domingo, 27 de octubre de 2019

Sangrías estructurales...

83.000 trabajadores menos en una década

Sectores de ganadería, industria, construcción y servicios. /
Sectores de ganadería, industria, construcción y servicios.

La construcción lidera la sangría de ocupados en Asturias, a la que se suman el sector servicios y la industria | Más de la mitad de la población en edad de trabajar permanece inactiva o en paro y la tasa de actividad cayó más de dos puntos desde 2008

LAURA CASTROGIJÓN.
83.000 trabajadores ha perdido Asturias en la última década. La cifra de ocupados desciende cada año en la región desde 2008 a pesar del repunte que experimentó la economía durante la fase de recuperación de la crisis económica. El crecimiento no se trasladó al mercado laboral, que aún está muy lejos de recuperar las cifras de empleo anteriores a la recesión y que adolece de una marcada precariedad con solo siete contratos indefinidos por cada cien temporales.
El sector de la construcción fue el que sufrió el peor golpe. La burbuja inmobiliaria que había reavivado el empleo en la región estalló y con ella se perdieron más de 26.600 trabajadores, lo que supone la desaparición del 50,86% de su total. En la actualidad experimenta una leve mejoría, todo lo contrario a la industria. Este sector estratégico lleva un año de constantes desafíos: el fin de la minería, el anuncio de cierre de Alcoa y su posterior venta a Parter, los recortes de Arcelor y su «emergencia total», el cierre de Vesuvius, la próxima clausura de las térmicas de Soto de la Barca y Lada, la transición energética... Con este escenario no es de extrañar que el sector haya perdido alrededor de 5.000 trabajadores desde 2018 y más de 22.600 desde hace una década, lo que supone el 29,66% del total.
También el sector servicios ha perdido ocupados desde 2008. 24.000 concretamente, pero apenas representan al 7,54%. Es la agricultura, junto al de la construcción, el que más masa de trabajadores ha perdido en la última década con una reducción del 44,79% -de 22.100 en 2008 a 12.200 en la actualidad-. Y así lo reflejan las cifras de las trimestrales encuestas de población activa que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). La última volvía a hacer saltar las alertas al situar, de nuevo, a Asturias como la comunidad autónoma que más empleo destruye. Ya en 2018 había sido líder en este negativo ránking y en el presente ejercicio mantiene esa tónica. Hay 3.800 parados más que en 2018, crecen los desempleados de larga duración y cae la población activa en 4.500 personas. La imagen asusta.
Máxime si se tiene en cuenta el reparto de la población activa -la que está en edad de trabajar y quiere hacerlo-en la región: el 49% permanecen inactivos, el 7% en el paro y los restantes ocupados. La cifra de activos -población disponible para trabajar- ha experimentado una caída notable desde 2008. Son, concretamente, 45.000 personas menos. La precariedad del mercado laboral invita a los más jóvenes a hacer la maleta y buscar mejores perspectivas laborales fuera de Asturias. Solo uno de cada cinco menores de 25 años tienen empleo en la región y cobran, de media, 6.177 euros brutos anuales. Por eso no extraña tampoco que haya más de 49.200 jóvenes que permanecen al margen del mercado laboral, ni trabajan ni buscan empleo de manera activa. La mayoría están cursando estudios y los prolongan hasta edades relativamente elevadas con el objetivo de incrementar sus opciones de encontrar un puesto de calidad.
Y aún así lo tienen difícil, máxime cuando las profesiones que más se demandan actualmente en la región pasan por la Formación Profesional y no por la Universidad. A esto se suma el hecho de que la temporalidad es la tónica dominante de los empleos que se crean, pues el 90% de los contratos tienen una duración limitada. Y es que las empresas han sufrido una merma notable a raíz de la crisis económica. Asturias tiene ahora unas 4.400 entidades menos que hace una década y crea compañías nuevas a la mitad de ritmo que el resto del país. En 2017, se creó una empresa por cada 766 habitantes, una cifra que, de nuevo, se aleja de la media nacional, donde se reduce a una por cada 486. De haber crecido al paso del resto de comunidades, estima la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), la región habría creado 3.600 nuevas firmas en 2018.
Desde los sindicatos insisten en la necesidad de tomar medidas urgentes para aliviar las enormes dificultades del mercado laboral y de la economía asturiana, pero son demasiados frentes: crisis demográfica, precariedad laboral, desaceleración económica, cierre de empresas, reindustrialización...

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