domingo, 16 de octubre de 2016

Elecciones USA y Mercados...

MERCADOS Y POLÍTICA

Cómo reaccionará la Bolsa a los resultados electorales de Estados Unidos


Un triunfo de Donald Trump no sería bien acogido por la renta variable y, como mínimo, provocaría un incremento de la volatilidad. Además, las divisas y la renta fija podría verse afectadas.
Poco más de tres semanas quedan para las elecciones americanas y los mercados están tensos. Ello, en parte, porque no se esperaba que una mayoría de británicos votara 'Brexit' y lo hizo. Ahora no se prevé que los estadounidenses den su apoyo mayoritario a Donald Trump, sobre todo después del resultado de los dos debates de los candidatos presidenciales y el escandaloso vídeo del republicano, pero no hay que descartar que pase: el voto aparentemente contestatario y anti-sistema va ganando protagonismo en el mundo. Por esa inquietud las Bolsas están un poco paralizadas en las últimas semanas. Quizás cuando se sepa el resultado se desatasquen. 
La gran incógnita es en qué dirección, que dependerá, probablemente, de quién se convierta en el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Si el pueblo americano elige a Trump, Roberto Ruiz-Scholtes, de UBS, cree que podría ser un 'mini-Brexit', es decir, podría haber una severa caída en el mercado, para después rebotar porque, al fin y al cabo, Trump no gobernaría solo, sino con equipos muy preparados que mermarían los riesgos. Y a este diagnóstico los expertos de Fidelity añaden: «Una victoria de Trump sería un resultado menos favorable para la bolsa estadounidense a corto plazo. Una presidencia de Trump conlleva un grado de incertidumbre mucho mayor, por la falta de concreción de sus políticas, por sus incoherencias, por su falta de experiencia en la administración pública y por su beligerante estilo personal; todo ello limita las posibilidades de cooperación legislativa, tanto internamente como en las relaciones internacionales de EE.UU.». Así, anticipan que si Trump se impone, a corto plazo podría desencadenarse un movimiento de huida del riesgo. 
Antoni Bellfill, de GVC Gaesco Beka, añade que, pese a la incógnita que representa Trump, no cree que la reacción de los mercados fuese comparable con la del 'Brexit', «aunque es cierto que generaría un aumento de la volatilidad». 
Desde Axa, David Page apunta a una caída de las acciones americanas en caso de triunfo de Trump. Ya se ha visto una merma de los avances cuando se ha creído posible una victoria del republicano. Henrik Lumholdt, de Inversis, la cifra en un 10%. Y, según Page, no sólo por las incertidumbres que despierta el candidato, también porque algunas de sus medidas, sobre todo las que tienen que ver con la inmigración y con las políticas comerciales, pueden dañar el crecimiento. Y a nivel global, probablemente. Así, Lumholdt considera de gran repercusión un triunfo de Trump, porque implicaría un golpe proteccionista en un momento de bajo crecimiento del comercio mundial. 
¿Y si gana Clinton?, ¿subirá la Bolsa? Para María Morales, gestora de Merchrenta Luxemburgo, de Merchbanc, «la victoria de Clinton encabezaría la opción continuista y esto tendría menos repercusión en los mercados». Para Marian Fernández, de Andbank, el triunfo demócrata ayudaría, pero no sería condición suficiente para asegurar las subidas, ya que habría que vigilar los resultados empresariales. Y Estefanía Ponte, de BNP Paribas Personal Investors, coincide: habrá una reacción alcista, pero de corto plazo. 
¿Qué sectores ganarán con cada candidato?
Aunque el esfuerzo presupuestario de Clinton sería menor que el de Trump, las infraestructuras también se verían impulsadas por su administración. Pero María Morales, de Merchbanc, cree que los sectores más favorecidos por Clinton serían las empresas de internet, las energías alternativas y el sector salud. En este último, fundamentalmente las compañías prestadoras de servicios, puesto que el objetivo de la candidata es extender la cobertura sanitaria, mientras que las farmacéuticas quizás no ganaran tanto, puesto que se ha quejado de sus precios abusivos.

«Los sectores más favorecidos si gana Trump serían el de infraestructuras, por su plan ambicioso de gasto público, el de defensa y los más relacionados con el petróleo, al ser su política más afín a energías más tradicionales en contraposición a renovables o alternativas», señala María Morales, de Merchbanc. Para Javier Urones, de XTB, Trump también beneficiaría a la banca, al proponer la desregulación del sector financiero. Y desde Fidelity apuntan al acero americano, que sería aupado por los aranceles que sufriría el extranjero.
Consecuencias en la deuda
Pero no es sólo la Bolsa la que puede reaccionar al resultado de las elecciones estadounidenses. También puede hacerlo la deuda. Javier Urones, de XTB, comenta: «Cabe pensar que a priori la victoria de Clinton mantendría la estabilidad en las rentabilidades de los bonos americanos que estamos viendo estos meses. Por el contrario, la entrada de Donald Trump generaría probablemente incertidumbre entre los inversores, que se traduciría en el corto plazo en un aumento de la rentabilidad exigida a la deuda soberana estadounidense». Máxime si tenemos en cuenta, como explican desde Fidelity que, si bien Clinton pretende financiar el gasto en infraestructuras mediante aumentos selectivos de la presión fiscal, para Trump, la financiación pública vendría de la mano de un mayor volumen de emisión de deuda, ya que se ha comprometido a recortar impuestos. «El problema es que podríamos asistir a un gran incremento de la deuda y el déficit, lo que podría tirar al alza de los tipos de los bonos estadounidenses», señalan los expertos de Fidelity. 
Hablando de tipos, ¿condicionará el resultado electoral lo que a continuación haga la Reserva Federal norteamericana? Donald Trump ha realizado severas críticas a la institución y, fundamentalmente, a quien la dirige, Janet Yellen, que bajo su presidencia probablemente no repetiría al frente de la autoridad monetaria más allá de principios de 2018, que es cuando acaba su mandato, dado que el republicano sería partidario de una política monetaria más restrictiva. Para María Morales, «sea cual sea el resultado, es probable que veamos subidas de tipos de interés en diciembre en EE.UU., salvo que al ganar Trump se produjera mucha volatilidad en los mercados y la Fed decidiera esperar hasta ver cómo se desarrollan los acontecimientos». De acuerdo con Lumholdt, a corto plazo, la Fed no se verá condicionada por el resultado electoral, pero con vistas a más largo plazo, sí es posible que, de aplicarse las medidas proteccionistas que Trump defiende, se generen problemas de crecimiento en EE.UU., por un lado, e incremento de la inflación, por otro, debido a los mayores costes salariales que supondría no contar con trabajadores inmigrantes, mayores precios de importación, así como por el incremento de la deuda. Y con ese 'mix' la política monetaria puede complicarse. 
Un dólar fuerte y sus efectos
Page explica que los mercados financieros creen que la elección de Trump será positiva para el dólar. Quizás porque se inclina por una política monetaria más restrictiva. O, como apunta Urones, por una masiva repatriación de beneficios corporativos que podría avecinarse. También, como señala Lumholdt, el proteccionismo, si reduce el déficit comercial, podría ayudar al dólar. Aunque en un primer momento, como señala Ponte, podríamos ver una caída del billete verde, como sucede siempre con la moneda de un país cuando se produce un cambio de Gobierno.
En todo caso, la apreciación del dólar puede ser lo más peligroso de todo, debido a la vulnerabilidad que presentan los mercados emergentes a esta situación. De momento, según señala Page, no se puede considerar un fenómeno que afecta a todo el universo emergente, sino sobre todo al peso mexicano, al ringgit de Malasia, al peso de Filipinas y a la rupia indonesia. Lumholdt, por su parte, comenta que los países más afectados serían México, que sufriría un cóctel negativo, con la divisa a la baja, la necesidad, quizás, de subir los tipos de interés, y la reducción de exportaciones a EE.UU., además de China, debido a la importancia del mercado americano para sus exportaciones. Al proteccionismo de Trump, el gigante asiático podría responder depreciando el yuan lo que, según Lumholdt es potencialmente peligroso, si tenemos en cuenta qué ocurrió el verano del año pasado cuando las autoridades chinas decidieron ese movimiento. Por ello, es posible que los mercados emergentes sufran más que los desarrollados. Un dólar fuerte, además, puede mermar el precio de las materias primas, movimiento que se puede acentuar si China se debilita, como señala Urones. 
Un último elemento que no hay que pasar por alto es la importante exposición que ciertas compañías españolas tienen en Estados Unidos, tal y como se observa en el gráfico sobre estas líneas. Una apreciación del dólar podría, como apunta Estefanía Ponte, impulsar los beneficios de estas empresas en ese área. 

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