jueves, 21 de mayo de 2020

Zania nos dá ánimo....

«Vamos a tener una vacuna muy pronto»

Zania Stamataki ha tenido un papel destacado en la investigación de una vacuna contra la hepatitis C. /
Zania Stamataki ha tenido un papel destacado en la investigación de una vacuna contra la hepatitis C.

«Es el tipo de virus al que es posible derrotar como Humanidad; si se toman medidas de contención puede morir en dos semanas»

IÑIGO GURRUCHAGALondres
Nacida en Grecia, doctora en Inmunología por el Imperial College de Londres, formada también en la Universidad de Cambridge, la científica Zania Stamataki ha tenido una participación destacada en la investigación de una vacuna contra la hepatitis C e investiga ahora en la de Birmingham sobre cómo las células del sistema inmune combaten la infección viral en el hígado. La pasada semana publicó en 'The Conversation' un artículo optimista sobre el hallazgo de una vacuna contra la Covid-19.
«Mucha gente cree que no se encontrará una vacuna porque no las hay para otros coronavirus. Eso no es verdad. Tenemos vacunas para otros coronavirus, pero no para el SARS o el MERS. Cuando apareció, entre 2002 y 2003, el SARS causó temor; tenía mayor mortalidad que el SARS-COV-2. Murieron unas 800 personas y las medidas que se tomaron lo sofocaron. No lo hemos visto de nuevo. Ha habido brotes esporádicos de MERS. Los beneficios económicos de combatir esas pandemias desaparecieron. Porque no eran la prioridad. Ahora, el planeta se ha paralizado. Hay una enorme preocupación sobre la salud y la economía. Y se han asignado muchos recursos para encontrar una vacuna contra el SARS-COV-2», asegura la científica.
- Los infectados generan anticuerpos y respuestas de células T, los elementos que quiere potenciar una vacuna.
- Algunas vacunas ya han sido inyectadas a monos y no hay evidencia de aumento de la infección 'anticuerpos-dependiente', que ocurre a veces cuando los tienes antes de que el virus te infecte. La gran mayoría ha desarrollado anticuerpos y se han encontrado células T contra el virus también. Estos datos llevan la firma de la respuesta protectora, pero, para comprobarlo, habría que infectar a la persona vacunada y es algo que ahora no podemos hacer por razones éticas. Pero la buena noticia es que la gente que se ha recuperado ha dado el tipo de respuestas que llevan la firma de una potencial memoria inmune. Todos los datos en este frente animan. Siempre nos preocupa crear potentes respuestas inmunitarias, porque pueden dañar tejidos. No hay evidencia en pacientes de Covid. En casos severos, hay niveles altos de anticuerpos en la sangre. No creemos que sean dañinos. Lo que estaría ocurriendo es que tienen muchos virus en el cuerpo y mucho tejido dañado, y la respuesta inmune lo agrava. No hay indicios en este momento para preocuparnos de que la vacuna pueda tener un efecto adverso.

LAS FRASES:

Comportamiento.
«Muta una vez al mes, pero el cambio no es suficiente para que pueda escapar de los anticuerpos»
Contra el reloj.
«El fármaco llegará a una velocidad sin precedentes respecto a otras dolencias»
- Usted dice que, a diferencia del HIV que causa el Sida, el SARS-COV-2 no inserta su genoma en el de la persona infectada.
- Entre los virus que causan pandemias, este es del tipo contra el que puedes luchar y al que como Humanidad podemos derrotar. Si tomamos las medidas para contenerlo, puede morir en dos semanas. La transmisión es fácil y rápida. Eso le resulta favorable. Pero, si logramos detenerla, podríamos erradicarlo. El HIV incrusta su genoma en el nuestro. Si descubres una medicina que elimine todas las partículas virales de tu cuerpo, el genoma del virus permanece dentro y puede hacer más virus en el futuro. Este coronavirus no es así. Se plantean cuestiones sobre si existen amplios depósitos del virus en animales, pero no tenemos pruebas de que sea cierto.
- La erradicación requeriría un programa inmenso de vacunación, con inmunidad de rebaño en torno al 80% de la población.
- Es la razón por la que la inmunidad de rebaño es difícil de lograr sin una vacuna. Si vacunas a una persona joven, su sistema inmune vigoroso responderá y creará inmunidad protectora, pero si vacunas a una persona mayor va a ser más difícil. Si logramos vacunar a una gran parte de la población, estaremos todos protegidos y el virus no podrá esconderse. Por ejemplo, el sarampión no era un problema para la mayor parte del mundo hasta hace poco. Un médico desacreditado hizo un anuncio fraudulento sobre posibles daños causados por la vacuna, la gente se asustó, dejó de vacunar a sus hijos y hemos perdido la inmunidad de rebaño en algunos países. Es una catástrofe para la salud pública. Un aspecto positivo de esta pandemia es que mucha gente ha leído un poco sobre vacunas y entiende mejor la inmunidad. Los temores no tienen fundamento.
- Las mutaciones de este virus son más lentas que en el de la gripe común.
- Muta como todos los virus, pero no hay que preocuparse. Muta una vez al mes, pero el cambio no es suficiente para que pueda escapar de los anticuerpos que ha generado la persona infectada, al menos en el corto plazo. Entendemos por las investigaciones sobre el SARS y el MERS que anticuerpos contra estos virus pueden durar al menos un par de años. En la vacuna podemos añadir otros componentes para reforzar la inmunidad y lograr mejores respuestas.
- La variedad de enfoques en el centenar de investigaciones que hay en marcha facilita el hallazgo. ¿Prefiere alguna de ellas?
- Es difícil elegir. Datos sobre los ensayos clínicos empiezan a gotear y son fascinantes, pero no tenemos información suficiente para la comparación. Son muy alentadores. Los datos en monos muestran reducción de la enfermedad o de la presencia de virus.
- Políticos y científicos asociados a gobiernos parecen más pesimistas. ¿Cómo se lo explica?
- Creo firmemente que la vacuna puede desarrollarse. Y el tiempo depende de los test. No tengo ninguna razón para ser pesimista. Quizá quienes están en la esfera de los gobiernos moderan las expectativas. Hay que ser precavidos con poner fechas, especialmente cuando hay cosas que no podemos controlar, pero la gente está haciendo el tipo correcto de experimentos y se han invertido los recursos necesarios. Vamos a tener una buena vacuna muy, muy pronto, probablemente a una velocidad sin precedentes comparada con enfermedades anteriores. Habrá muchas vacunas que funcionarán bien.
- ¿Cuánto es muy pronto?
- No puedes decir que tendrás una vacuna en dos meses porque no sabes si la gente a la que se la inoculas va a encontrarse con el virus en dos meses. Es lo que limita nuestra capacidad para dar un plazo. Si tienes una infección intensa en tu país, como ha ocurrido tristemente en Reino Unido, es posible que se infecte la gente a la que has vacunado si no está aislándose, pero estamos pidiendo al mismo tiempo que la gente sea precavida y se quede en casa si no necesita ir a la oficina. Es la única razón por la que no podemos dar un plazo.
- ¿Es optimista sobre el hallazgo de antivirales?
- Si tuviésemos un antiviral con un buen nivel de protección, podríamos hacer las pruebas de la vacuna con voluntarios rápidamente. No estarían arriesgando su vida. El desarrollo del antiviral es extremadamente importante. En los primeros meses de la pandemia se han probado algunos prometedores. Los investigadores están ahora comprobando si esos componentes que matan al virus en vasos de laboratorio mantienen su eficacia en personas.
«El Covid-19 viaja, sería ciego vacunar a un país y no preocuparse del resto»
El Gobierno británico financia dos investigaciones en laboratorios de universidades, además de ser un donante e inversor destacado de entes internacionales que financian la exploración de vacunas. El proyecto que avanza con más rapidez en Reino Unido es una colaboración entre diferentes departamentos e institutos de la Universidad de Oxford.Su líder principal, Sarah Gilbert, ha vaticinado que tendrá la vacuna lista para mediados de septiembre. Zania Stamataki considera que una ventaja importante de esta investigación es la rapidez con la que ha pasado a los ensayos clínicos con voluntarios. Facilitará la infección de sus vacunados antes de que la epidemia se difumine.
La farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca ya ha firmado un contrato con la Universidad de Oxford. Y otro con el Gobierno británico en el que se compromete a entregarle 30 millones de dosis en septiembre, como parte de un pedido total de 100 millones. ¿Existe el peligro de que el interés nacional prime en la vacunación?
La doctora Stamataki no lo ve posible: «Una cosa que debemos tener en cuenta es que este es todavía un virus infeccioso y la gente viaja por el mundo. Si no vacunamos a todos, no habremos protegido a los más vulnerables. Nuestro interés es construir esa inmunidad en tanta gente como podamos, tan rápido como podamos. Porque habrá un grupo vulnerable al que no puedes proteger porque es demasiado mayor para tener una buena respuesta inmune. Sería ciego que un país vacunase a su población y no se preocupase de los demás».

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