martes, 12 de diciembre de 2023

Los Ratings tienen Ideología...

Un cuento de hadas ideológico: las evaluaciones de las agencias de calificación Emiliano Brancaccio 03/12/2023 Ahora que Meloni también ha recibido un beso de Moody's, parece haberse alcanzado el clímax. Para los tribunales de las finanzas mundiales ella es ahora igual a Draghi. Y para la oposición en la comodidad es un desaire Por lo tanto, los principales jueces de Moody's han indultado al Gobierno de Meloni. Para la poderosa agencia de calificación, la nota de la deuda pública italiana seguirá estando un pelo por encima de los llamados bonos "basura". Sin duda, una nota nada edificante. Pero la cuestión política es que es idéntica a la que la agencia asignó a gobiernos anteriores, incluido el de Draghi. Para cierta forma de entender la oposición, se trata de un desaire. Durante mucho tiempo hemos estado acostumbrados a la narrativa de que hay ominosas fuerzas populistas y de derechas que causan estragos en las finanzas públicas y hacen subir el diferencial, y que afortunadamente hay un centro-izquierda tecnocrático para remediar los fallos financieros y restaurar la calma en los mercados. Entre los cantantes de esta historia, algunos han llegado a creer que es posible estar en la oposición sin ni siquiera salir a la calle. Basta con difundir la inquietud ante el menor aumento de los tipos de interés de la deuda. En Italia, esta narrativa de una batalla campal entre populistas irresponsables y tecnócratas diligentes ha perdurado durante un cuarto de siglo. Sin embargo, si lo pensamos bien, ya ha sido secamente refutada por los hechos muchas veces. No hay más que recordar al Gobierno Monti, que a pesar de los recortes presupuestarios pronto se encontró con el diferencial por encima de los 500 puntos, exactamente en el mismo nivel en el que lo había dejado unas semanas antes el defenestrado Berlusconi. O recuerden al equipo verde-amarillo, con Di Maio exultante desde el balcón del Palazzo Chigi como si hubieran conquistado Bruselas, cuando en realidad habían ajustado diligentemente el déficit a las recomendaciones de la Comisión Europea. Y ahora que Meloni ha recibido incluso un beso de Moody's, parece haberse alcanzado el clímax. Para los tribunales de las finanzas mundiales, Draghi y Meloni son ahora iguales. Los que solían hacer oposición cómodamente, simplemente agitando el coco de los mercados, se han quedado boquiabiertos. El viejo guión de una lucha decisiva entre el fascista de derechas y el restauracionista tecnócrata parece, pues, superado. Es hora de contar otra historia. Y así surge un nuevo guión: los comentaristas de moda nos dicen que la derecha populista ha entrado en razón y que ahora estamos todos en perfecta armonía, bien juzgados por la atenta mirada de las agencias de calificación. El viejo pensamiento único vive, pues, una segunda juventud. Tanto, que tal vez valdría la pena hacer un nuevo gobierno de partido único, abanicando las alas del parlamento y cortando las últimas ramas secas de la demagogia. Dicho así, suena como una vuelta a la habitual "racionalidad capitalista", tranquilizadora a su manera. En realidad, estamos ante otro cuento de hadas ideológico. Baste señalar un hecho ya establecido en la literatura científica. Las agencias de calificación cometen enormes errores: siguen la dinámica del mercado en lugar de predecirla, son completamente incapaces de predecir los puntos de inflexión económica y no están en absoluto preparadas para las sacudidas del capitalismo contemporáneo. En esencia, la ridícula calificación de "triple A" que las agencias asignaron a Lehman Brothers justo antes de su colapso no fue una embarazosa excepción, sino la regla. Dejarnos a todos al juicio de las agencias, como buenos colegiales, no es más que otro fascinante síntoma de la "locura" del actual sistema de poder. Llevamos años intoxicados por las mistificaciones del populismo, como aquella según la cual el simple abandono del euro y la vuelta de la moneda a manos de la especulación del mercado era como tal una obra revolucionaria, incluso en interés de la clase obrera. La propia Meloni, hace apenas unos años, propuso semejante patraña. Algunos, pues, podrían albergar la esperanza de que la crisis del populismo y la vuelta al redil de Meloni y compañía permitan frenar la ola desenfrenada de irracionalismo político. La idea es que, quitando de en medio al populismo, al menos volveremos a ser más claros. Por desgracia, se trata de una ilusión. La verdad es que sólo estamos pasando de un fraude ideológico a otro: el de la "revuelta populista" era frágil, éste de la "racionalidad capitalista" es más antiguo y mucho más resistente. Emiliano Brancaccio es profesor asociado de economía política en el departamento de DEMM de la Universidad de Sannio. Ha publicado artículos en diversas revistas académicas internacionales. Entre otros libros es autor del Manual Anti-Blanchard, traducido a varios idiomas, que suscitó un debate con el ex economista jefe del FMI Olivier Blanchard. Fuente: https://www.sinistrainrete.info/articoli-brevi/26841-emiliano-brancaccio-una-fiaba-ideologica-le-valutazioni-delle-agenzie-di-rating.html Temática: Mercados financieros Traducción: Antoni Soy Casals Compartir: Facebook Twitter Telegram Subscripción por correo electrónico a nuestras novedades semanales: Otros artículos

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