miércoles, 23 de febrero de 2022

Efectos locales de la crísis en Ucrania..

Así puede afectar la crisis entre Rusia y Ucrania a la economía asturiana CARMEN LIEDO REDACCIÓN ASTURIAS Dos soldados ucranianos en un punto de guardia en DonetskDos soldados ucranianos en un punto de guardia en Donetsk STANISLAV KOZLIUK | EFE El recrudecimiento del conflicto, además de repercutir en las relaciones comerciales con esos países, podría conllevar un encarecimiento de los productos energéticos que redundaría en la factura a la industria electrointensiva regional 23 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h. Comentar · 0 Los más de 4.000 kilómetros que separan Asturias de las fronteras entre Ucrania y Rusia pueden dar la sensación de que la crisis que comenzó entre ambos países en 2014 y que se ha intensificado en las últimas semanas es un conflicto lejano. Sin embargo, en un mundo tan globalizado como el actual, cualquier crisis que tenga lugar en otro punto del planeta puede afectarnos en mayor o menor medida por mucha distancia que haya. Así, esta pugna que mantiene Rusia de forma directa con Ucrania y de forma indirecta con Europa y con EE UU, también conlleva consecuencias para regiones como la asturiana, y no sólo por las empresas que puedan tener negocios o actividad comercial vinculada a estos países, sino por los efectos colaterales que puede conllevar dicha tensión política, que pueden tener repercusión, por ejemplo, en la industria asturiana. El economista y profesor titular de la Universidad de Oviedo, José Alba, apunta en primer lugar que si bien puede parecer que los efectos netamente directos no son muchos, el conflicto como el que mantienen Rusia y Ucrania «genera una incertidumbre muy grande en toda Europa y la incertidumbre es mala compañía para la economía». Por tanto, matiza que dicha crisis, que hoy por hoy deja la puerta abierta a que se desencadene o no una guerra, «es un hecho negativo para todo el mundo y también para Asturias como parte del todo». Las empresas que tienen relaciones comerciales directas, bien con Ucrania bien con Rusia, son las primeras que se pueden ver afectadas por las tensiones entre este último país y Europa. En este sentido cabe decir que ninguno de esos dos países están entre los diez con los que Asturias mantiene mayor relación exportadora, aunque Rusia si estaba en el noveno puesto del ranking de importaciones de 2020, según datos del Idepa. En concreto, nuestra región trae de Rusia y Ucrania productos para la siderurgia como hulla, mineral de hierro y coque. El catedrático en derecho internacional Javier González Vega traslada que la cuestión puede estar en que Rusia lleve a efecto su amenaza contra Ucrania y la Unión Europea y EE UU le impongan sanciones. «Esa medida puede producir una interrupción de las relaciones comerciales, por lo que repercutirá en las empresas asturianas que tengan relaciones con Rusia», indica el mismo. Además de los efectos directos para las empresas, el economista José Alba señala los efectos indirectos a los que se puede ver abocada la economía asturiana como consecuencia de las tensiones y discrepancias entre Rusia y la Unión Europea. En este sentido, hace referencia en las secuelas que pueden derivarse mismamente de la producción energética, ya que explica que si los países que actualmente se abastecen del gas ruso tuvieran que buscar como alternativa por este conflicto abastecerse de Argelia, de donde lo hace España, esto generaría una competencia que elevaría aún más el precio del gas, tan necesario para nuestro país para producir energía en las centrales de ciclo combinado. Así, deduce que un encarecimiento del gas para España repercutiría en un encarecimiento de la energía que en tanto volumen requieren las empresas electrointensivas asturianas. «En el momento en que los países del norte de Europa, que tienen suministro del gas ruso, tengan que tirar del gas argelino, va a subir el precio, y en España se ha apostado por las centrales de ciclo combinado, lo que tiene como consecuencia el encarecimiento de la factura eléctrica para todos y, de forma importante, para las empresas electrointensivas asturianas», manifiesta el economista, que recuerda que el «problema» de nuestro país es «que no se ha definido bien la factura eléctrica. «Amenaza» por los productos energéticos La «amenaza» que puede suponer en los productos energéticos la crisis entre Rusia y Ucrania es algo que también pone de relieve Javier González Vega, que coincide con Alba en el análisis de que si Rusia bloquea el suministro de gas a los países del norte de Europa, «puede llevar a esas naciones a proveerse de las mismas fuentes que nosotros, con el consiguiente encarecimiento del precio del producto». Otra consecuencia indirecta que se podría derivar si el conflicto entre Rusia y Ucrania va a más es que el Banco Central Europeo incremente los tipos de interés, lo que repercutiría muy negativamente en los presupuestos de España por la importante deuda que arrastra. «España tendría que destinar más cantidad de sus presupuestos a pagar los intereses de la deuda, por lo que se financiarían menos actuaciones y, por ende, afectaría a las necesidades de Asturias», comenta José Alba, que insiste en que «el efecto incertidumbre siempre es malo para la economía».

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