lunes, 21 de octubre de 2019

Más seriedad porfa!

Fomento solo invirtió 28 millones en cercanías desde que anunció un plan con 600 millones

Operarios de Adif retirando la vegetación en Llovio para dar paso al tren. / N. ACEBAL
Operarios de Adif retirando la vegetación en Llovio para dar paso al tren. / N. ACEBAL

El programa prometido en 2017 calificaba de «alta prioridad» 51 obras valoradas en 192 millones. Al ritmo actual tardarán ocho años más

RAMÓN MUÑIZGIJÓN.

Acaba de cumplir el Ministerio de Fomento una tradición no escrita con Asturias: anunciar un nuevo plan para mejorar las cercanías. Inició la costumbre la ministra Ana Pastor, el 6 de mayo de 2015, presentando el que denominó como Plan Integral 2015-2018, diseñado para revolucionar los trenes de proximidad de toda España. Continuó su sucesor Íñigo de la Serna, en diciembre de 2017, con visita incluida a Oviedo para detallar el que era el Plan de Cercanías 2017-2025, este ya específico para Asturias. El pasado lunes, a 28 días de las elecciones, el departamento ahora regido por José Luis Ábalos cogió el relevo perfilando lo que se ha dado en llamar plan de choque. ¿Cuál es el resultado de tanta promesa?
La respuesta es doble: por un lado, se trabaja e invierte más en solventar el problema; por el otro, los avances están lejos de lo anunciado. Cierto que un plan no es un contrato escrito, y que cada uno de los presentados tiene detrás sus peculiaridades, pero la distancia entre lo dicho y lo hecho es cada vez más acusada.

El patrocinado por Pastor, por ejemplo, aseguraba inversiones y wifi en todas las estaciones. «Se trata de un plan muy meditado, muy ambicioso, pero que a la vez está a nuestro alcance», aseguró la entonces ministra. En realidad detrás no había más que un power point de 17 folios y cuatro páginas más de proyectos de Renfe. Los presupuestos generales del estado, que tienen un mayor grado de compromiso, consignaron 33,76 millones para que Adif y Renfe materializaran mejoras en Asturias entre 2015 y 2017 pero al final las sociedades solo aprovecharon el 66,3% de esos fondos. Particularmente bajo fue el aprovechamiento que hizo Renfe, que dejó sin gastar 13,16 millones, lo que explica los padecimientos posteriores.
Con Íñigo de la Serna llegó el que hasta la fecha es el programa más trabajado. Los técnicos de Adif, Renfe y la consultora pública Ineco se emplearon a fondo para definir el Plan 2017-2025. El ministro lo explicó durante más de una hora en Asturias, delante de políticos de todo signo y sindicatos, recibiendo el respaldo del Principado. La primera versión cifraba en 580,96 millones el desembolso a ejecutar a lo largo de dos legislaturas. Luego el entonces consejero Fernando Lastra logró incluir en la lista el desdoblamiento de un nuevo tramo de Feve, lo que elevó la inversión final prevista a los 602,96 millones.
Materializar una ambición de ese calibre exige presupuesto, técnicos asignados para ello, y una constante presión del escalafón político del ministerio. Es una cadena que saltó por los aires meses después, con la moción de censura. Los cambios de Gobierno ralentizan la maquinaria administrativa hasta que los nuevos se sitúan; la prórroga presupuestaria posterior alarga los trámites para sacar adelante cada obra.
El resultado tiene cifras. Los informes de Hacienda acreditan que Adif y Renfe han gastado en Asturias 27,8 millones entre enero de 2017 y el 30 de junio pasado, esto es, el primero año y medio de vigencia del plan. A este ritmo harían falta 20 años más para materializar todo lo anunciado en el Plan 2017-2025. Ese es el vaso medio vacío. El medio lleno dice que en el primer semestre de este curso las dos empresas suman 13,16 millones ejecutados, que es casi tanto como todo lo que hicieron en 2018. Es decir, están lejos de lo esperado pero aceleran el paso.

Más información

Del plan existe la presentación que utilizó De la Serna, de 33 folios, pero también documentos internos del ministerio, más amplios y a los que tuvo acceso EL COMERCIO. En ellos se fija cuál debía ser la inversión año a año para cumplir, al menos, aquella primera versión que terminaba ejecutando mejoras de 580,96 millones en el 2025. Según ese programa en 2018 se tenían que haber materializado actuaciones por valor de 30 millones, cifra de la que Renfe y Adif quedaron a la mitad. Este curso tocaban 71,6 millones, pero lo gastado hasta el verano arruina esa expectativa.

Seguridad mermada

Los deberes se acumulan y eso afecta a la seguridad de la red. La auditoría realizada por el ministerio en 2017 determinó que existían 51 actuaciones a abordar con «alta prioridad», la mayoría en ancho métrico, el propio de Feve. Estos trabajos se estimaban en 191,6 millones. Al ritmo actual y si se concentrase todo el presupuesto en resolver estas urgencias, harían falta ocho años más para darlas por resueltas. En este contexto Principado y ministerio anunciaron esta semana un plan de choque de 33 millones entre lo que queda de año y 2020. El documento es una puesta al día del anterior. La mayor parte del dinero son actuaciones que Adif estaba perfilando siguiendo el Plan 2017-2025. Ocurre con los refuerzos de trincheras (los estudios del anterior plan identificaban siete en «riesgo alto» y 24 en «medio-alto»), túneles (había quince que antes se dijo que requerían mejoras «urgentes»), puentes (ya se conocía que había 14 de «urgente» reparación) y enclavamientos.
Las novedades estriban en Renfe y sus intentos de no volver a sufrir una oleada de cancelaciones masivas como la del verano. La falta de trenes disponibles se quiere conjurar reordenando los equipos de talleres, unificando la gestión de los mismos en ancho ibérico como métrico y reforzando la asistencia técnica en línea. A medio plazo se valora comprar unidades de segunda mano, recuperar motores diesel apartados, y cambiar la organización de los almacenes, medidas que ve menos el viajero pero son también imprescindibles.

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