Indignación de los padres de La Florida por la paralización definitiva de las obras del instituto
La manifestación partió de la plaza de América, a las once de la mañana, y terminó ante la Consejería de Educación, en la plaza de España. / FOTOS: ALEX PIÑA
Al término de la manifestación, la consejera de Educación recibió a los afectados para informarles de la rescisión del contrato
Todo lo que podía salir mal, se ha cumplido. La Consejería de Educación, liderada por Carmen Suárez, rescindirá el contrato con la UTE Iguar-Ceteco cuando se cumplan seis meses de la paralización de las obras de construcción del instituto de La Florida. Así se lo comunicó ayer la consejera a tres miembros de la plataforma por el IES de la Zona Oeste en una improvisada reunión después de que casi un centenar de personas se manifestaran por las calles del centro de la ciudad hasta la sede de consejería.
Tras recorrer apenas medio kilómetro que separa la plaza de América de la de España, los miembros del colectivo fueron informados de que la que la directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, Isabel López, iba a mantener un encuentro con ellos. A la reunión se incorporó más tarde Carmen Suárez.
Las conversaciones duraron más de una hora. Los presentes ante la consejería deseaban que la tensa espera fuese sinónimo de buenas noticias. Ocurrió lo contrario: «Tienen que rescindir el contrato porque la empresa les ha dicho verbalmente que no van a seguir, pero hasta junio no habrá noticias», informó el portavoz de la plataforma, Diego Santiago. Porque en junio se cumplen esos seis meses de plazo que la normativa exige una moratoria desde la paralización de los trabajos hasta que se puedan romper los acuerdos firmados.
Un jarro de agua fría para los barrios de Las Campas y La Florida que llevan 18 años luchando por un instituto. La previsión era que entrase en funcionamiento en septiembre de 2021, sin embargo, de nuevo, se vuelve a retrasar.
La mano venía mal. El proceso administrativo para la adjudicación de los trabajos comenzó en enero del año pasado cuando la consejería sacó a concurso la construcción de un centro de Secundaria en una parcela entre las calles Valdés, Navia y Ángel del Río con una capacidad para 480 alumnos. En la zona hay, según los datos del último padrón, más de un millar de vecinos con edades que oscilan entre los diez y los diecinueve años.
Los técnicos regionales cifraron el coste de la edificación en 8,7 millones de euros. La UTE Iguar-Ceteco presentó la oferta más baja: 5,5 millones de euros. Fue entonces cuando surgió el primer problema. La empresa entregó una serie de documentos fuera de plazo y el Principado la excluyó del proceso.
La UTE no se quedó con los brazos cruzados y recurrió al Tribunal de Recursos Administrativos, que falló a su favor. Las obras, comenzaron en septiembre con el movimiento de tierra pero poco más se hizo. Santiago calcula que desde «octubre» no se ha hecho nada más, aunque el Principado sostiene que fue en diciembre cuando se paralizaron los trabajos.
Los constructores se encontraron con unos terrenos contaminados y solicitaron un modificado por 100.000 euros. La consejería se negó: «La UTE aprecia la necesidad de un aporte económico que no estaba previsto en la licitación, pero esta consejería entiende que el proceso se hizo con todos los requisitos legales», sostuvo en su día la consejera.
A comienzos de enero y los evidentes signos de paralización de los trabajos, los padres salieron de nuevo a las calles. Ayer cambiaron el escenario, de la rotonda Gabino Díaz Merchán a la plaza de América, repitiendo consignas. Lamentaron que tanto «la UTE como Barbón juegan con nuestra educación».
El pequeño Pelayo Santiago afeó que los niños de la zona oeste «llevan mucho tiempo esperando por el instituto». Sira Fernández, por su parte, urgió la construcción del instituto para «poder tener una buena educación». Durante toda la concentración se repitió que no valen «más excusas ni retrasos». Asimismo, los participantes pidieron que en estas obras «no pase lo mismo» que con las de ampliación del colegio de Las Campas que estuvieron dos años paralizadas por un problema con la empresa constructora.
Nada por escrito
La consejera lleva tiempo defendiendo que están haciendo todo lo posible para solventar las dilaciones. Hasta la fecha ha mantenido dos reuniones con la UTE en las que se les ha solicitado que entreguen por escrito todas sus peticiones. Según informó ayer Santiago, «no han recibido nada por escrito» mientras los padres no tienen más remedio que buscar plaza de Secundaria para sus hijos en otros institutos, como el de La Ería que, dicen, está «masificado».
Santiago lamentó, finalmente, que «con esta situación están tomando como rehenes a los chavales de La Florida y Las Campas».
Las reacciones en el Ayuntamiento vinieron de los dos extremos del arco político. Por un lado el portavoz del PP, Mario Arias mostró ayer su «preocupación» por el futuro del centro. «Nosotros siempre hemos defendido que se construyera un instituto para dotar esa zona de una infraestructura muy necesaria y demandada por los vecinos y queremos que se dé solución a los problemas de manera inmediata». Por otro, la concejala de Somos Anabel Santiago participó en la marcha junto a los vecinos afectados por la paralización de las obras. Según Somos, la razón principal del nulo avance de los trabajos y, en última instancia, la paralización de las obras se debe a las «chapuceras licitaciones del Principado».
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