lunes, 24 de febrero de 2020

El Santander no acaba de limpiar su Balance...

Adelantado en 
Banco Santander se está convirtiendo en un lastre para la mejora de la mora de la banca española. Para el grupo presidido por Ana Botín el peso de los activos dudosos en España supone un borrón que se diluye por su diversificación geográfica, pero para la fotografía general de la salud del sector financiero local es el principal freno para dejar atrás las secuelas de la crisis financiera.
La entidad cántabra finalizó el pasado ejercicio con una tasa de morosidad del 3,32% frente al 3,73% a nivel grupal, pero en su actividad española, dirigida por Rami Aboukhair, se situó en el 6,94%, con una tasa de cobertura mediante provisiones del 41,1%. Esta ratio disminuyó desde el 7,32% del ejercicio previo, pero sigue muy por encima de la media. La morosidad de la banca cerró 2019 en el 4,8%, según las estadísticas publicadas el viernes por el Banco de España (BdE), respecto al 5,8% de un año antes.
Así, Banco Santander impide una mejoría mayor. Entre las entidades cotizadas, Bankia (5%) y Unicaja (4,8%) están en torno a la media, después de reducir las ratios desde el 6,5% y el 6,7% respectivamente con las que acabaron 2018. Los otros cinco bancos tienen índices de morosidad más reducidos.
El Santander realizó el año pasado un cambio en la estructura organizativa que elevó automáticamente la morosidad, ya que incluyó la actividad inmobiliaria, que contaba con una morosidad del 91%. Antes de este ajuste contable, la ratio de morosidad era del 6,19%, en marzo de 2019, también la peor del ranking de la banca española. Esta medida se añadió a los problemas generados por la absorción de Banco Popular.
En septiembre de 2017, tras el anuncio de compra por un simbólico euro del Popular, este tenía una ratio de morosidad del 11,2%, frente al 4,99% del Santander, que en aquel momento sí estaba por debajo del promedio de sus competidores. Ahora no solo está por encima, sino que el 6,94% es un 70% superior a la media de los otros siete bancos cotizados.
El volumen de dudosos en España reportado por Santander fue de 23.519 millones en 2019, un 7% menos que el ejercicio anterior, pero esta disminución contrasta con la caída el 18,6% en todo el sector hasta los 57.192 millones, según las estadísticas del Banco de España.
Si se cruzan estos números, el peso de los dudosos de Santander España frente al total de la banca ha aumentado en un año desde el 23,7% hasta el 25,9%. La cuota de mercado, sin embargo, oscila entre el 20% y el 22% en crédito. El siguiente banco de la lista, por peso en el total de dudosos, es BBVA. La cifra de 8.635 millones que reporta en España equivale al 15% del sector, mientras que en Caixabank acumula el 13,5%; Bankia, el 11,3%; y Sabadell, el 9,6%.
Se da la circunstancia, además, de que gran parte del negocio de préstamos al consumo se desarrolla a través de Santander Consumer Finance en el grupo cántabro, que opera en varios países y no facilita el dato de dudosos en España. En total, la división cuenta con dudosos por valor de 2.416 millones, un 7,7% más que el ejercicio anterior. En el conjunto de la banca española, la morosidad en consumo alcanzó los 4.785 millones en el tercer trimestre, según los últimos datos del supervisor, con una tasa de mora del 5,13%, y representando ya el 7,8% del conjunto de los créditos impagados.
La entidad tanteó el año pasado a los fondos para una posible venta de una 'macrocartera' de créditos impagados. Sin embargo, la tasa de cobertura en España es del 41%, con lo que si el descuento en la venta es mayor, implicaría minusvalías. El banco hace recurrentemente, además, ventas de portafolios bautizadas con nombres de estadios de fútbol de la liga inglesa. La última cartera, denominada ‘Stamford Bridge’, la puso a la venta a finales del año pasado con un volumen de 500 millones.

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