domingo, 16 de febrero de 2020

En lo del Plan Nacional, estamos de acuerdo!

«Asturias debe liderar un plan industrial que cambie el modelo productivo de España»

Belarmino Feito, en la sala de juntas de la Federación Asturiana de Empresarios. / MARIO ROJAS
Belarmino Feito, en la sala de juntas de la Federación Asturiana de Empresarios. /MARIO ROJAS

Belarmino Feito, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios | «Subir el salario mínimo a mil euros afectaría al 30% de los jóvenes y al 15% de los trabajadores del comercio, por lo que hay que ser prudentes»

DANIEL FERNÁNDEZoviedo.
Un cuadro de Méjica preside la sala de espera de la quinta planta de la sede la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). Es una representación de la desembocadura del Nalón, con San Esteban a un lado y San Juan de la Arena al otro y con el imponente peñón de la Deva al fondo, que como el bergantín de la 'Canción del pirata' de Espronceda ejerce de bergantín. Pero sin cañones. Son las 12.15 horas y se abre la puerta de la sala: «Lo siento, pero se alargó más de lo debido una reunión», se excusa Belarmino Feito. El presidente de la patronal asturiana acaba de cumplir sus dos primeros años de mandato y, traspasado ya el ecuador, piensa ya en la reelección, «si la salud me lo permite». Nos conduce a su despacho y allí analiza, en esta entrevista a EL COMERCIO, los retos a los que Asturias se enfrenta en un momento de «minicrisis» industrial.
-Acaba de presentar el Gobierno el esperado estatuto de las electrointensivas. ¿Cumple las expectativas?
-Responde un poco a lo que se perseguía, al contemplar un censo de empresas electrointensivas y recoger los criterios que de alguna manera se buscaban para mejorar los costes de la electricidad: fija la compensación de costes indirectos de CO2, establece una bonificación de hasta un 85% de los costes de renovables y contempla la posibilidad de firmar contratos bilaterales entre las eléctricas y las empresas electrointensivas. Como concepto, insisto, es correcto, pero quedan cuestiones a mejorar.
-¿Como por ejemplo?
-Los costes indirectos. De momento lo que está contemplando es una cantidad fija que corresponde a la liquidación de 2018, pero está condicionada a los presupuestos, lo que no da la certidumbre que las empresas necesitan al estar sujeta a negociaciones políticas. Por otra parte, sería lógico que el cálculo de estas cantidades estuviera ligado al precio del CO2. Es decir, que se estableciese un porcentaje de lo que se recauda por derechos de emisión. Creemos que podría ser del 25%. Si se aplica ese porcentaje, creemos que en lugar de los 172 millones destinados a compensar los costes de CO2 podrían destinarse más de 300 millones.
-¿Cuánto puede abaratar la factura eléctrica el estatuto?
-El Gobierno estima que esa bonificación del 85% podría suponer una rebaja de 2,6 euros por megavatio hora y el retorno de costes indirectos habla de unos cinco euros por megavatio hora. Luego se habla de que los contratos bilaterales podrían abaratar la factura en otros ocho euros. Lo que está claro es que en el corto plazo hablamos de un ahorro de unos siete euros megavatio hora.
-Pero la industria española seguirá pagando más que la de Francia o Alemania.
-Eso no admite discusión. Es así, el precio de la luz en España seguirá siendo más caro. Porque en estos países hay otras cuestiones, como los peajes, que tienen otros costes más bajos que los nuestros.
-¿Es la industria asturiana la gran perjudicada por este estatuto?
-Tal y como está planteado, sí. Tenemos la singularidad de que en Asturias es donde se concentra la mayor parte de las industrias que ahora llamamos hiperelectrointensivas, pero ahora entraron otras variables que hace que entren en esta consideración un mayor número de empresas en el reparto.
-El Principado lo hará, pero ¿presentará Fade alegaciones al estatuto?
-Ya en su día presentamos alegaciones al Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC). Iban en la dirección de lo que pudiera contemplar el estatuto. Estamos trabajando en ellas y, si hay que presentarlas, las presentaremos.
-¿Y en qué línea irán?
-Creemos que hay que profundizar más en cada uno de los ejes de actuación. Y también para que se incluya como potencial beneficiario a la industria láctea, que es la gran perjudicada por los recortes a la cogeneración.
-Precisamente los recortes en cogeneración son otro golpe más a la industria asturiana.
-El recorte de un 38% previsto en el estatuto para las retribuciones de la cogeneración es una mala noticia para Asturias. Segun la Asociación Española de Cogeneracion, en la región hay registradas 22 empresas con una potencia total instalada de 66 MW, en diversos sectores entre los que destacan el lácteo, el de transformación de madera, el químico y la industria manufacturera. Estas empresas habían hecho importantes inversiones en sistemas de cogeneracion, que con el nuevo escenario previsto se volverían inviables.
-¿No es contradictorio que el Gobierno diga que quiere primar la eficiencia energética a la vez que penaliza a la cogeneración?
-Parece un contrasentido, cuando en otros países se mantiene y potencia esta tecnología en el ámbito industrial como una de las más eficientes e incluso se aumentan las primas a la cogeneracion. Esperamos que se corrija esta situación y estamos trabajando con varias de estas empresas que nos lo han solicitado para presentar alegaciones en este sentido.
-¿Está la industria asturiana pasando por una 'minicrisis'?
-Desaceleración, 'minicrisis', intensa ralentización... Pongámosle el nombre que queramos. Hay que basarse en los datos y son muy claros: la industria regional contrajo un 7,8% su producción en el conjunto de 2019. Pero es que, además, la caída fue en todas las ramas de actividad. Hay más: la demanda eléctrica se desplomó un 2,7% en enero y en 2019 un 1,8% y la caída de consumo energético de la gran industria fue un 5,7%. Por lo tanto, son datos que apunta claramente a una caída de la actividad.
-El ritmo de creación de empleo también está siendo lento. Asturias sigue lejos de los niveles precrisis.
-Según los datos últimos de paro, en enero había 72.967 parados. Mejoramos respecto a 2013, cuando se alcanzaron los 107.000 parados, pero seguimos muy lejos de los 54.623 de enero de 2008. Y esto pese a llevar cinco años seguidos de crecimiento económico. Siendo preocupante el nivel de desempleo, es tanto o más el de nivel de empleo: tenemos ahora 362.653 afiliados a la Seguridad Social, 25.000 más que en la peor etapa de la crisis, pero 40.000 menos que hace doce años.
-¿Hay que pulsar el botón de alarma?
-Tampoco pretendemos ser alarmistas, pero sí debemos ser conscientes de la situación.
-Todo indica que vamos hacia un nuevo modelo productivo...
-Que va a haber un cambio en el modelo es claro. Las empresas lo tienen claro y de forma individual se están preparando, pero no existe una política clara enfocada al cambio de ese modelo.
-¿Un plan industrial para Asturias impulsado por el Gobierno central sería una buena hoja de ruta?
-Sin duda alguna debemos tener un plan industrial que contemple nuestra singularidad. Y desde Asturias se debería de ser proactivo. Es más, debería ser Asturias la que lidere ese plan que lleve a un cambio de modelo productivo del país, porque solo hay tres regiones cuyo PIB industrial está por encima del 20% y una de ellas es Asturias. Si no somos capaces de liderar este cambio, la singularidad de Asturias y su peso industrial se acabará diluyendo.
-¿Lo que propone es una discriminación positiva hacia Asturias?
-Si Asturias lidera este cambio, se tendrán en cuenta las singularidades de Asturias. No hablo de un trato a favor de la región, lo que debemos evitar por todos los medios es que haya una discriminación negativa. Si se tiene en cuenta la especificidad de Asturias, se será justo con la región.
-¿Hacia qué modelo productivo nos dirigimos?
-Hay una transformación en marcha, como es la digitalización, y el otro cambio es el del modelo energético. Y aquí es donde Asturias debiera marcar el camino a seguir al resto de España.
-El PNIEC que el Gobierno de España presentó en Europa fue el mejor valorado, pero a la primera de cambio, en el reparto de los fondos verdes, nos quedamos en octavo lugar.
-Todos somos conscientes de que negociar en la UE no es fácil, pero creemos que Asturias debería tener algún experto en Bruselas, no sé si físicamente o no, viendo todos los criterios de reparto que se están haciendo y poniendo sobre la mesa la singularidad que tienen ciertos territorios en España. Deberíamos ser proactivos en este sentido para, que cuando se trasladen a España esos criterios de reparto de fondos, tengan en cuenta las circunstancias de cada región y no sirvan para rebajar tensiones territoriales.
-¿Corremos el riesgo de perder este tren de Europa, que parece estar llamado a ser el último?
-Los riesgos existen, lo acabo de decir. Minimizaremos riesgos si nos posicionamos en origen.
-¿Confía en que la UE tome las medidas necesarias para proteger su industria?
-Hay esa voluntad y lo está haciendo por varios caminos. Por una parte, con medidas 'antidumping', que se están estableciendo mediante cupos en importaciones. Imponer un arancel ambiental es más complejo y lento y puede chocar con la Organización Mundial del Comercio. Hay otras vías alternativas y más rápidas, como obligar a las empresas que exportan a la UE acero que participen en la compra de derechos de emisión de CO2 o establecer un sello verde para vender en Europa el acero.
-¿Qué le parece la subida del Salario Mínimo a 950 euros?
-Este año subió un 5,5% y hace menos de un año un 22,3%, lo que sumado es casi un 28%. El problema de la subida es que, a medida que va escalando, va afectando a más trabajadores. Esto qué quiere decir, que en determinados sectores y territorios cada vez hay más trabajadores afectados y en riesgo, son más vulnerables. Por ejemplo, si se subiera el SMI a mil euros, como se planteó inicialmente, en Canarias o Extremadura afectaría al 20% de todos sus trabajadores, o en el comercio al 15% de sus empleados. En cuanto a colectivos, el 30% de los jóvenes estaría afectado.
-Hombre, pero si no se afronta esta subida el riesgo también aumentará, porque los precios siguen subiendo...
-Sí, pero aquí hablamos de que en menos de un año subió un 28%. Yo digo que se debe extremar la prudencia a la hora de hablar del salario mínimo por el impacto que puede tener.
-Afrontar una reforma laboral es otra de las medidas que el Gobierno ha anunciado como prioritarias.
-No sabemos ni cuándo ni cómo la hará. En cualquier caso, la opinión de casi todos los analistas confluye en que volver a la norma de 2011 sería una involución. La anterior reforma contribuyó a que muchas empresas pudieran mantener su actividad y el empleo. La que había antes de 2011 ni solucionó la temporalidad ni la creación de empleo ni era flexible a la hora de afrontar crisis. Hoy puede abordarse una modificación, pero desde el diálogo social y que contemple las necesidades de todas partes.
-La nueva concertación que se ha empezado a negociar en Asturias, ¿en qué aspectos debe hacer hincapié?
-Es una cuestión que lidera el Principado y desde Fade hicimos una propuesta basada en proyectos ligados a los cinco ejes que propuso en su discurso de investidura el presidente Adrián Barbón: crear empleo de calidad, impulsar una industria competitiva con la ciencia como gran aliada, reforzar los servicios públicos y consolidar su calidad, seguir en primera línea de la defensa de la igualdad y reconocimiento de la diversidad y afrontar el reto demográfico.
Lea la entrevista íntegra en la edición impresa y en Kiosko y Más.

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