España se arrepentirá del trato dado a Gerard Piqué
Hace 21 horas
El central de la Selección confesó en una entrevista en TV3 el buen ambiente en La Roja
Gerard Piqué se marcha. Por suerte no lo hace ahora y tiene la deferencia de esperar dos años, jugar el Mundial, coger sus cosas, cerrar la puerta y no mirar atrás. Los que le querían fuera lo han conseguido. El ruido mediático en torno al jugador ha conseguido hacer renunciar a alguien con una mentalidad tan fuerte como la de Piqué, lo que nos muestra a las claras hasta donde ha llegado esta campaña de desprestigio hacia el catalán.
El gran delito de Piqué ha sido siempre decir lo que piensa. Por supuesto que unas veces ha estado más afortunado que en otras, pero en lo que respecta a la Selección, su comportamiento siempre ha sido intachable y ha defendido con una profesionalidad absoluta la camiseta de España. Piqué es culé y catalán, y eso es algo que muchos no le han perdonado.
Existe, además, la curiosa 'casualidad' que aquellos que más le han atizado son a los que siempre se les ha llenado la boca con aquello de "no hay que mezclar política con deporte". Piqué ha pedido que los catalanes tengan el derecho a decidir su futuro, pero nunca se ha declarado independentista, que por supuesto podría haberlo hecho con toda la libertad del mundo si lo fuese. Su gran delito ha sido pedir en un país democrático el derecho a decidir. Con aquello empezó todo, que diría él mismo.
Comenzaron los pitos en todos los campos en los que jugaba la Selección, coincidiendo con las trifulcas de Piqué en redes sociales contra el Real Madrid. Aquello se extrapoló a un ámbito mayor, el de la Selección, donde, repito, Piqué siempre fue ejemplar. Tras los pitos llegó una supuesta peineta durante el himno de España, que luego resultó ser un chasquido de dedos. Y ayer ya fue la traca final, cuando se le acusó de cortar la bandera de las mangas de la camiseta, algo que posteriormente quedó desmentido y que retrató a unos cuantos.
Todo eso ha hecho que Piqué se canse, y que nosotros nos quedemos sin uno de los mejores centrales que ha dado este país. Gerard se marchará con 31 años, una edad perfecta para un defensa central, posición que, además, es de las menos prolíficas dentro de nuestro fútbol. Dice Piqué que la decisión está muy pensada, con lo que viene de atrás. Lo de ayer únicamente es la gota que colma el vaso.
Cuando Piqué se vaya comenzará el casting para buscar un sustituto y ahí seguramente será el momento en el que nos demos cuenta de lo mal que nos portamos con él. El que escribe no es el mayor fan del central, extradeportivamente hablando. Piqué ha resbalado varias veces con ataques innecesarios al Real Madrid, pero nunca he dudado de su compromiso y fidelidad a la Selección.
Por la parte que me toca lo único que puedo hacer es pedirle perdón a Piqué por lo mal que nos hemos portado con él, desde aficionados a periodistas, algunos con más mala baba que otros. Lo único que espero es que no nos arrepintamos en el futuro, aunque creo que no será así.
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