sábado, 29 de febrero de 2020

Desde el Centro moderado...así lo ven.

Un nuevo diseño económico y social

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Sociedad
Los desafíos sociales del siglo XXI son enormes en todo el mundo.
En cuanto a los países occidentales, los retos no son inferiores. A la disrupción tecnológica, se suma la tendencia demográfica (menor nacimientos y vida media mas larga) y, por último, ¡la transformación del clima!
En el terreno de los avances tecnológicos hay aspectos muy positivos y algunas consecuencias. Tener una mayor capacidad tecnológica es un signo de civilización. Significa que el ser humano puede apoyarse en ella para sacar adelante el trabajo más básico, pero también, gracias a la Inteligencia Artificial, el más complejo.
Seguramente, gracias al desarrollo de estas nuevas capacidades mejorarán la productividad, los servicios y la salud. Nuestra sensibilidad humana será el requisito clave que nos diferencie de las máquinas. Se crearán nuevos trabajos, sobre todo especializados (con un buen nivel de formación). También habrá una fuerte reducción de empleados, que serán sustituidos por máquinas.
La consecuencia es que las personas afectadas o se lanzan al emprendimiento o deben recalificarse a través de la formación para poder volver a ser apetecible en el mercado de trabajo.

Un problema económico en 5 o 10 años

Relativamente a la demografía, el envejecimiento de la población debido a una fuerte contracción en el número de jóvenes y el aumento de la esperanza de vida (hoy la edad media llega a los 83 años y en los próximos años podría llegar a mas de los 100) empieza a crear un relevante problema económico y social que será todavía más evidente entre 5/10 años.
No es de menor peso la preocupante evolución climática que puede modificar la geografía y el mapa de los pueblos costeros y a los de los territorios mas secos con unos costes humanos y económicos ingentes, tanto que ya se habla de inmigrantes climáticos.
No hablo de hipótesis, ya podemos considerarlos unos hechos y son los más grandes desafíos que tenemos que afrontar hoy. El ser humano, si quiere mejorar su vida y no quedar atrapado, tiene que liderar estos trascendentes retos.

La virtud del centro

Escribí en abc.es premium una reflexión que llamé “In medio stat virtus” en la que explicaba que para culminar los intereses de la mayor parte de la población se necesita equilibrio y capacidad de convergencia. Esta, dije, se encuentra más fácilmente en el centro, el mejor lugar político para tener una visión 360º de la sociedad.

No me cabe duda que la situación que he descrito necesita una visión amplia y una voluntad común. Probablemente sea necesario pensar en una manera disruptiva las tradicionales relaciones económicas y sociales, pensar a un rediseño del funcionamiento de la Sociedad. Un nuevo diseño que es posible solo con disponibilidad e inteligencia política de personas moderadas y con visión para dar respuestas a preguntas como estas:

¿Cómo afrontar la fuerte disminución de jóvenes en el mercado de trabajo?

¿Cómo mantener activa y productiva la población de mayores que tendrán una vida mas larga?

¿Cómo contener la reducción de empleos que la tecnología y la IA va a sustituir?

¿Cómo hacer que a la mayor eficiencia empresarial no se corresponda a un caída del consumo por desempleos?

¿Cómo preparar a los jóvenes en términos de educación y formación para la demanda laboral del nuevo entorno?

¿Cómo abarcar el problema del cambio climático?

¿Cómo poner en marcha concretamente una economía sostenible y circular?

Exactamente para responder con hechos a estas preguntas tan trascendentes se necesita un espíritu constructivo, de colaboración y moderación entre todos: políticos, instituciones públicas, empresas y ciudadanos.

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