El Ayuntamiento de Oviedo abre la vía a que las nuevas peatonalizaciones del Antiguo sean permanentes
Las restricciones de tráfico en Mendizábal, Pozos y Ramón y Cajal durante la desescalada podrán consolidarse con su reurbanización
«Calle cortada. Acceso autorizado a residentes, taxis y bicicletas. Carga y descarga de 6 a 11 horas». Como estaba previsto, el Ayuntamiento ordenó cortar ayer el tráfico en las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos, en el Oviedo Antiguo. Tal y como había anunciado, procedió a su peatonalización provisional, a través de vallas y presencia policial, como medida para facilitar la movilidad y reactivar la economía durante la desescalada de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Una medida provisional, pero con «vocación de permanencia», como recordó el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta.
El también primer teniente de alcalde abundó que el departamento de Infraestructuras trabaja ya en un proyecto definitivo para el eje que forman las tres calles. Según pudo saber ayer este diario, los técnicos estudian la reurbanización del tramo para que sea «definitivamente peatonal» más allá del estado de alarma.
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La crisis sanitaria y la necesidad de guardar distancias de seguridad han acelerado planes que estaban sobre la mesa. «Habrá que adaptar la urbanización de las tres calles para que siga ofreciendo alternativa de carga y descarga», añadieron fuentes del departamento. Después, se incorporarán «elementos de control de acceso», bien mediante bolardos, bien con lectores de matrícula, como existen en otras calles de acceso restringido. Se permitirá el acceso de vehículos «de peso» en labores de servicio a comercios y restaurantes y «obviamente taxis y residentes tendrán su sistema de acceso», «si bien es posible que haya que estudiar la modificación de la ubicación de la parada de taxis de la calle Mendizábal», añadieron las fuentes consultadas.
Ocho calles
La peatonalización provisional de Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos forma parte de un proyecto que, dividido en tres fases, afectará en total a ocho calles durante la desescalada. Ayer, fue el día del estreno, y tuvo éxito.Cuesta celebró que el día transcurriera con «total normalidad y la perfecta adaptación por parte de los ciudadanos y de los conductores». «Nos ha permitido ganar un importante espacio para el tránsito seguro de los peatones y el buen tiempo ha acompañado. Las siguientes etapas de esta progresiva peatonalización en esta fase de la desescalada seguirán incrementando espacios para los peatones hasta alcanzar 100.000 metros más para ellos», recordó.
El otro departamento municipal concernido, el de Seguridad Ciudadana, también recibió informes positivos. «Destaco la buena acogida de los vecinos y el civismo de los ciudadanos de Oviedo. Eran calles que pedían esta medida», explicó a este diario José Ramón Prado, concejal responsable del área, que quiso ponderar también la ausencia de incidentes en terrazas y en los paseos por franjas horarias durante el pasado fin de semana.
Reactivación económica
Aparte de ganar espacio para los peatones, el otro incentivo para suprimir el paso de vehículos es potenciar la recuperación económica del comercio de proximidad y la hostelería. Desde la Cámara de Comercio, su vicepresidente, José Manuel Ferreira, alabó una medida «valiente» que «puede contribuir» en la reactivación de los negocios tras la crisis del COVID-19. «Es oportuno e interesante como prueba de lo que puede ser en un futuro» una peatonalización permanente, añadió Ferreira, quien quiso poner la nota positiva a las imágenes de ayer frente a la «fotografía distópica de una ciudad vacía como la que hemos tenido estos dos meses». «Todos somos conscientes de que una ciudad con menos coches y menos contaminación y donde haya más espacio para las personas es mucho más agradable», sostuvo.
A pie de calle, los comerciantes aguardaban ayer expectantes el impacto de las peatonalizaciones. «¿Quién conoce la calle Pozos? Cuando me instalé aquí ni siquiera sabía que existía, sabes que están Fruela, la plaza de Riego, pero por Pozos no pasa el turista», explicó Pedro García, director del espacio de arte Dos Ajolotes. «Me parece una buena medida y espero que sea positivo para los comercios de la zona», ahondó.
Un poco más escéptico se mostró Nicolás Martínez tras el mostrador de la librería La Palma. «Las normas tienen que estar claras para que funcionen. Si anima a la gente a pasear en familia, creo que será positivo para el comercio», añadió dejando caer otra posible calle susceptible de convertirse en peatonal: «Siempre pensé en que la calle Paraíso podría quedar muy guapa con terrazas y la muralla», indicó.
Preguntado el equipo de gobierno por este particular, el propio Nacho Cuesta descartó, hasta conocer el futuro de la Fábrica de Gas, ampliar hasta el extremo este del Oviedo Redondo el plan de peatonalizaciones que se completará durante las dos próximas semanas.
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