miércoles, 18 de diciembre de 2019

Autoritas...

«El mayor riesgo para Asturias es no ser consciente de las oportunidades que existen»

El asturiano José Manuel Campa preside desde mayo el órgano regulador bancario de la Unión Europea. / ALBERTO MORALES
El asturiano José Manuel Campa preside desde mayo el órgano regulador bancario de la Unión Europea. /ALBERTO MORALES

«La economía se está desacelerando y hay algún riesgo a la baja, pero no de recesión». «Lo más importante para España es que se forme un Gobierno y que apruebe un presupuesto eficaz y en consonancia con Europa»

JOSÉ L. GONZÁLEZGIJÓN.

José Manuel Campa (Oviedo, 1964) ocupa desde mayo el cargo de presidente de la Autoridad Bancaria Europea, entidad regulatoria que vela además por la seguridad del sistema financiero. Su brillante carrera, que le llevó a ser secretario de estado de Economía entre 2009 y 2011, provocó que la asociación Compromiso Asturias XXI le haya nombrado socio de honor, distinción que recogerá el lunes. «Es un motivo de alegría y de halago que hayan pensado en mí», señala este abogado y economista que siempre ha estado muy pendiente de todo lo que tiene que ver con su región.
-¿Estamos ante otra recesión o solo ante una desaceleración?
-Hay mucha incertidumbre, depende de qué parte del mundo hablemos. Parece que la economía se está desacelerando y que hay algún riesgo a la baja, pero no apunta a una recesión.
-¿En qué posición está Europa?
-Estamos en un ciclo bastante largo, aunque no ha sido de crecimiento tan rápido como en otras partes del mundo. Tenemos dos condicionantes: la tensión en el comercio mundial y, derivado de ese, la posible desaceleración en países emergentes. A Alemania le afecta más Asia, a España América Latina, que ha tenido un año de mal crecimiento. Son perspectivas que actúan como sombras en el horizonte.
-¿Son muy temibles esas sombras?
-Estos días parece que llegan buenas noticias. Hubo un acuerdo tras las elecciones inglesas, que aunque confirman la salida del 'Brexit', parece que va a haber una decisión definitiva. El acuerdo entre EE UU y China también es una buena noticia. Estamos en una situación de incertidumbre con una nueva Comisión Europea que trata de avanzar en acuerdos, pero hubo una falta de consenso entre los ministros de finanzas sobre profundizar en la unión bancaria y el euro, así que vamos con noticias un poco mixtas. Pero no hay una perspectiva de una desaceleración clara.
-En este contexto de volatilidad, ¿qué recetas hay que aplicar para evitar esos nubarrones?
-Las recetas son siempre las mismas, intentar controlar lo que puedes controlar: las reformas estructurales de las economías, tener margen de maniobra para actuar en política económica, las políticas monetarias y fiscales...
-¿Cuáles serían esas reformas en el caso de España?
-Lo más importante es que se forme un Gobierno y que apruebe un presupuesto verdaderamente eficaz para el año que viene. Esas son las dos prioridades.
-¿Se percibe en Europa como un riesgo el Gobierno de PSOE y Podemos?
-No creo que se perciba como un riesgo, la estabilidad en el Gobierno se ve como un activo. Y el hecho de que se progrese en la creación del Ejecutivo es bueno. Lo más importante a corto plazo es tener un presupuesto que confirme las previsiones de España de mantenerse en los objetivos fiscales pactados con Europa.
-¿Cuál es la solvencia de la banca española?
-La banca europea ha mejorado mucho en las ratios de solvencia, y la española está ahí, con el resto de los bancos. En los análisis de estrés que hacemos en la EBA los bancos españoles no salen particularmente mal.
-¿Está la banca española preparada para afrontar la desaceleración?
-Creo que como el conjunto de todos los demás. La rentabilidad ahora mismo es baja. La solvencia está bien, pero con esa baja rentabilidad nos preocupa la sostenibilidad del modelo de negocio si cambia la economía.
-Esos riesgos que plantea, ¿pueden llevar a un colapso sistémico como el que ocurrió en 2007?
-No. Dependería muchísimo de que hubiera un riesgo sistémico a nivel global o una crisis muy grande, que no es lo que estamos proyectando.
-Una gran recesión no está entonces en el horizonte.
-No va a haber una recesión.
-Ha habido varias fusiones bancarias en España y Liberbank siempre está en las quinielas. ¿Está llamada a fusionarse?
-Sinceramente, no lo sé, es una decisión que deben tomar los gestores. Lo que sí es importante es que la rentabilidad de la banca aún sigue siendo baja y tienen que hacer ajustes de costes adicionales. Es una prescripción general que se aplica a la banca europea en su conjunto; a la española, en cierta medida, también. Si esos ajustes de costes son a través de fusiones depende de los proyectos de cada empresa.
-Estas reducciones de costes suelen venir de la mano de ajustes de personal. ¿Es la fórmula más adecuada?
-El sector bancario en Europa no es generador neto de empleo, pero esta es una tendencia de medio y largo plazo. La transformación tecnológica y de los servicios bancarios a través de la digitalización lleva a que el tipo de trabajador que necesitas es distinto al de hace años, y ese cambio también lleva a que el empleo directo vaya cayendo.
-¿Es una tendencia que se seguirá manteniendo?
-No se lo sé decir para España, pero sí que es una tendencia global que seguirá. Quizá no conduzca a un descenso neto del empleo, pero sí a un cambio de los trabajos que los empleados hacen dentro de la banca.
-Entidades como Liberbank, heredera de Cajastur, con un claro perfil de servicio público, ha cerrado muchas oficinas dejando a población que no está adaptada a las nuevas tecnologías sin una atención cercana. ¿Es justo?
-La banca tiene que hacer un esfuerzo, y lo está haciendo, para esto que llamamos inclusión financiera. Tienen que llegar a toda la sociedad de una forma adecuada. Sobre el cierre de oficinas, muchos bancos han puesto en marcha estrategias como tener agentes independientes, oficinas volantes que van de un pueblo a otro para dar servicios adecuados, y lo complementan con tecnología. Lo que no es justo es decir que la banca no está dando un mejor servicio del que daba antes. Seguro que lo da. Eso no quita para que una persona concreta que quiera recibirlo de la forma que lo hacía hace diez años ahora ya no pueda. Pero el servicio en su conjunto se está prestando mejor que nunca.
-La situación de tipos de entorno cero, ¿es la adecuada?
-El entorno de tipos cero afecta a la rentabilidad de la banca. Los tipos bajos nos están ayudando a mantener una situación económica de crecimiento y eso ayuda a que no venga la recesión, que también es un riesgo para el sector. ¿Es bueno o malo? Ese es el análisis que hay que hacer para el conjunto de la sociedad. Si subieran los tipos y entráramos en una recesión tampoco sería bueno.
-Hay preocupación ante la entrada de gigantes tecnológicos en la banca. ¿Hay que crear una normativa especial para ellos?
-En la innovación tecnológica hay dos tipos de nuevos jugadores. Uno son los 'fintech', que son como las pequeñas empresas que vienen con ciertos productos tecnológicos y que se introducen en cierta parte de la actividad financiera bancaria. Ahí hay mucha actividad y la mayoría está vinculada al negocio de pagos, de transacciones, con mucha colaboración con los bancos tradicionales. Por otro lado están las grandes plataformas. El caso más llamativo es el de Facebook y la construcción de 'Libra'. En ese aspecto ha habido poca participación en la provisión de servicios bancarios. Se ha hecho mucho trabajo de proveer muchos servicios a la banca, pero todavía no son directamente competidores. Desde el punto de vista de la regulación, para la misma actividad que se realice, independientemente de quién lo realice, debería tener la misma regulación y supervisión.
-¿Cómo se ve Asturias desde fuera?
-Pues se ve bien, ¿no? Asturias es una región que ha tenido y sigue teniendo una vivencia de una reconversión industrial muy fuerte. Lleva unos años siendo receptora de rentas, fundamentalmente a través de pensiones, que le permiten mantener un cierto nivel de consumo, pero no tiene mucha actividad interna. En términos de contexto global y sobre todo en nuevas tecnologías y comunicaciones, es una región que tiene capacidad de desarrollo dentro de su tamaño y de su situación, bien integrada en Europa.
-El Principado se plantea recurrir a la emisión de deuda pública. ¿Es un buen momento?
-Los mercados están perfectamente abiertos y los tipos de interés bajos. La parte importante es el proyecto, para qué la quieres utilizar. Si es razonable, no veo problemas a largo plazo.
-¿Cuáles son los principales riesgos que identifica para la región?
-El mayor riesgo es no encontrar oportunidades. A veces, dentro de la región, se piensa mucho que las oportunidades que existen están limitadas y que se han ido limitando en el tiempo. Es una visión demasiado mirando hacia atrás y no hacia adelante. Las oportunidades que ofrece el futuro, cuando uno mira con perspectiva los mensajes que nos llegan sobre los cambios que está trayendo la tecnología, las comunicaciones, la inteligencia artificial, la automatización, la flexibilidad en el mercado de trabajo, es que hay muchísimas más oportunidades de las que nos imaginamos. El mayor riesgo es no ser consciente de todas las oportunidades que existen.
-¿Se nos ha pasado el susto del 'Brexit'?
-El 'Brexit' no era la noticia deseada, pero que se materialice de acuerdo a lo ya pactado sí lo es.
-¿Está España muy expuesta por este proceso?
-Si la salida es suave, esperemos que las implicaciones en el corto plazo sean menores. España es el país que más inversión tiene en Reino Unido y nosotros recibimos muchos ciudadanos británicos. En el medio plazo nos afectará más.
-¿Y Asturias?
-Está menos expuesta en los dos vectores.

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