambiando lo que no funcione". Fuentes de ambas partes reconocen que revertirlo sería prácticamente imposible. Existen coincidencias, eso sí, en algunos aspectos, como modificar las zonas limítrofes o eliminar medidas que afectan a las zonas colindantes del perímetro como los carriles-bici de los bulevares de Alonso Martínez.
Lo que todavía no se ha abordado es el reparto de carteras. Eso llegará después. "Todo está muy abierto", explican fuentes cercanas a la negociación. Para el PP, quedarse con Madrid (tanto comunidad como ayuntamiento) es de vital importancia para la supervivencia financiera del partido, como publicó este diario. En el grupo municipal dan por seguro que Almeida será alcalde, mientras que en la cúpula de Ciudadanos insisten en que aspiran a liderar alguna plaza importante. Con respecto a las concejalías, todavía no está claro si habrá una distribución al 50% o si dependerá del peso de las áreas que se queden unos y otros.

La negociación en Zaragoza y Valladolid

En paralelo a las conversaciones abiertas en la capital (en la comunidad, todavía no han movido ficha), PP y Ciudadanos ya han puesto en marcha las negociaciones en Aragón y Castilla y León. En ambas, insisten, la sintonía ha sido "muy buena", y los dos partidos han demostrado su voluntad de formar un acuerdo de gobierno para la próxima legislatura. En Aragón, el pacto se antoja endiablado: populares y naranjas necesitan los votos de los regionalistas del PAR y de Vox. Aun así, los equipos autonómicos avanzan en su acuerdo de gobiernodesde el martes.
El caso de Castilla y León es igual de complejo, o incluso más. Ciudadanos tiene la llave del Gobierno. Suma tanto con PP como con PSOE. Pero la negociación por ahora solo está abierta con los populares. Este miércoles, la primera reunión se saldó con un principio de acuerdo en que los de Rivera tienen una línea roja fundamental: impulsar medidas de regeneración democrática. La cosa se podría complicar ahora que la Fiscalía ha abierto diligencias contra el candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, por una posible financiación ilegal. Si resultara imputado, en Ciudadanos lo ven claro: tendrá que marcharse para que el acuerdo siga adelante. Una oportunidad para demostrar esa frase que tanto repitieron a la salida de la reunión: "Las cosas van a cambiar en Castilla y León".
Este jueves, el escenario de los pactos será Murcia, donde los equipos de PP y Ciudadanos debutan en busca de comenzar también una negociación que termine en un acuerdo de gobierno. En esta comunidad, también son necesarios los votos de Vox.

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