jueves, 23 de abril de 2020

Cartas para el Primer Edil y el Sr.Cuesta ( Concejal )


Prioridades!!!!

Los usuarios de la Cocina Económica aumentan un 40% por la crisis sanitaria

El equipo de la Cocina Económica, ayer al mediodía, durante la preparación de los menús para llevar. / FOTOS: ALEX PIÑA
El equipo de la Cocina Económica, ayer al mediodía, durante la preparación de los menús para llevar. / FOTOS: ALEX PIÑA

Sor Esperanza, que llega a repartir 270 menús diarios, advierte que «comienzan a llegar familias que nunca lo habían necesitado»

ALBERTO ARCEOVIEDO.
Desde el inicio de la crisis sanitaria por el COVID-19, la Cocina Económica, regentada por las hijas de la Caridad, ha registrado un aumento de usuarios de casi el cuarenta por ciento. Anteayer, sin ir más lejos, el comedor benéfico batió su récord con el reparto de 271 comidas y cenas para llevar en una misma jornada, que alimentaron a unas 90 familias, de media. Antes del confinamiento, apenas llegaban a 200 menús al día.
Unas cifras que desde la institución solidaria, asumen, seguirán aumentando una vez que la crisis del virus dé paso a la gran recesión económica que se avecina. Así lo explicó a este diario la responsable de la cocina, sor Esperanza Romero. «Los usuarios aumentan cada día y estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para que nadie se quede sin atender», aseguró. «Desde que empezó esta crisis, muchas personas se han quedado completamente sin recursos y comienzan a llegar familias a buscar alimentos que nunca antes lo hubiesen necesitado», advirtió.
En palabras de la responsable del comedor, la situación es «muy preocupante». A las familias «no les acaban de llegar las ayudas y eso las deja en una posición muy vulnerable», señaló. Y además, «la peor parte se la está llevando toda esa gente que no tiene derecho a nada por llevar muy poco tiempo empadronados o porque ni siquiera lo están».

«No faltan alimentos»

«Gracias a Dios», continuó sor Esperanza, «no faltan alimentos». «La ciudadanía se está volcando con la Cocina Económica y recibimos donaciones continuamente», agradeció. También explicó que durante estas semanas se han suspendido el 'pago' del menú. «Los cincuenta céntimos que cobrábamos eran una cosa simbólica, pero lo hacemos para ayudar, para que nadie se quede sin un plato de comida», sentenció.
Por otra parte, a todos aquellos usuarios que acuden al comedor sin las debidas medidas de protección, las hermanas les entregan una mascarilla y les recuerdan la necesidad de ponérsela durante el reparto.
Las colas para adquirir estos menús comienzan a las doce y media del mediodía y se repiten de nuevo entre las cuatro y las cinco de la tarde. Llegan a doblar la esquina hasta el monasterio de San Pelayo. «Estamos muy ocupados y pensando en ayudar más que en el virus», aseveró la hermana, que trabaja cada día apoyada por otras catorce personas, entre monjas y voluntarios.

No hay comentarios: