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"Después de las grandes ganancias que han vivido las acciones en 2019, esperamos que les vaya menos bien el próximo año". Ese es el pronóstico que hacen los expertos de Capital Economicsde cara a 2020, que ven a la renta variable con poco recorrido de cara a los próximos 12 meses. "La bolsa sólo obtendrá ganancias modestas", aseguran.
En su último informe, en el que dan las claves a tener en cuenta de cara al próximo año, los analistas de la firma londinense hacen un extenso repaso a la situación de la bolsa. "Los mercados de renta variable han tenido un estelar 2019, recuperando con creces el terreno perdido en 2018", aunque hay que tener presente que "gran parte del aumento" se ha producido "gracias a la sustancial relajación de la política monetaria, que ha impulsado un aumento de las valoraciones".
De esta forma, explica Capital Economics, "el crecimiento de los beneficios ha sido débil o negativo en la mayoría de los mercados, y los beneficios agregados han caído a nivel mundial", por lo que quizá no haya que poner demasiadas expectativas de cara a 2020. Sobre todo, señala, porque aunque puede que los beneficios se recuperen "lentamente" el próximo año, es "poco probable" que se produzca "otra caída de los rendimientos de la escala de la que impulsó el aumento de las valoraciones" este año, lo que sugiere que habrá "ganancias modestas" en los mercados de renta variable.
De hecho, cree que Wall Street perderá su hegemonía como consecuencia del convulso año que le espera con las elecciones presidenciales, misma previsión que hicieron los expertos de HSBC. Esta cita en las urnas, dice Capital Economics, "se perfila como un punto de inflexión clave", pero no será el único que influya en la renta variable estadounidense. "Hay otras razones para creer que el rendimiento superior llegará a su fin. Los expertos de esta firma ven al S&P 500 en los 3.300 puntos a finales de 2020 (cotiza actualmente en el entorno de los 3.200 puntos).

SÍ A LA BOLSA BRITÁNICA... Y A LA DE INDIA

Por el contrario, estos analistas opinan que el resultado de las elecciones en Reino Unido, con la victoria "decisiva" de Boris Johnson, "debería ayudar a la renta variable a comenzar a cerrar la gran brecha de valoración en relación con otros mercados desarrollados que se ha abierto desde 2016", es decir, desde la votación del referéndum sobre el Brexit. "Esta es la razón principal por la que esperamos que la bolsa británica se supere el próximo año", hasta el punto de que ven al FTSE 100 en los 8.000 puntos para finales de año. Otros expertos, como los de Morgan Stanley, también ven a la Bolsa de Londres como la gran oportunidad.
Asimismo, Capital Economics cree que en los mercados emergentes la más destacada será la bolsa de la India. "Las acciones continuarán superando el rendimiento a medida que el crecimiento del país se recupere", dicen. No obstante, vaticinan que la renta variable de China y del resto de Asia "tendrá dificultades".
Y en lo que respecta al mercado de divisas, la firma londinense espera que el dólar estadounidense "siga fortaleciéndose". "Creemos que el dólar se apreciará frente a la mayoría de las monedas de los mercados avanzados y emergentes, ya que las tensiones entre EEUU y China siguen siendo altas y la economía estadounidense se encuentra mejor que la mayoría", lo que ha hecho que la Reserva Federal (Fed) mantenga los tipos de interés mientras que otros bancos centrales relajan su política monetaria. "Aunque el dólar es fuerte en relación con su pasado más reciente, no está muy por encima de su media a largo plazo, y no creemos que esté especialmente sobrevalorado", dicen.
"Solo un puñado de monedas se resistirán a la fuerte tendencia del dólar", aseguran, y una de ellas será la libra esterlina. "La libra se apreciará un poco más a medida que las perspectivas de la economía británica mejoren gracias a la reducción de la incertidumbre política y a un gran impulso fiscal", dice Capital Economics. No obstante, alerta de que las ganancias de la libra "se verán limitadas" mientras persista cierta incertidumbre en torno a la posibilidad de un Brexit sin acuerdo una vez acabe el periodo de transición en diciembre de 2020.