lunes, 8 de mayo de 2017

Manualillos de Inversión ( 1 ) Fondos.

¿En qué clase de fondos invertir 40.000 euros?


Finanzas
F. F. es un hombre de 45 años que desea invertir 40.000 euros en un fondo de inversión con vistas a complementar su futura jubilación y pregunta a nuestros expertos qué clase de fondos le recomiendan para obtener una buena rentabilidad. Mar Barrero, analista financiero de Profim, Grupo Arquia Banca, le responde que a la hora de invertir en fondos, nuestra recomendación es que, en la medida de lo posible, se haga a través de diversos productos que cuenten con políticas de inversión y estilos de gestión diferentes, pero que se complementen entre sí. El objetivo es contar con una cartera diversificada de fondos que nos permita acceder a los distintos activos (renta fija, variable, divisas, etc.) y mercados (EE. UU., Europa, Asia, etc.) con mejores perspectivas a corto y medio plazo. Aunque una inversión se plantee a largo plazo, es recomendable revisar la estrategia seguida de forma continuada y, si es necesario, modificarla para adaptarla a la situación económica y financiera de cada momento así como a nuestras propias necesidades.
El número de fondos que compondrá la cartera y el porcentaje destinado a cada uno de ellos dependerán del dinero que se desee invertir y del riesgo que se desee asumir. Si el volumen a invertir no es muy elevado (inferior a 6.000 euros), lo más indicado sería decantarse por un fondo mixto de renta fija o renta variable. Este tipo de fondos ya diversifican su propio patrimonio con distintas emisiones de deuda y acciones, por lo que con un solo producto se estará accediendo a multitud de activos. Una inversión de 40.000 euros, sin embargo, ya nos permitiría crear una cartera diversificada en la que incluiríamos entre cuatro o cinco fondos de distintas categorías.
El plazo que se desee mantener la inversión también es un factor relevante a la hora de determinar el porcentaje que hay que destinar a cada fondo. De este modo, cuanto menor sea el tiempo que se desee mantener una inversión menor debe ser el riesgo que se asuma y, por tanto, más dinero habrá que invertir en productos conservadores (fondos de renta fija, mixtos defensivos y monetarios). Este tipo de fondos dan menos rentabilidad que los fondos más agresivos (que invierten mayoritariamente en renta variable o activos de deuda muy volátiles como puede ser el high yield o la deuda emergente), pero en el supuesto de que durante el año haya correcciones en los distintos activos o mercados, también serán los fondos que caigan en menor medida y, por tanto, menos comprometan la inversión realizada.
No hay que olvidar que los fondos de inversión son productos que, salvo los que forman la categoría de garantizados de renta fija, no aseguran la recuperación del capital invertido inicialmente (como sí suele suceder en un depósito) ni la obtención de una determinada rentabilidad (se pueden marcar la obtención de una rentabilidad objetivo, pero eso no significa que sí o sí la vayan a conseguir).
En estos momentos, con los tipos de interés en mínimos históricos, es más difícil conseguir un 3 por ciento de rentabilidad al año sin asumir cierto nivel de riesgo.
Para un perfil de riesgo moderado y con un horizonte temporal a largo plazo, nuestra actual recomendación es que se diversifique la cartera con fondos de renta fija que apliquen una gestión flexible en cuanto a la política de inversiones y en cuanto a la gestión de la duración (apostar por fondos que en estos momentos tengan duraciones bajas). A ese tipo de fondos destinaríamos en torno al 25 por ciento del total del ahorro a invertir. Además, la cartera debería contar con fondos mixtos de bolsa de gestión activa (alrededor de un 30 por ciento de la inversión) y, por último, incluiríamos fondos de renta variable que inviertan tanto en Europa (a fondos de bolsa española destinaríamos entre un 5 y un 8 por ciento) como en Estados Unidos y mercados emergentes (no más de un 5 por ciento del total de la cartera).

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