El cruce de la muerte amenaza con mandar bitcoin a los 2.800 dólares
José Jiménez
Corren malos tiempos para bitcoin, que no termina de levantar cabeza. Desde los máximos que alcanzó en en enero por encima de los 16.000 dólares, la moneda pierde la mitad de su valor y no tiene visos de despegar al alza. A las crecientes dudas sobre su regulación se han sumado todas las preocupaciones relativas a la seguridad de las transacciones, y la reacción de algunos gigantes tecnológicos, como por ejemplo Google, que acaba de prohibir en sus plataformas la publicidad de criptomonedas.
Por si fuera poco, el análisis técnico tampoco invita al optimismo, pues al hecho de que la moneda hizo un doble techo cerca de los 11.800 puntos, se suma una potencial señal bajista que podría mandar las cotizaciones al entorno de los 2.800 dólares. En concreto, se está gestando lo que se conoce un 'cruce de la muerte', situación que se conoce cuando la media de 50 sesiones (en morado en el gráfico) corta a la baja a la media de 200 sesiones. Si este cruce acaba por concretarse, algo que no se producía desde 2015, la presión bajista se puede redoblar sobre bitcoin.
Muchos inversores se han visto atraídos por bitcoin desde que saltara al mercado de futuros a finales de diciembre, y el uso del análisis técnico se está comenzando a extender sobre su cotización. "Ha habido un cambio definitivo en los últimos meses, después de la burbuja de finales de 2017", dice a Bloomberg Paul Day, analista técnico de la firma Market Securities Dubai. Este experto ha venido estudiando la cotización de bitcoin desde 2013 y su conclusión no puede ser más desalentadora, pues esta vaticinando un desplome del 76% desde los máximos de febrero, lo que llevará la cotización de bitcoin hasta los 2.800 dólares.
El flujo de noticias tampoco acaba de ser bueno. Ayer mismo, el director general de la Policía, Germán López Iglesias, advirtió sobre el "inquietante" y creciente uso de las criptomonedas para la evasión de impuestos, el blanqueo de capitales por organizaciones criminales y la financiación del terrorismo y ha estimado que es necesario reforzar la regulación del dinero virtual.
En su opinión, las monedas virtuales son una herramienta ideal para el blanqueo de capitales debido a su disponibilidad global, la facilidad de acceso, bajo coste, velocidad de las transacciones internacionales y especialmente a su potencial ocultación de la verdadera identidad de sus propietarios.
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